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domingo, 3 de mayo de 2020

EL CALENDARIO CELTA. CALENDARIO DE COLIGNY.

Rueda del año celta con los 8 sabbats
El calendario celta
Calendario de Coligny

El pueblo celta se extendió prácticamente por toda Europa, por lo que es de suponer que presumiblemente no todos los pueblos celtas siguieran el mismo calendario. Debido a que esta cultura, aunque e vías de recuperación desde los últimos 30 o 40 años, se fue perdiendo con el paso del tiempo y no se conservan calendarios por los que podamos saber con certeza cómo era su manera de medir el tiempo. Sin embargo, gracias al hallazgo de algunas piezas de bronce en Coligny y otros pocos fragmentos de otro calendario encontrado en Villards d’Heriad, se pudo reconstruir bastante fielmente el calendario celta continental usado por los galos. Aun así, quedan todavía muchas incógnitas por descubrir que se cubren con hipótesis y suposiciones.

De hecho, se dice que en un primer lugar el calendario celta fue un calendario únicamente lunar, ya que la luna era lo más importante para ellos y que por la influencia de otros calendarios solares, como el juliano, decidieron optar por un calendario luni-solar intentando conciliar los ciclos lunares con el año solar.

      El calendario de Coligny, fue encontrado en 1897 en la población que lleva su nombre, cerca de Lyon, en Francia por un agricultor llamado Alphonse Roux mientras trabajaba. A treinta centímetros por debajo de la tierra y en una bolsa cuyas fibras se habían ido desintegrando con el paso del tiempo, Roux halló 550 fragmentos de bronce. Tras su estudio se descubrió que unas 400 piezas correspondían a una escultura galorromana datada de finales del siglo I a.C. y las otras a un calendario incompleto al que le faltaban más de la mitad de las piezas. De las 149 piezas encontradas, tan solo 127 contenían inscripciones correspondiendo su datación a la misma de la escultura.

Imagen de un fragmento del calendario de Coligny

          El calendario fue reconstruido por Dissard sobre una tabla. Organizó 16 columnas de 8 bloques que representaban 62 meses en total, cada día tiene un agujero al lado, donde se ponía un alfiler para indicar la fecha, al igual que se hacía con los calendarios encontrados en Roma. Tanto las letras como los números aparecen escritos en caracteres latinos, pero el idioma del calendario es galo con más de 2.000 palabras y unas 130 líneas por columna. Estos datos nos desvelan un poco de información sobre la que trabajar ya que esos 62 meses corresponderían a un lustro y con 6 lustros tenemos un siglo celta de 30 años, que sería igual a unos 365,2 días por año.

Este hallazgo ha sido reconocido como una fuente epigráfica crucial para el estudio y conocimiento de la antigüedad celta, proporcionando información sobre la concepción del tiempo, los conocimientos astronómicos y la tradición druídica de los celtas. Sin embargo, hay otras hipótesis que sostienen que se trataría de un calendario de uso público, similares a los que usaban los griegos y los romanos.

División del tiempo de los pueblos celtas, la rueda del año

La división del tiempo para los celtas

La filosofía de vida celta se centraba en los ciclos de la naturaleza. Para ellos todo comenzaba en la oscuridad, en la profundidad de la madre tierra se enterraban las semillas que reposarían allí durante meses hasta que esas semillas eclosionaban y comenzaban su crecimiento externo abriéndose paso por la tierra hasta encontrar la luz, que las nutría y las hacía crecer. Lo mismo ocurría con la semilla que una vez depositada en el vientre de la madre crecía hasta eclosionar y dar lugar a una nueva vida. Para ellos todo se explica como un constante ciclo de crecimiento-plenitud-decadencia-reposo, tal cual les mostraba la naturaleza a la cual estaban tan ligados, ya que tanto la naturaleza como los ciclos agrícolas marcaban los ritmos de su forma de vida.

Por tanto, todo comienza desde la más profunda y solitaria oscuridad. Desde esa fase oscura es desde donde se gesta la vida, el ciclo natural de la vida se va desarrollando hasta alcanzar la plenitud en su momento más luminoso, cuando ha llegado ese momento cúlmine, se inicia ese otro ciclo de decrecimiento y se vuelve paulatinamente hacia esa fase de descanso y oscuridad. 

Así se entendía todo, así comprendían los ciclos lunares, así comprendían el ciclo solar, así comprendían los ciclos de la tierra y la naturaleza, así comprendían la concepción de la vida y la necesidad de morir para volver a renacer y renovar el ciclo.

Es por todo ello que para el pueblo celta la etapa oscura marcaba el inicio de cada ciclo. 

Vamos a ver cuáles era las unidades de tiempo para los celtas.

1.    El día
La unidad básica del calendario es el día, el día tenía 24 horas como en la actualidad, pero con la peculiaridad de que comenzaba y acababa con la puesta de sol. En este aspecto es diferente a nosotros que empezamos y terminamos el día a las 12 de la noche independientemente de en qué estación nos encontremos y las horas de sol que tengamos. Por eso para los celtas la duración del día era mucho más variable. El día comenzaba con la mitad oscura y después se iba abriendo al amanecer hacia su mitad iluminada. 

Esta es la razón por la cual los celtas comenzaban siempre sus celebraciones con la puesta de sol, porque era cuando el día terminaba para dar comienzo al nuevo día.

2.   La quincena
Los meses tenían 2 quincenas, la primera de ellas tenía 15 días y la segunda 14 o 15 dependiendo de si el mes era de 29 o 30 días.

El punto en el que comenzaba la segunda quincena era llamado Atenoux, que significa “luna renovada”.

3. Los meses
Los meses se medían por ciclos lunares, cada ciclo lunar era un mes diferente. Por tanto los meses empezaban siempre con la misma fase lunar. Se cree que comenzarían con la fase de luna nueva hacia creciente hasta alcanzar su plenitud e iniciar el ciclo de descenso hasta llegar a la nada. Pensamiento muy acorde con la filosofía celta que aplicaban a todas las cosas, pero también hay otras teorías que apuntan a que el inicio se haría con la luna llena, no hay pruebas tangibles que nos arrojen una verdadera certeza sobre ello.

Lo que sí podemos afirmar con certeza es que los ciclos de los meses lunares estaban entre 29 y 29,5 días, por tanto a unos les daban 29 días y a otros 30. Para designar los meses, los celtas tenían dos palabras, decían que eran meses Matos (afortunados) aquellos que tenían 30 días y denominaban meses Anmatos (desafortunados) a los ciclos de 29 días.

Los celtas tenían 12 meses fijos y 2 meses extras que no se daban todos los años. 

El año celta empezaba con su mitad oscura, poco después del equinoccio de otoño, en la festividad de Samhain. Por tanto, el primer mes del año era el mes de Samonios 40 días después del equinoccio de otoño, a los que sucedían: Dumannosios, Rivros, Anagantios, Ogronios, Cutios, Gianmonios, Simivisonnios, Equos, Elembivios, Edrinios y Cantlos.

Meses extras

1.        Mid.., de este mes no se conserva todo el nombre, solo se sabe que comenzaba por Mid... y se colocaba antes de Samonios, como último mes del año.

2.      Ciallos Bis Sonnocingos, se colocaba antes de Giamonnos.

          ¿Cómo explicamos la existencia de estos dos meses extra que no se dan todos los años?

          Conciliar el calendario lunar con el calendario solar para conseguir un calendario luni-solar no es tarea fácil dado que el ciclo lunar y el solar no tienen la misma duración. Por tanto estos dos meses extras aparecen para compensar ese desfase que se crea al intentar aunar estos dos calendarios y ajustar sus festividades al calendario.

          Tracemos ahora unos cuantos números para poder verlo gráficamente.

Año solar: 365 días más un cuarto.
Mes lunar: 29,5 días de media x 12= 354 días
Desfase entre ambos = 11días

1º Año = desfase de 11 días. No hacían nada.
2º Año = desfase de 22 días. No hacían nada.
3º Año = desfase de 33 días. Añadían un mes más.

     Cada dos años y medio aproximadamente y comenzando por “Mid…” incluían uno de estos meses extra, se cree que de forma alternada y así quedaba un descuadre de solo 3 días. Así todas las fiestas quedaban más o menos cuadradas en el lugar que les correspondía. 

Por tanto este es el motivo por el que algunos años tenían 12 meses y otros 13. Añadiendo estos dos meses extra, el ciclo lunar y el solar quedaba bastante compensado, aunque nunca al 100%, el ciclo se cuadraba completamente cada 30 años como ya anticipamos al principio del artículo. Es por ello que se dice que cada 30 años los celtas completaban un siglo celta.

Rueda del año con las fases lunares y los planetas


Así nos quedaría el calendario

* Mid… (empezando por él, sería el mes extra que se repetiría cada 5 años)
1.     Samonios, significa tinieblas. Tiene lugar entre finales de octubre, principios de noviembre.
2.    Dumannosios, significa brumoso u oscuro. Noviembre/diciembre. Camino del invierno.
3.     Rivros, significa escarcha. Diciembre/enero.
4.    Anagantios, tiempo de estar en casa. Enero/febrero.
5.    Ogronios, mes frio o frescor. Febrero/marzo.
6.     Cutios, significa lluvia y viento, para nosotros coincide con el principio de la primavera. Marzo/abril.
* Ciallos Bis Sonnocingos (mes extra que se repetiría cada 5 años)
7.    Gianmonios, significa fin del invierno. Acababa la parte oscura del año para dar inicio a la parte clara. Se celebraba la mágica fiesta de Beltane. Abril/mayo.
8.    Simivisonnios, significa mes brillante. Mayo/junio. Marcaba la mitad de la primavera.
9.    Equos, significa caballo y simbolizaba que ya se podía salir por los campos. Junio/julio.
10.  Elembivios, significa venado o ciervo, celebraba el verano con la fiesta de Lugnasadh. Julio/agosto.
11.   Edrinios, significa fuego o tiempo caluroso. Agosto/septiembre.
12.  Cantlos, tiempo de cantar, se recogían las cosechas y la gente cantaba en el campo mientras trabajaba. Septiembre/octubre.

4. El año
Siguiendo esta misma filosofía, el año también se dividía en dos mitades, la mitad oscura y por ende el inicio del año celta tenía lugar justo en el punto medio entre el equinoccio de otoño y el solsticio de invierno, exactamente en la luna llena intermedia más próxima a ese punto medio. Su duración era de 6 meses y comprendía aproximadamente desde Samhain (entre finales de octubre y principios de noviembre) hasta Beltane (entre finales de abril y principios de mayo), que era cuando daba comienzo la etapa clara o de luz del año (los siguientes 6 meses). 

Las festividades solares celtas o sabbats eran festividades que principalmente honraban los sagrados ciclos de la naturaleza ligado a la siembra y la cosecha indicando así el paso de las estaciones, a la Madre Tierra y al culto de sus Dioses y Diosas. Llegados a este punto debemos aclarar que el término “sabbat” no era utilizado por los pueblos celtas para definir sus fiestas, es un término acuñado de forma más reciente para referirse a esas 8  festividades más importantes o más conocidas.

Las festividades solares se dividían en sabbats mayores y menores. Los sabbats mayores coincidían con los puntos medios entre los equinoccios y los solsticios (Samhain, Imbolc, Beltane y Lughnasahd o Lammas). Era el momento en el que la naturaleza de cada estación está al máximo de energía. * Al estar contemplado en el calendario de Coligny, este apartado está más desarrollando en el punto siguiente.

Los sabbats menores coincidían con nuestras estaciones actuales:

* Equinoccio, momento en el que el día y la noche tienen la misma duración (otoño y la primavera).

* Solsticio, momento en el que el día y la noche tiene duración diferente. En verano se da el día más largo y la noche más corta, (es decir hay más horas de sol) y en invierno por el contrario, el día más corto y la noche más larga (hay menos horas de sol).

Estas serían las fiestas correspondientes con los sabbats menores:

Solsticio de invierno – Yule (Navidad celebrada por los cristianos cuyo origen es celta).

Equinoccio de primavera – Ostara (Pascua cristiana cuyo origen es celta).

Solsticio de verano – Litha (Festividad de la Noche de San Juan, cuyo origen es celta).

Equinoccio de otoño – Mabon. La Diosa llora a su consorte caído y cambia su aspecto de madre a anciana.

En cuanto a las festividades lunares conocidas como esbats, estaban relacionadas con la veneración y adoración de la Diosa. Se celebraban las lunas nuevas (novilunios) y las lunas llenas (plenilunios) como nacimiento y culminación para honrar a la Diosa y la sagrada energía femenina. Cada ciclo lunar, luna nueva, luna creciente, luna llena y luna menguante era idóneo, junto con la posición de los planetas, el día de la semana y el momento del día para la recolección y uso de las plantas de modo que esa recolección se produjera en el momento de máxima energía de la planta, ya fuera para utilizarla para sanación como para la preparación de pociones, hechizos, rituales o bolsitas de protección, etc.
Aprovecho este momento para explicar que Luna negra no es sinónimo de Luna nueva. La Luna negra o Luna oscura es la ausencia de luna en el cielo, es el momento en el que la luna se encuentra de espaldas al sol y no puede ser vista desde ningún ángulo en la Tierra, tiene lugar justo después de la luna menguante. La luna nueva es el inicio de la luz, por tanto es la fase en la que aparece el primer arco luminoso de luz tras la Luna negra.


Rueda del año con los sabbats y las estaciones


Fiestas contempladas en el calendario de Coligny.

Las fiestas celtas contempladas en el calendario de Coligny. Conocidas como los sabbats mayores y como ya hemos explicado para calcular el momento exacto de su celebración tenemos que hacerlo coincidir con la luna llena más próxima al punto intermedio entre los equinoccios y los solsticios y viceversa.

* Samhain: el día de luna llena del mes de Samonio. Hoy en día se celebra entre el 31 de octubre y el 1 de noviembre. Los cristianos adoptaron esta fiesta como El día de todos los Santos.

* Imbolc: no se sabe la fecha con exactitud porque falta esta información del calendario de Coligny. Se honraba a la diosa Brigid. Hoy en día su celebración se hace coincidir con la Calendaría, entre el 1 y el 2 de febrero en el mes de Anagantios. Momento en el que además se aprovecha para hacer y bendecir todas las velas que vamos a usar durante el año.

* Beltane: se celebraba la luna llena del mes de Giamonios. Hoy en día lo celebramos entre el 30 de abril y el 1 de mayo. Los cristianos con la cruz de mayo y los paganos con el “Maypole” o palo de mayo.

* Lughnasadh: se celebraba en la luna llena del mes de Elembivios. Hoy en día el 1 de agosto y se conmemoraba la recogida de la primera cosecha.

 
Sabbats de celebraciones para el hemisferio sur
Sabbats hemisferio Sur
Sabbats mayores y menores para ambos hemisferios.


Hemisferio Norte
Fecha de celebración
Hemisferio Sur
Fecha de celebración
Samhain
31 oct./1 nov.
Beltane
31 oct./1 nov.
Yule
Solsticio de invierno (20/23 diciembre)
Litha
Solsticio de verano (20/23 diciembre)
Imbolc
1 al 2 febrero
Lughnasadh
1 al 2 febrero
Ostara
Equinoccio primavera (20/23 marzo)
Mabon
Equinoccio de otoño (20/23 marzo)
Beltane
30 abril/1 mayo
Shamain
30 abril/1 mayo
Litha
Solsticio de verano (20/23 junio)
Yule
Solsticio de invierno (20/23 junio)
Lughnasadh
1 y 2 agosto
Imbolc
 1 al 2 de agosto
Mabon
Equinoccio de otoño (20/23 septiembre)
Ostara
Equinoccio primavera (20/23 septiembre)

Imagen del Dios y la Diosa

Simbólicamente, el Dios nace en Yule el 21 de diciembre. Será un niño durante Imbolc celebrado el 1 de febrero, se convertirá en adolescente en Ostara para el 21 de marzo y finalmente será adulto en Beltane el 1 de mayo. Litha, durante el solsticio de verano se encontrará en el punto máximo de su poder, y durante Lughnasadh o Lammas protegerá las cosechas y los animales en los campos mientras se hace consciente de su mortalidad y el comienzo de su decadencia. En Mabon, durante el equinoccio de otoño se empezará a preparar para su muerte, que tendrá lugar en Samhain, el 31 octubre.

Y su Diosa, desde el sagrado femenino lo acompaña, dándolo a luz en Yule. Será niña durante Imbolc y se transformará en doncella en Ostara durante la primavera, en su luna creciente. En Beltane se unirá al Dios y quedará embarazada para alcanzar su plenitud durante el verano, en su luna llena, momento en el que alcanzará el arquetipo de madre. En Mabon llorará a su consorte caído a la vez que se alegrará por estar gestando su semilla, entrará en su luna menguante, en su otoño de chamana y hechicera para alcanzar Yule convertida en anciana, en el invierno de su luna nueva, caminando hacia su interior y su renacer.

Como vemos todo son etapas ligadas a los ciclos sagrados y naturales de la Madre Tierra y la naturaleza.

En el blog tenéis enlaces a todos los sabbats, los podéis consultar si queréis ampliar la información y vuestros conocimientos clicando directamente sobre el nombre del sabbat en el penúltimo párrafo de este artículo. 

©Paqui Sánchez

Fragmentos encontrados del calendario de Coligny
 ©Paqui Sánchez

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miércoles, 1 de mayo de 2019

BELTANE 1º DE MAYO


 

Beltane

Para los celtas el año se dividía en dos mitades dando así lugar a dos únicas estaciones, los seis meses de invierno o estación oscura (de noviembre a abril), a los que sucedían otros seis meses de verano o estación clara (entre mayo y octubre).

Beltane o la fiesta pagana celta del fuego representaba justamente eso, la vuelta del Sol a la Tierra, la luz, el renacimiento, la fertilidad, el regreso al inicio, la sexualidad y la llegada del verano.

Aunque en la actualidad este sabbat se suele celebrar haciéndolo coincidir con el 1 de mayo (comenzando la celebración la tarde del 30 de abril), sería más fiel a sus inicios si se celebrara el día de luna llena más cercana al 1 de mayo. Esa luna nos indicaría justo el punto intermedio entre el equinoccio de primavera y el solsticio de verano.

Esta fiesta estaba dedicada especialmente al dios Belenos, dios solar que traía vitalidad, fuerza y juventud tras el reposo invernal. Representaba al sol y al fuego como agentes purificadores. Era el dios de la salud, la medicina y la curación. Atraía sanación y bienestar también a los cultivos y al ganado. También bendecía las aguas, siendo éstas sanadoras, sagradas y purificantes.

La tradición nos cuenta que se encendían hogueras por todo el territorio celta y que la gente cantaba, bailaba y se alimentaba alrededor de ellas durante toda la noche. Una de las tradiciones era saltar la hoguera o el caldero con la intención de sanar alguna enfermedad o también para que se cumplieran los deseos, sueños y propósitos.

Además es el festival del amor y la fertilidad. La unión del Dios y la Diosa fertilizaba y bendecía los campos y las cosechas creando un Círculo Sagrado de Abundancia. Los celtas entendían la sexualidad y el amor de manera diferente a como lo hacemos hoy en día. Por tanto en este momento del año se daba rienda suelta al amor y las relaciones sexuales. Se hacía el amor en los bosques y los campos durante toda la noche, para bendecir la Tierra y fertilizar el suelo, de modo que los cultivos fueran abundantes. Se honraba el placer y el sexo en su aspecto más creativo y se decía que los niños concebidos en este período era bendecidos y muy afortunados ya que estarían bajo la protección de los dioses. El sexo no era pecado y aseguraba una buena cosecha en otoño.

En este momento del año hasta el final del verano, era la época en la que se realizaban las uniones de parejas o bien éstas renovaban sus votos ante la comunidad.


Las uniones de manos o Handfasting se realizaban al aire libre, en la naturaleza y tenían una duración de un año y un día. Si la pareja seguía enamorada después de ese tiempo podía decidir renovar sus votos; de lo contrario podían seguir cada uno por su lado, ya que los celtas entendían el amor como el complemento entre las almas y si se dejaba de amar, no tenía sentido seguir con la misma persona infringiéndose sufrimiento e infelicidad.

Otra de las costumbres celtas era levantarse al amanecer después de haber participado en los ritos sexuales durante la noche y subir a una colina para vivificarse bañándose en los rayos del Sol naciente. También se bañaban en fuentes sagradas o manantiales y bebían de sus aguas sanadoras que llevaban el rocío de la mañana. Se adornaban con flores y una vez este ritual hubiera terminado, ya estaban listos para danzar en torno al árbol de Mayo dejándose llevar por el ambiente de esta festividad estacional.

Hoy en día se sigue danzando en muchos pueblos con reminiscencias celtas alrededor del Palo de Mayo. El “Maypole” sigue siendo un símbolo de amor y fertilidad, pues el palo representa al falo masculino y la corona sobre él y las cintas de colores que lo van envolviendo con los bailes de las personas que toman las cintas entrecruzándose entre sí, representarían el envolvente y acogedor sexo femenino. En principio las cintas eran de color blanco, rojo y negro y mostraban las tres edades o etapas de la mujer, la doncella, la mujer fértil y la anciana. Hoy en día las cintas son de múltiples colores, pero no deja de ser un tributo al amor y la sexualidad, a la fertilidad, porque si no hay reproducción estaríamos abocados a la extinción. Esta tradición fue prohibida y perseguida por los cristianos, pero como no consiguieron controlar al pueblo, decidieron colocar un palo menor transversal de modo que lo convirtieron en una cruz. La cruz de mayo que hoy en día se envuelve en flores.

¿Qué se puede hacer para celebrar Beltane en casa? 

Cosas muy sencillas, te dejo por aquí unos cuantos tips. Si tenemos en cuenta que empezaríamos a celebrar el 30 de abril durante toda la tarde/noche y seguiría la fiesta durante todo el día 1, puedes combinar diferentes actividades. Si no pudieras celebrarlo en estas fechas, no te preocupes, pues según se dice los celtas celebraban cada estación durante al menos 6 semanas. Hazlo cuando puedas o sientas.

* Los celtas estaban muy unidos a la Madre Tierra, por tanto, si te fuera posible, no dejes de darte un paseo por el bosque más cercano, por la playa, por un parque de tu ciudad o tu propio jardín. Siéntate un ratito cerca de un árbol o de la vegetación y respira, céntrate solo en ese momento y en sentir la paz y la energía que te aporta. Si no tuvieras nada de todo esto, hazlo con una planta de tu hogar o unas flores.



* Prepara comida sana y saludable, frutos rojos de primavera como las fresas, frambuesas, grosellas, moras o arándanos que además son ricos en antocianinas y aumentan el rendimiento cognitivo (muy recomendable para estudiantes en época de exámenes u oposiciones). Y compártela con la gente que más amas.

* No te recomiendo que hagas una hoguera en casa, ni en el bosque, ni al aire libre. Hay que tener mucha precaución, pero sí que puedes encender alguna vela en casa y saltar sobre ella con cuidado pidiendo algún deseo, renovando tus votos de amor propio hacia ti o hacia cualquier otra persona. Podéis incluso saltar la vela o velas juntos para que vuestra relación progrese y se enriquezca durante el año.

* Da siempre las gracias por todos esos proyectos en forma de semillas que se plantaron en Imbolc y que comienzan a tomar forma. Por las nuevas ideas o sueños para que sean fértiles y con la ayuda del dios y la diosa fructifiquen y prosperen.

* Puedes empezar el día 1 de mayo con un baño especial. Mímate, prepara tu bañera con flores de tu gusto, algún aceite esencial que te apetezca, utiliza alguna bomba de baño o un jabón especial con un aroma de tu agrado. ¡Y relájate durante un rato!

* Puedes hacer tu propio palo de mayo en casa y envolverlo con unas cintas de colores. Puedes poner tantas cintas como miembros haya en la familia o como tú desees hacerlo. Podrías usar como palo una rama que hayas encontrado en tus salidas al boque o en tus paseos por la montaña, o cualquier otra cosa que se te ocurra. Si quisieras podrías decorar el palito pintándolo con símbolos que sean importantes para ti o tengan algún significado especial.

* Date algún placer que no te suelas dar, un desayuno especial, un rato de lectura, de costura, escritura, dedícale un tiempo a tus plantas, prepara tus propios jabones o velas o alguna manualidad con la que disfrutes para embellecer tu hogar... Algo con lo que disfrutes plenamente.
 
* Y si eres de altares, puedes montar tu altarcito si no lo tienes preparado ya, con aquellas cositas que sean importantes para ti y simbolicen aquello que te haga sentir bien. El altar es algo muy personal, pero le sientan muy bien las flores o alguna planta, alguna velita perfumada o de cera de abeja, unos cuarzos, tal vez un sahumerio, algún alimento y como te he dicho, todo aquello que tenga un valor sentimental o un significado especial para ti.

* Sobre todo ríete mucho y sé extremadamente feliz y agradecido/a. Y si puedes, haz el amor, siempre que puedas, tanto como puedas. Si no tienes pareja, ámate a ti mismo/a muchísimo y ama a los demás del mismo modo.

Que el dios Belenos y la diosa Sirona te bendigan y bendigan tu Beltane.

©Paqui Sánchez

©Paqui Sánchez