Chat gratis

Gracias por estar aquí

Somos puentes de Luz que unen la Tierra con el Cielo

Somos puentes de Luz que unen la Tierra con el Cielo

viernes, 10 de enero de 2020

ECLIPSE DE LUNA DEL 10 DE ENERO 2020



ECLIPSE de Luna del 10 de Enero 2020.
PREPARANDO EL NIDO DE UNA NUEVA HUMANIDAD.

Visible en España a las 20 horas del viernes 10, y en todo Europa, África, Asia, el Océano Índico y el Este de Australia.

La imagen de este artículo pertenece a Australia, es de estas semanas. Con el suelo casi todavía caliente, los árboles y arbustos comienzan su proceso de regeneración.

Este eclipse es inmenso en sus posibilidades. Representa una vuelta de hoja en el proceso de Ascensión. A nivel humano, y por decirlo de una manera muy simple, Ascender es alcanzar el máximo potencial multidimensional en este cuerpo físico.

Las oleadas de nueva energía-información están llegando, y nuestros sistemas reaccionan para integrarlas. Dolores o presión en la cabeza, mareos, palpitaciones, ansiedad y cambios de humor. Cansancio, irritabilidad, un día entero de gripe que se acaba así como comenzó.

Son todos signos de que nuestro cuerpo físico está creando la capacidad de asimilar cada vez más las energías, y son transitorios. Buen momento para meditar, ayunar, y dedicar el día a hacer trabajo interno.

Por supuesto, consultar con tu médico, y como complemento recurrir al cuidado, el autocuidado en forma de hidratación, descanso, meditación.

Vivimos movimientos emocionales intensos producto de que se presentan las memorias que necesitamos liberar. Los eclipses de Luna son de integración energética de lo que se activa en los eclipses solares previos.

Mirando la Carta Astral del día 10, nos surge una palabra: MOMENTUM.

Momentum se llama en magia, a una acumulación de energía suficiente para que se produzca la manifestación.

Atravesamos ya un año 2019 muchas veces pesado, de purga constante.

La Luna Llena es un tiempo perfecto para liberar, pero con el eclipse, es un tiempo ideal para comenzar de nuevo. Dejar atrás lo que es relativamente cómodo pero caduco, para animarse y arriesgarse a Crecer: el cambio no siempre es confortable.

Los eclipses son como una mano tendida del Universo para que podamos percibir que todo lo que nos ocurre está inserto en un orden mayor que no siempre comprendemos. Nos ayudan a tener claro con quienes queremos caminar, a quienes debemos perdonar y a quienes dejar partir para poder seguir adelante.

La energía de este eclipse va a durar hasta Agosto, abriendo una nueva ruta energética enormemente productiva, activa y fecunda. La próxima temporada de eclipses, en Junio, nos va a encontrar sorprendidos por el potencial manifestado en todos los aspectos de nuestra vida.

Estamos ante un eclipse en Cáncer, conjunto al Nodo Norte, activando dharma y propósito de vida, opuesto al Stellium de cinco planetas en Capricornio. Viene acompañado por una puesta en moción directa de Urano, y por incontables aspectos, además de la entrada de Viento Solar.

Empujando las fichas del dominó astrológico, vamos a ver crecer el impacto de la energía femenina en los próximos diez años en todas las áreas.

El Nodo Norte en Cáncer nos apoya a sanar de una vez las heridas emocionales, examinando el aspecto materno de nuestra historia personal y cómo ha hecho impacto en nuestra realidad presente. Nunca es tarde para TOMAR a la madre, TOMARLA implica algo tan simple como reconocer que ha ofrecido su cuerpo, durante nueve meses, para que podamos hacer esta experiencia de vida. Muy pocas personas están dispuestas a hacer eso por nosotros. Sólo por eso, y nada menos que por eso, es merecedora del reconocimiento. . Estamos comenzando, apenas comenzando, a dejar atrás el concepto patriarcal de la maternidad como esclavitud y sacrificio.

El Stellium y el Nodo Sur en Capricornio nos impulsan a echar una mirada al pasado para organizar el futuro. Pero ya no es una mirada de culpabilización o resentimiento, es una mirada de apreciación, reconociendo al pasado como una base que nos forjó en la fuerza que ahora tenemos.

Vamos a tener claro lo que ya está completo, lo que ha llegado a su fin en nuestras vidas, lo que ya no aporta a nuestra maestría de vida.

¿Qué es esencial para vivir una vida plena? ¿Cuál es la prioridad?

Nunca como ahora hemos estado en capacidad de estar presentes y responder en lugar de reaccionar, hacernos cargo de nuestro cuerpo de dolor, y responder desde nuestros cuerpos superiores. Pero si fallamos, también nos perdonamos. Somos humanos en Ascenso a nuestra versión Divina.

Estamos mucho más claros para elegir con quién nos comprometemos en una sinergia. Ahora somos capaces de percibir los matices energéticos en las relaciones, y notar que vienen propuestas que, a pesar de parecer evolutivas, se están moviendo en la Vieja Energía. (Nodo Sur en Capricornio) Vienen propuestas que nos presentan lo mismo que hemos vivido y que nos ha llevado a limitarnos y sufrir, pero vestidas como una simulación, como si fuera diferente y nuevo. Es un Test, para ver si tropezamos una vez más con la misma piedra.

Somos cada vez más conscientes de ser apoyados por un consejo de seres con los que venimos trabajando por eones. El Canal de comunicación con nuestra versión más alta se ensancha cada día. Los guías espirituales en Consejo, los ancestros Galácticos nos siguen y apoyan. Los cantos y tambores de los auténticos chamanes y líderes aborígenes nos llaman, la sabiduría de los ancestros que mantienen la unidad con Mama Gaia nos espera. Somos invitados a MADURAR, como seres humanos y como transformadores y servidores planetarios.

Capricornio es el lugar de estar en un lugar de MADUREZ, tanto espiritual como en el mundo de la materia. También es el lugar de Iniciación por medio de hacer frente a situaciones estrechas, con bases mínimas, y sin embargo, salir victoriosos. Foco intenso y disciplina, aún contando con mínimos recursos.

Incertidumbre y preocupación coexistiendo con nuevas, potentes posibilidades.

Las Auroras nos muestras una luz plasmática que impulsa a la realización de nuestro más alto potencial, y a ir más allá de la dualidad, permitiendo que expresemos nuestro Yo más Radiante.

Luz plasmática que viene atravesando programas, cortando cables, eliminando implantes y empujándonos a salir de la percepción de la vida como drama, a pesar de toda la destrucción y transfiguración que se está produciendo en el macro escenario del planeta.

En medio de todo este tremendo movimiento emocional, Urano se pone directo y todo lo que en estos meses hemos ido aprendiendo sobre nueva economía va a ponerse, finalmente en acción.

Hay una necesidad de enfocarse en lo que es esencial, en lo más querido para cumplir nuestro destino. Lo demás puede esperar.

Por estar la Luna Llena junto al Nodo Norte en Cáncer, los temas que destacan son la protección, la búsqueda de refugio y seguridad, los re-planteos acerca de las ideas sobre la familia, el apego, los lazos, y sus compensaciones, como la dependencia, o la fachada de “lopuedotodo”, que se rompe, como una ola, ante una enorme aunque transitoria vulnerabilidad. El llanto espontáneo y frecuente está limpiando y surge del Alma para limpiar el Cáliz personal.

Todo lo que vaciemos ahora hace Espacio para más y más Presencia, y por tanto, para más y más Poder.

Hay un impulso a dejar atrás cualquier cosa que baje nuestra frecuencia. Tenemos urgencia de limpiar y terminar una carrera, un trámite, salir de un lugar, de una relación, de un hábito sostenido quizás durante toda la vida.

Nuevos lugares, nuevas tareas, nuevas relaciones abren el camino de una Nueva Vida para millones de personas que ya caminan despiertas los senderos de Gaia. Se abren oportunidades de trabajar en colaboración con gentes de frecuencias semejantes.
 


Algunos consejos para esta primera parte de Enero 2020.

. Cuidar la energía, y estar atentos a las distracciones, ya sea comiendo, comprando, hablando con quienes no encajan en la frecuencia de tu propósito.

. No perder tiempo, no perder dinero, ser prácticos en las decisiones.

. Cuidar-nos. ¿Cómo cuido de mi misma?, ¿me cuido o me abandono? ¿Qué me comprometo a hacer para cuidarme?

. Crear un santuario, un espacio propio donde desarrollar un sentido de seguridad y pertenencia. Cuidar el cuerpo emocional, y encontrar un espacio donde estar contigo mismo, fuera de lo que viene a querer controlar, invadir, intimidar. Este lugar es una base para salir al mundo, no una cueva para tornarse ermitaño, ya que es tiempo de salir al mundo.

. Llamar a lo que sientes como tu familia y tu tribu, que no tiene por qué coincidir con la familia de sangre.

. Ser empático y nutriente, y perdonarte cuando no puedes serlo.

. Poner foco, atención y acción en todo lo que te haga financieramente independiente.

. Es conveniente no lanzarnos en temas que decidimos en este momento, porque es un momento de confusión. Mejor esperar a que la calma retorne. No anunciar decisiones durante tiempos de eclipse, esperar a que el oleaje se retire.

Pero cualquier proyecto que hemos estado diseñando en los últimos seis meses, puede encaminarse ahora a una rápida, inesperada manifestación. ¡Estamos ante un inimaginable portal de oportunidades!


Es urgente el retorno a la ley natural, con Mama Gaia como Maestra. Tenemos contratos con Mama Gaia, por eso estamos aquí. Y estamos aquí porque contamos con todos los recursos para re-novarnos.

Gaia es la guerrera más impecable de la Galaxia. Emerge y asciende, a pesar de los abusos de los que la quieren poseer para ellos mismos, emerge y asciende a pesar de las constantes violaciones de los que se creen sus dueños, de las manipulaciones climáticas, del fracking, de los mares de plástico y del maltrato, abandono y abuso a todas sus criaturas minerales, vegetales, animales y humanas. Ella sigue subiendo su frecuencia. Madura y revive. Se ilumina y se renueva. Asciende. Nosotros con Ella.

Alana Messineo
Facebook: PORTAL DE ALANA


©Paqui Sánchez

jueves, 9 de enero de 2020

EL FRASCO DE LA FELICIDAD



El Frasco de la Felicidad


¿Habéis oído hablar alguna vez del "Tarro o Frasco de la Felicidad"?

Hace tiempo hice una publicación en Facebook contándoos sobre él, pero como este año uno de mis propósitos es vivir lo máximo posible desde mi interior y sacar cada día esa felicidad interna que se encuentra dentro de mí, me he acordado de nuevo de este tarro y estoy pensando en hacer uno para recoger los mejores momentos de este año que están por llegar. Creo que aunque quiera centrarme en mí y vivir desde dentro intentando que los agentes externos a mí me afecten lo menos posible, habrá días que seguramente me vendrá muy bien revivir alguno de esos buenos momentos. Evidentemente sería una utopía pensar que no va a haber “malos” momentos, sin ellos no habría aprendizaje ni evolución. Eso sí, vamos a ver si somos capaces de dejar el sufrimiento a un lado y vivir disfrutando la vida.

Somos lo que somos y no podemos cambiar las características de nuestra personalidad. Por eso para poder ayudarnos a nosotros mismos, es muy importante trabajar en nuestro propio autoconocimiento, para ello hemos de dedicarnos tiempo, estar con nosotros mismos, observarnos, aprender a escuchar nuestro cuerpo, nuestros ruidos y nuestros silencios. Saber qué nos gusta, qué es lo que queremos y lo que no, qué nos entusiasma, qué nos hace vibrar alto y qué nos quita la energía para dejar de hacerlo y poner nuestra atención en otra cosa que sume en lugar de restar.

Algunos aspectos negativos de mi personalidad, sobre todo cuando no estoy en equilibrio, es que me auto castigo mucho al centrarme en las cosas negativas que “hay” en mi vida y que me impiden ver todo lo positivo que existe en ella. Sí, soy de esas perfeccionistas que ante un suelo (por poner un ejemplo) perfectamente limpio y abrillantado encuentra esa pequeña mota de polvo que se escapó, o incluso se posó después y se centra en ella hasta que llega un momento en el que solo ve la mota de polvo y no es capaz de darse cuenta que el suelo está más limpio que nunca y que ella no es responsable de que esa mota de polvo llegara ahí. Sin embargo, es fácil entrar en la culpa y en darle vueltas y vueltas al asunto durante más tiempo del necesario. 

Cuando el dolor que pueda ocasionarnos un aprendizaje concreto se convierte en sufrimiento y entramos en un círculo vicioso de autocompasión del que no sabemos cómo salir, se hace necesario replantearnos nuestra vida y hacer algo diferente que no hemos hecho hasta ese momento para encontrar una solución. Tenemos que empezar a darnos, a ponernos en primer lugar y a amarnos sobre todas las cosas, pues cuanto más alta esté nuestra energía, más difícil será caer en la autocompasión y el desmerecimiento. Convertirnos en víctimas y dar lástima, nunca es la solución, elevarnos y ser capaces de ver más allá, sí lo es.

No es sencillo manejar mi eneatipo  y mantenerlo a ralla es un reto diario que requiere de gran parte de mi energía. Pero no pasa nada, cuando necesito tiempo para mí, intento darme el máximo posible hasta conseguir equilibrarme de nuevo.

          Por todo ello, estoy pensando que quizá me vendría muy bien hacer mi propio “tarro de la felicidad”.



¿Qué es el tarro de la felicidad y cómo se hace?

        Es muy sencillo, elegimos un tarro de cristal de los que tengamos por casa, uno grande a ser posible, pues este año tiene 366 días y esos son muchos días para vivir experiencias bonitas que nos hagan sonreír y sentir felicidad.

          El tarro se puede personalizar y decorar del modo en el que cada cual sienta y los papelitos que necesitaremos para ir escribiendo en ellos y meterlos dentro del tarro pueden ser un papel cualquiera, o bien podemos hacer papelitos de colores y escribir en ellos lo que queremos dejar en ese tarrito. No es necesario escribir mucho habrá ocasiones que necesitemos tan solo una palabra para describir un momento sublime. Si pensamos que hemos de escribir mucho cada vez, seguramente dejaremos de hacerlo porque nos dará pereza, por tanto seremos breves y concisos en nuestros mensajes. Tampoco es necesario escribir cada día, si eso supone un gran esfuerzo podemos hacerlo solo un par de veces o tres por semana.
        

         Es un ejercicio interesante porque cuando estemos escribiendo ese mensaje, estaremos focalizándonos en las cosas positivas, a la vez que estaremos cultivando la gratitud y los buenos hábitos. Nos sentiremos bien y nuestra energía estará elevada y cuando tengamos necesidad de leerlo nos pasará lo mismo y nuestra energía, si en esos momentos nos sentimos cansados y deprimidos, se elevará y además nos ayudará a mejorar nuestro estado de ánimo. Al centrarnos en las cosas positivas de nuestra vida estaremos quitando la atención y dando por tanto menos relevancia a aquello que nos es molesto o nos produce preocupaciones. ¡Todo el tiempo que consigamos estar en gratitud, se lo estaremos quitando a la queja!

 Es más, conforme vayan pasando las semanas y nuestro frasco se vaya llenando de mensajes, iremos tomando conciencia de lo maravillosa que es nuestra vida cuando nos centramos en todo lo positivo que hay en ella.

          Tomad nota: un tarro que os guste, algún bolígrafo y papelitos. Si tenéis vena artística y preferís enrollar los papelitos sobre sí mismos para hacer una especie de pergaminos, también necesitaréis lana o algún tipo de hilo o cuerda para atarlos y que no se desenrollen…

La idea es escribir en los trocitos de papel mensajes positivos sobre las cosas que te hayan ocurrido durante el día, o la anécdota más importante y que te ha hecho sentir felicidad. Una situación, un momento, una persona con la que te has encontrado, algo agradable que te haya pasado con tus mascotas, tus plantas, etc. Aquello que haya hecho de tu día algo mejor.

Es importante que sean momentos felices o en los que hayas sentido felicidad. O también puede ser un mensaje de gratitud por el logro de un sueño o algo que te haya ocurrido que te haya hecho sentir bien, que te haya hecho esbozar una sonrisa o reír a carcajadas. También sirven agradecimientos a los miembros de la familia, ya sea nuestra pareja o nuestros hijos por algo que hayan hecho por nosotros o simplemente mostrarles nuestra gratitud por la felicidad que nos aportan.

En teoría ese tarro con todos esos papelitos con todos esos mensajes que escribimos para nosotros mismos durante todo el año, lo abriríamos a final de año para leerlos y rememorar todos aquellos momentos felices. Sin embargo yo creo que sería una buena idea abrir algún que otro papelito en esos días que, bueno, que no nos sentimos demasiado bien, que sin saber por qué (o sabiéndolo) nos sentimos tristes, sin energía, sin ganas de nada… Así, ese tarrito se convertiría en una inyección de energía, que nos daría alegría y nos haría cambiar nuestro estado de ánimo hacia otro mejor.



Hemos mencionado el término “felicidad”. La RAE nos da tres acepciones de la palabra felicidad: 

1. Estado de grata satisfacción espiritual y física.

2. Persona, situación, objeto o conjunto de ellos que contribuyen a hacer feliz. “Mi familia es mi felicidad.”

3. Ausencia de inconvenientes o tropiezos. “Viajar con felicidad.”

Hay quien dice que la felicidad son “momentos” y la identifica con placer o situaciones que te hacen vivir en el gozo o la satisfacción momentánea. Yo también lo creía, cuando solo era capaz de ver la felicidad en el afuera, e identificarla en las situaciones externas que nos aportan esos momentos de “dicha”. Sin embargo, con el tiempo descubrí que esos “momentos” de felicidad eran eso, momentos que dependen de cosas externas a nosotros mismos. Me di cuenta que hay otro tipo de felicidad que es un estado del alma y que se puede conseguir aquí en la Tierra. Hablo de esa felicidad interna que te mantiene en un estado de equilibrio y no depende de lo que esté pasando fuera. No es una felicidad efímera que depende de lo externo y manipula nuestros sentimientos y nuestras emociones en función de nuestra capacidad de ser positivos o negativos ante las cosas que nos pasan, sino un estado de paz y serenidad en el que comprendemos que todo lo que nos ocurre tiene una razón de ser y que la paz interior de cada uno no puede estar al servicio de las cosas que ocurren en el exterior, sino de nosotros mismos. Esa es la felicidad que quiero encontrar en mi interior. Sé que no será fácil, y que tendré que vivir momentos de todos los colores, pero estoy empecinada en vivir desde mi interior y desde ese estado de paz que provenga de esa “felicidad interna”.

Es un poco distinto el concepto de esa felicidad interna al de la felicidad que encontramos en las cosas del día a día, en esos momentos que nos suben el ánimo y nos hacen estar bien, pero que podemos boicotear fácilmente y perderlos con rapidez. No sé si llegáis a comprender bien el concepto de esta felicidad interna, no encuentro el modo de explicarlo mejor. Quizá se trate de un estado de consciencia en el que dejamos la lucha y abogamos por estar serenos y en paz. Eso no quiere decir que dejemos que la sociedad o cualquiera abuse de nosotros, pero siempre hay alternativas al enfrentamiento y soluciones que quizá no somos capaces de ver a primera vista, pero que desde la calma van apareciendo. Porque quizá la cuestión ya no es cómo me trata el otro (esa es su historia y su problema), sino cómo actúo yo cuando el otro me trata mal. Si decido no ponerme a su altura y entrar en un combate de egos y me mantengo lo más serena posible, podré irme con dignidad y después tomar decisiones al respecto para defender aquello que yo crea que es justo.

Os animo además a instar a vuestros familiares que también lo hagan.

Mi deseo: ¡Ojalá y el tarro se os quede pequeño de tanta felicidad y tengáis que buscar varios más!

P.D. Después de escribir el artículo, cuando me he puesto a buscar imágenes para acompañarlo he llegado a un blog en el que he encontrado que esta técnica es una técnica de educación emocional ideada por la escritora y filósofa española Elsa Punset para formar niños optimistas. Según la información de este blog, cito textualmente, “se trata de un sencillo proyecto familiar que consiste en "recolectar" los pensamientos positivos de cada miembro de la familia a lo largo del día.”

Si tenés niños o nietos y así lo deseáis, lo podéis convertir en un proyecto de familia, seguro que es muy educativo y divertido.

©Paqui Sánchez

©Paqui Sánchez