Gracias por estar aquí

Somos puentes de Luz que unen la Tierra con el Cielo

Somos puentes de Luz que unen la Tierra con el Cielo
Mostrando entradas con la etiqueta 2021. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta 2021. Mostrar todas las entradas

viernes, 31 de diciembre de 2021

GRATITUD PARA DESPEDIR EL AÑO 2021

 

Gratitud para despedir el año 2021

Dicen que se tarda 21 días en adquirir un nuevo hábito. Entonces he pensado, ¿por qué no pensar en 21 cosas que agradecer a este 2021?

¿Qué te parece la idea?

¿Me acompañas?

Sé que ha sido un año difícil, desde hace 2 años las cosas son un poquito más complicadas para la mayoría de nosotros. Privados de libertad, vulneradas nuestras leyes, abusados y obligados a pagar impuestos exorbitantes en una nueva “crisis” inducida, no solo sanitaria sino también económica y un sinfín de historias incomprensibles, incongruentes y sin sentido… Seguimos estando controlados por el miedo y continúan enfrentándonos los unos a los otros para seguir manipulándonos como quieren. Le hemos permitido al miedo que nos robe a mano armada y eso ha hecho, y lo seguirá haciendo si no le paramos los pies y le damos perspectiva, coherencia y sentido común.

No sé si podemos salirnos del juego, entre otras cosas porque vinimos a jugar y todos formamos parte de él, todo es como debe ser. Sin embargo, lo que sí podemos y debemos hacer es utilizar nuestra inteligencia para jugar a nuestra manera y no del modo en el que quieren obligarnos a hacer. Nuestras libertades están siendo coartadas, los derechos humanos quebrantados, pero aunque intenten doblegarnos, nunca podrán quitarnos una libertad intrínseca al ser humano, la libertad de pensamiento.

A pesar de todo lo que está ocurriendo, de la dificultad de este momento y de lo mal que muchas familias lo están pasando, siempre hay cosas, situaciones, momentos, personas, proyectos… por los que agradecer cada día.

Mi intención con esta propuesta es que pases hoy un maravilloso y mágico ratito contigo mismo, que aprendas a dedicarte tiempo de calidad todos los días, muy importante: sin sentir culpas, sin dejarte para el último momento. Y que esboces alguna que otra sonrisa al recordar algunos instantes de este año que te hicieron sentir bien y agradecer por algo que te pasó, o que sentiste, o que llegó, o que se fue... Porque agradecer nos hace más conscientes de la grandeza de todo cuanto nos rodea, nos enseña a valorar lo que tenemos, a sentirnos completos y a no añorar lo que nos falta. Cuando vivimos en el agradecimiento no existe un “me falta”, puesto que segundo a segundo estamos construyendo el presente que queremos vivir y entendemos que toda situación o vivencia que llega a nosotros no es buena ni mala, sino que encierra una enseñanza ofreciéndonos una oportunidad de transformación de la misma situación y de nosotros mismos.

La gratitud nos hace más grandes, nos ayuda a vivir con una vibración más excelsa, nos hace ser más conscientes de que, en lo pequeño y en lo simple se hallan los tesoros más hermosos y grandiosos, aquello que da sentido a todo.

      Comenzar y acabar el día con gratitud y agradecidos por las experiencias y las vivencias acontecidas nos ayuda a centrarnos mucho más en las cosas positivas, en que nuestra vibración sea más elevada y en que nos sintamos mejor y por ende, en atraer más situaciones, personas, cosas a las que agradecer y por las que sentir gratitud.

Al cambiar nuestra vibración vemos y sentimos todo lo que nos rodea de forma más amable y así es más fácil entregar lo mejor de nosotros mismos. Cuando regalas sonrisas, cuando entregas gratitud en cada gesto y en cada palabra, cuando tratas bien a la gente que te rodea, cuando agradeces por cada encuentro, por cada oportunidad, por cada situación, aprendes a vivir en continuo agradecimiento y la gratitud transforma nuestra vida y nuestro día a día, enseñándonos que cuanta más gratitud sentimos, más recibimos para seguir agradeciendo. La gratitud nos muestra la magia de la vida, porque somos capaces de percibir todo lo que nos acontece como un regalo del Universo.


A este año 2021 le agradezco…

1.    Agradezco cada nuevo amanecer y cada crepúsculo que me brindó este 2021, por haberlos podido contemplar y disfrutar físicamente en algunos momentos y porque al llegar el final de cada día he podido sentirme satisfecha y orgullosa de haber entregado lo mejor de mí a cada ser que se cruzó en mi camino. Quizá ese “lo mejor de mí” no siempre ha sido lo que el otro esperaba o lo que yo misma esperaba (que es más importante aún), pero era lo que tenía para ofrecer, yo también sigo aprendiendo cada día a ser mejor persona.

2.    Gracias 2021 por todas las personas (gracias a todos vosotros) seguidoras del “Mágico Despertar”. Gracias por vuestra fidelidad, por compartir momentos maravillosos conmigo, por dejaros sentir, por permitiros recibir y por darme vuestro apoyo y vuestro cariño desde hace ya más de una década. Sobre todo en este 2021 en el que la redes sociales han sido limitadas y las páginas y blogs que intentamos despertar consciencia hemos sido severamente “castigados” limitando nuestra visibilidad y perdiendo seguidores de forma fraudulenta, porque son las propias redes sociales las que eliminan esos seguidores, no la gente la que elige irse de manera voluntaria. Afortunadamente ya no valoro el tiempo que comparto con vosotros a través de las redes sociales en el número de seguidores que tiene la página o en ver cómo este aumenta, sino en mi propio disfrute al crear contenido y en interactuar con vosotros en la medida de mis posibilidades.

3.  Gracias 2021 por seguir fomentando en mí la capacidad de sentir, de maravillarme, de emocionarme, de ilusionarme, de expandirme, de acariciar almas, de agradecer y de seguir siendo yo, a pesar de todo y gracias a todo.

Y ahora, en privado, regalándome un ratito más a solas conmigo misma voy a seguir llenando mi lista de agradecimientos de este 2021 que ya tiene las horas contadas.

Gracias a todos vosotros por estar ahí, porque sin vosotros nada de lo que hago tendría tanto sentido como tiene en estos momentos.

No os olvidéis de regalaros momentos con vosotros mismos a diario. A veces no hay que hacer nada, solo dejar de hacer y acompañaros durante un ratito, en silencio, en paz, sin ninguna intención, sin ninguna pretensión, solo vosotros.

Deseo, que sea lo que sea que llegue a vuestras vidas, sepáis enfocarlo de manera positiva y extraerle todo el jugo posible y que ese jugo alimente vuestra alma y nutra vuestro corazón y os haga sentir valorados y satisfechos con vosotros mismos.

Recordad que el poder de transformaros y modelaros a vosotros mismos reside en vuestro interior y que sois los únicos que podéis conseguir tener, vivir y disfrutar la vida que deseáis.

Que sigáis persiguiendo amaneceres, acunando estrellas y despertando sueños para vivirlos intensamente.

Os deseo paz, que os sintáis en paz y que al expandir ese estado de paz brilléis vehementemente.

Y por último, os deseo que encendáis la magia que hay en cada uno de vosotros para pintar un 2022 lleno de colores, sabores, aromas, sonidos y texturas, para que vuestro Mágico Despertar esté lleno de sentidos y sentido. Porque los sentidos son los que nos conectan con la vida y si lo hacemos con sentido común, encontraremos el sentido a todo lo que nos sucede momento a momento.

Los años, son años, de ti y solo de ti depende que sean memorables. Haz que sume, haz que cuente.

¡Feliz y Próspero 2022!

©Paqui Sánchez


jueves, 4 de noviembre de 2021

TIPS PARA COMENZAR BIEN EL DÍA

 Un dormitorio al abierto en mitad del bosque para comenzar el día de forma mágica

Tips para comenzar bien el día 

¿Cómo inicias tu día? ¿Te has parado a pensar alguna vez lo importante que es comenzar bien el día? Por aquí te voy a dejar unos tips para que tu inicio de día mejore y así, cada día que comience pueda ser el mejor de tu vida.

Quizá uno de los problemas que tenemos la gran mayoría de nosotros es que nos acostamos mucho más tarde de lo que deberíamos y por la mañana estamos cansados, amén de tener poco tiempo para dedicar unos minutos a empezar bien el día. Cuando suena el despertador, salimos disparados de la cama como si se tratara de un resorte y empezamos nuestro día sin poner atención en lo que hacemos, actuando de forma automática y rutinaria, sin ser a penas conscientes de que ha empezado un nuevo día lleno de infinitas posibilidades.

Además, para más inri, una de las primeras cosas que hacemos es mirar el teléfono móvil, revisar whatsApps, mensajes y resto de redes sociales. Por tanto, quizá el primer tip para empezar bien el día tiene más que ver con cómo terminamos el día anterior más que con el inicio del mismo en sí, ya que todo está conectado.

Primer tip para iniciar bien tu día: nunca duermas con el teléfono móvil en la mesilla de noche, no lo dejes cargando en la habitación que utilizas para descansar y nunca lo utilices como despertador. Los celulares han de quedarse lo más alejados posible de los dormitorios, si puede ser apagados, nunca hay que dejarlos cargando por la noche, no hay que sacarlos del cargador y dejar éste conectado al enchufe. ¡Nunca dejes el Wi-Fi conectado cuando te vayas a la cama!

Acuéstate lo suficientemente temprano como para poder dormir las horas que tu cuerpo necesita y descansar bien. Agradece a la Madre Luna por tu día antes de dormirte. Dibuja una sonrisa en tu rostro antes de cerrar definitivamente los ojos e ir con Morfeo al país de los sueños.

Ahora sí, iniciamos con esos tips prometidos para empezar bien el día.

 

    * Programa tu despertador con tiempo suficiente como para dedicar unos minutos a iniciar tu día correctamente, sin prisas y sin carreras desde primera hora de la mañana, tus vivencias serán mucho más satisfactorias y tu día más feliz. No, no te llevará más que unos minutos.

 

    * Cuando despiertes, lo primero que tienes que hacer (después de apagar el despertador, si es que llega a sonar), es hacer unas respiraciones profundas para ponerte en conexión con tu cuerpo físico y tomar conciencia de cómo te sientes.

 

     * Una vez que te has sentido, agradece al Padre Sol por el nuevo día que comienza para ti, pídele que te llene de energía y que esa energía se distribuya por todo tu día para que cuando llegues a la cama por la noche, no te sientas agotada y abatida, aunque sea normal que estés más cansada.

 

    * Agradece además por el hecho de estar viva, de respirar, de tener la oportunidad de ser tú quien decida cómo vas a vivir el día que comienza y llenarlo de belleza. Eres libre para elegir y agradecer por todas las bendiciones que hay en tu día a día, por las cosas que han llegado a ti, por las que se han ido, por tus sueños e ilusiones. “Oh, Gran Espíritu, agradezco…”. No te olvides de pedir también una buena dosis de comprensión para entender los procesos por los que has de pasar para tu aprendizaje y empatía para saber ponerte siempre en lugar del otro antes de emitir algún juicio de valor.

 

    * Cuando apoyes los pies en el suelo, agradece a la Madre Tierra por el sustento que te da, por tu casa, por tu hogar, por tu alimento, por tu trabajo y enraízate para que tus pasos te guíen siempre por el camino correcto.

 

    * Cuando llegues al baño o encuentres el primer espejo que tengas cerca, mírate, observa a ese extraordinario Ser que te devuelve la mirada, sonríele, dale la gracias por ser cada día tu mejor versión y bendícelo con el mejor de los días. ¡Ah! Muy importante, antes de retirar la mirada de sus bellos ojos, dile que le amas. “Hoy va a ser un gran día, un día maravilloso en el que vamos a hacer pequeñas cosas grandiosas”.

 

    * Si tienes costumbre de ducharte por la mañana, permite que el agua disuelva los nudos de tu cuerpo, las preocupaciones de tu mente y el dolor en tu corazón. Permite que el dolor y las malas energías se vayan por el sumidero y construye un día lleno de magia y amor para ti. Elige tus pensamientos, llénate de positividad y dibuja una sonrisa en tu rostro que se extienda hasta tu corazón, para regocijo de tu alma.

 

    * En tu desayuno, incluye alguna pieza de fruta fresca de temporada, proteínas e hidratos de carbono saludables y frutos secos. Procura comer bien y de manera equilibrada en las 3 ingestas que hagas durante el día. No olvides bendecir y manifestar el mejor de los días mientras giras la cucharilla 3 veces para mover tu té, café o infusión. Si tomas medicamentos, tómalos entre tus manos por unos segundos y bendícelos antes de ingerirlos, dándoles las gracias por ayudarte a seguir viva y a mejorar tu salud.

 

    * Focalízate en aquello que quieres conseguir y pon en ello tu atención y tu intención, siempre de forma positiva, para alcanzar tus metas y conseguir vivir tus sueños.

 

    * Permite que las cosas sucedan con la energía bien aspectada, con fuerza y con fe. Recuerda que tu mente es muy poderosa y puede manifestar y materializar aquello en lo que pone su energía, su intención y su atención.

 

    * Y si quieres, porque es una adicción difícil de superar hoy en día, ahora puedes echar un vistazo al móvil y surfear un poquito por tus redes sociales. Controla el tiempo, porque hoy en día el tiempo vuela y sin darte cuenta podrías pasarte horas "viviendo la vida de otros", en lugar de construir y vivir la tuya.

 

    * Recuerda que un día “chungo” también es un buen día. Porque la vida es eso, un equilibrio y reajuste constante de energías. Si llega la tristeza, abrázate a ella y acompáñala, tardará menos en irse que si la niegas y la rechazas. Cualquier emoción que llegue a ti, obsérvala, dale espacio para expresarse y acompáñala.

 

    * Toma la costumbre de bendecir tu día, tu alimento y a los miembros de tu familia, amigos, vecinos… a cualquier persona que se cruce en tu camino, animales, cosas, lugares... Aprender a gradecer y bendecir cambiará tu vida y la llenará de felicidad.

 

    * Programa un poco de ejercicio en algún momento de tu día, si puede ser por la mañana antes del desayuno, mejor. Sal a caminar e inhala la energía del Universo con cada paso que des.

 

    * Si vives en la ciudad, pon plantas en tu hogar, te ayudarán a estar más feliz y bendecirán tu hogar llenándolo de buena energía y belleza.

 

          Elige alguno de estos tips para incluirlos en tu día a día, aquellos con los que más resuenes, o todos ellos si los consideras válidos para ti. Recuerda que para conseguir establecer un nuevo hábito, el ser humano necesita trabajar sobre él 21 días.

 

Si hay alguna otra cosa que consideras que sería un buen hábito, házmelo saber en comentarios y lo incluiré aquí.

 

Recuerda incluir en tu vida, en el momento del día que mejor consideres, un espacio para ti y para el silencio, hay quien lo llama meditación, yo lo llamo estar contigo. Y sea el momento del día que sea, cuando lo necesites, no dudes en mirarte al espejo, darte las gracias, decirte que te amas y darte mucho amor.

 

¡Feliz y bendecido inicio de cada día de tu vida!

 

©Paqui Sánchez

Imágenes de Pinterest. 

Imagen de una cocina cálida en tonos claros con un preciosa ventana rodeada de plantas. Ideal para iniciar bien el día con mucha luz, orden y un desayuno saludable.

©Paqui Sánchez

🌿 También puede interesarte:

martes, 5 de octubre de 2021

CUANDO SEAMOS GRANDES

 

Cuando Seamos Grandes


Cuando seamos grandes,

no nos olvidemos

que para las noches se hicieron los cuentos,

y los Reyes Magos, y los duendes buenos;

que sólo hace falta cuando llega el sueño

tener bien a mano la voz de un abuelo.

 

No nos olvidemos

que en una vereda cabe un mundo entero,

de risas y ruedas,

que no hay mar tan nuestro como el de la acequia,

que con dos pedales de una bicicleta

lo que queda lejos siempre queda cerca.

 

No nos olvidemos de las maravillas

que guardan adentro las cosas sencillas,

los viejos cajones, la flor, la semilla.

 

La vida es un viaje

y es cuestión de vida

sentarnos al lado de la ventanilla.

 

Cuando seamos grandes

va a ser muy bonito

tener como amigos a los animalitos

y gritarles cosas y entender sus gritos,

y explicar los vuelos por el infinito...

(los grandes no entienden a los pajaritos).

 

No nos olvidemos cuando seamos grandes

que un beso es un modo de quedarse en alguien,

que siempre es horario para acariciarse,

que el amor es todo,

que ternura es madre,

que hay que estar temprano cuando se hace tarde.

 

Cuando seamos grandes no nos olvidemos de la fantasía,

del sol y los juegos, y los cumpleaños,

y el circo viajero, los payasos tristes,

los muñecos buenos,

la hermosa costumbre de decir:

¡TE QUIERO!

Desconozco al autor.

Ilustraciones de Claudia Tremblay.

©Paqui Sánchez

🌿 También puede interesarte:

viernes, 26 de febrero de 2021

ALMAS GEMELAS

 


Hemos recorrido el universo durante eones,
algunas veces juntos y otras por separado.
Hemos llorado la ausencia pasajera del otro,
ocultos tras el sol de alguna lejana galaxia.

Hemos reído juntos colgados de la cola de algún cometa
y nos hemos amado ocultos tras alguna nebulosa.
Mil veces nos despedimos y otras mil nos reencontramos
y tantas otras veces pasamos uno junto al otro sin reconocernos.

Los tiempos se acortan y la evolución está llegando a su fin,
quizás este sea nuestro último viaje.
Estoy aquí, parado en este pequeño planeta
esperando que el universo disponga.

Te reconoceré, recuerdo aun tu luz, tu fragancia,
y recuerdo tu esencia que también es la mía.
Tal vez nos reencontremos en este plano,
o tal vez sea en el viaje de regreso como esferas,
viajando presurosas a través de la galaxia,
y allí juntos, jugaremos como siempre
a ver quién llega primero a nuestro hogar.

Carlos Sigg

 ©Paqui Sánchez

martes, 16 de febrero de 2021

RITUAL DE MEDITACIÓN

Ritual de Meditación

Hace unos días propuse a los seguidores de Mágico Despertar de Facebook el reto de 21 Días de Meditación en Silencio y como hay algunas personas que me dicen que no llegan a concentrarse o a conectar con ellas mismas y les está costando llevar a cabo este reto, he decidido explicaros cómo medito yo, por si os es de alguna ayuda y os puede servir de referente. Iba a publicar esta entrada como el soporte del día 6, que es en el que nos encontramos hoy, pero como se ha extendido tanto, he decidido publicarlo aquí y ponerlo de enlace en Facebook.

Os voy a dar las pinceladas de una rutina que me funciona bastante bien. Después, dependiendo del día, de mi estado de ánimo, de las energías que se muevan o cómo yo las perciba, de la fase lunar en la que me nos encontremos y de mi propio ciclo lunar…, hago algunas modificaciones, pero la base siempre es la misma.

Recordemos que Meditar significa estar presente en un estado de consciencia de paz y armonía.

Suelo meditar cuando me levanto, ¿por qué? Porque es el momento en el que mis ondas cerebrales están menos activas y eso reduce el hecho de tener que “pelear” con mis pensamientos, amén de estar mucho más receptiva a las energías. Si alguna vez no puedo hacerla por la mañana, la hago por la noche. He probado en distintos momentos del día y de la noche para ver qué me funciona mejor, te insto a hacer lo mismo, porque digan lo que digan, nuestro cuerpo nos habla y tiene sus preferencias. Tenemos que acostumbrarnos a escuchar a nuestro cuerpo y hacer lo que sintamos que va bien para nosotros al margen de las recomendaciones de los demás. Hacia el final del artículo os cuento lo que hago si mi cuerpo está alterado y necesita que le preste atención antes de empezar a meditar, porque de lo contrario, sé que no me va a permitir hacer la meditación del modo más adecuado.

 


Mi Ritual de Meditación:

Me siento en una silla o en mi zafu orientada siempre hacia el este. Ya sabéis que el Sol sale por el este y por ello este es el punto por donde entra la energía al Planeta Tierra.

Compruebo que mi espalda esté recta, porque será a través de mi columna vertebral que la energía circulará por mi cuerpo, si la energía encuentra obstáculos, se estanca y no hay un buen riego ni energético, ni de oxígenación para mis células. Mis manos, sin decirles nada, se apoyan sobre mis muslos con las palmas hacia arriba y dibujan un mudra.

 


Los pies están bien asentados sobre el suelo. Y si algún día medito en el zafu o en el sofá de casa, imagino que mis pies están pisando suave y firmemente el suelo, que simboliza la conexión con la Madre Tierra.

Cierro los ojos y hago tres respiraciones profundas para calmar mi cuerpo y empezar a conectarme conmigo misma. Cojo así el ritmo de mi respiración. Lo que mejor funciona para mí es quedarme en esa respiración. Inhalar, apnea, exhalar, apnea. Y así durante unos 20 minutos.


 

Una vez que he hecho las tres respiraciones profundas y he conectado conmigo a través de mi respiración, hago el siguiente ejercicio, que no me lleva más de un minuto o dos.

Imagino que desde las plantas de mis pies crecen unas hermosas raíces que van atravesando todo lo que encuentran hasta llegar a la Madre Tierra y encontrar su propio centro. A través de esas raíces me conecto con la Madre Cósmica y le entrego toda la energía que hay en mi cuerpo que por alguna razón no está en armonía. Le pido que la transmute para que esa energía pueda volver a mí, la energía que sí es mía y me corresponde a mí, vuele armonizada a mi cuerpo a través de esas hermosas raíces que me siguen conectando con la Madre. Le agradezco por hacer este trabajo para mí, como Madre que me cuida, me apoya, me da cobijo y me sustenta.

Entonces llevo mi atención al chakra corona que se encuentra a unos 20 centímetros aproximadamente por encima de mi cabeza y me conecto con el Padre Cielo. Siento como miles de partículas doradas descienden sobre mí. Es la energía del Padre, la energía de lo nuevo. Y me abro a recibir esa energía que me “obliga” a soltar lo viejo para que en mí pueda anclarse lo nuevo, aquello que el Universo sabe que necesito. Pido ayuda, si lo estimo oportuno, para practicar ese desapego y soltar lo que ya no tiene que estar conmigo. Esto también es lo que llamo energías “discordantes” o “disarmónicas”, que son las que le entrego a la Madre Tierra para que las transmute con su llama violeta. Ella me devuelve “limpias” las que me corresponden y envía a las que ya no lo hacen donde ella considera que deben estar. Agradezco tanto a lo que se va por todas sus bendiciones y enseñanzas, como a lo que llega para enriquecer mi vida.

Y así, conectada en un par de minutos con la energía de la Madre Tierra y la del Padre Cielo, me convierto es ese Puente de Luz, en esa energía Divina y Sagrada que une la Tierra con el Cielo. De ahí, que en el blog podáis leer debajo de la imagen que representa el paso de las estaciones y que cambio en cada una de ellas: “Somos Puentes de Luz que unen la Tierra con el Cielo”.

Ahora ya estoy preparada para mi meditación. Para centrarme totalmente en mi respiración e ir acompañándola durante los siguientes 20 minutos.

Os explico un poquito sobre el tipo de respiración que utilizo. Se trata de la respiración abdominal o diafragmática, la que hacemos de forma natural hasta que cumplimos los 3 años y que utiliza el diafragma para respirar. Eso significa que al inhalar, el aire que cogemos no se detiene en los pulmones, si no que pasará por el diafragma hasta llegar al abdomen. Este tipo de respiración, más profunda y pausada nos ayuda a reducir el estrés, al reducir el consumo de oxígeno que el cuerpo necesita, hace que la sangre sea menos ácida y que se active así la relajación del sistema nervioso. Las puertas que bloquean el nervio vago, el nervio craneal más largo, se abren restaurando las funciones de crecimiento orgánico, el cuerpo reabsorbe las hormonas del estrés y otros neuroquímicos más beneficiosos comienzan a liberarse como las endorfinas, dopamina, oxitocina, serotonina, acetilcolina. Esta respiración abdominal hace que el sistema nervioso entérico que se encuentra en la barriga (segundo cerebro del cuerpo) ordene a las neuronas estomacales que produzcan benzodiacepinas naturales (relajantes ansiolíticos endógenos) que inducen el sueño y descontracturan los músculos. Los músculos se relajan, la presión arterial y el ritmo cardíaco disminuyen, el sistema inmune se reactiva y el cerebro entra en coherencia con el corazón. Nos sentimos físicamente descansados y mentalmente despiertos. Todas estas cosas suceden en 3 minutos de respiración abdominal o diafragmática. Por todo ello, es importante que sea esta respiración la que practiquemos siempre, pero sobre todo durante la meditación o cuando necesitemos relajarnos.

No me suelo poner ninguna alarma para saber si ya llevo el tiempo necesario meditando porque mi cuerpo me avisa cuando es el momento de terminar. Pero si no es tu caso, ponte un llamador para que te diga que ya han pasado esos 20 minutos.  Puedes estar más tiempo y también menos, pero mi consejo es que te vayas regulando hasta alcanzar los 20/30 minutos al día.


¿Qué pasa con los pensamientos? Pues que están ahí, no dejan de llegar, pero al no alimentarlos acaban marchándose. Por ejemplo esta mañana mi mente decía: “Hoy voy a escribir un par de artículos sobre la Luna, fases lunares, ciclos de la mujer…”. En lugar de alimentarlos diciendo: “Perfecto, voy a enfocarlo así. Primero voy a hablarles de…, después voy a contarles esto otro… Cotejaré la información con los libros sobre la luna que compré el otro día, me va a servir mucho para…”. No hago nada de todo eso, sí, hoy voy a escribir sobre la luna; y dejo pasar el pensamiento. Cuando acabe la meditación tendré tiempo de planificar cómo voy a hacer ese artículo, qué quiero que contenga, aquello que considero que es esencial y no puede faltar…

Después de la Luna, me llega el pensamiento de escribir estas líneas para ayudaros con la meditación a aquellos que me comentáis que os está resultando difícil. Y hago lo mismo, dejo pasar el pensamiento sin alimentarlo, sin juzgarlo, sin ir más allá de observarlo y dejarlo marchar, y vuelvo a centrarme en mi respiración, porque seguramente cuando llegó el pensamiento me desconecté por unos segundos de ella.

Hay muchos trucos para no entrar en el juego de la mente, se la puede distraer de muchas formas, yo suelo utilizar la de centrarme todo el tiempo en mi respiración. Al inhalar escucho como el aire entra en mi cuerpo, pasa de mi nariz (que regula su temperatura calentándolo) a mi interior hasta llegar al diafragma y noto como se hincha mi estómago. Después de una pequeña pausa, el aire vuelve a salir por mi nariz vaciando mi estómago, mi pecho y mi nariz; y vuelve la pausa. Los pensamientos siguen llegando, pero al no darles espacio porque estoy centrada en la respiración, acaban marchándose sin más.

 

Otro truco que os comenté es centraros en la llama de una vela. Antes de empezar con la meditación, cuando preparéis vuestro espacio, prended una vela, la llama tiene que quedar a la altura de los ojos. Se trata de mirar fijamente a la llama y al centrar en ella nuestra atención, así la quitamos de los pensamientos y estos, aunque sigan estando ahí, acaban desapareciendo para nosotros porque estamos centrados en otra cosa. Si los ojos acaban por cerrarse, visualizaremos esa llama en nuestro entrecejo, y pondremos nuestra atención allí, en el tercer ojo interno.

Visualización, podemos imaginarnos en un jardín, o en aquel lugar donde nos guste mucho estar, eso también nos ayudará a relajarnos. Yo, cuando empecé a meditar hace ya muchos años, me iba a un bosque que solía frecuentar cuando estuve viviendo en Irlanda. Era un bosque muy cercano a la universidad donde estudiaba, de hecho tenía que atravesar el bosque dos veces al día para llegar a mi facultad y volver a casa. Tenía un pequeño arroyo con un diminuto puente de madera, la energía se movía de forma mágica, los seres feéricos estaban por todas partes,… En aquel lugar yo perdía la noción del espacio y el tiempo y conectaba con mi propia alma, recibía mensajes y aprendí a vivir de otra manera, con más conciencia y más conectada con mi propio ser y todo cuanto me rodea... Bueno, que me entusiasmo, solo deciros que aquel bosque, que en aquella Isla Esmeralda tan solo era un “parque”, cambió mi vida.

 

 

También podéis centraros en recitar un mantra acompañando a nuestra respiración. El más conocido, el sonido OM, que se pronuncia “Aaaaauuuuumm”, o bien “Oooooommm”. Se dice que el OM es el sonido primigenio del Universo, de él derivan el resto de sonidos y lenguas.

          Sea el momento del día que sea cuando voy a meditar y siento que mi cuerpo está demasiado activo y que si no hago algo, no voy a poder hacer la meditación, hago un ejercicio de relajación del cuerpo. Pues con el tiempo aprendí que para que el cuerpo te dé tregua, hay que prestarle la atención que merece y darle el agradecimiento que le corresponde.

Me acomodo igualmente en mi silla o en el zafu, hago las respiraciones pertinentes de las que os hablé antes y cuando ya estoy conectada con mi respiración vuelvo mi atención hacia mi cuerpo. Empezando por los pies, voy relajando cada parte de mi cuerpo y le voy agradeciendo por el servicio que me presta, por ejemplo, centro mi atención en los pies y les digo: “Queridos pies, os doy las gracias porque es por vosotros que puedo caminar y moverme libremente a todas partes. Ahora es momento de que os relajéis después de todo el día prestándome servicio.” Los muevo ligera y lentamente mientras les hablo… y voy ascendiendo por mi cuerpo de este modo, agradeciendo a todas sus partes: tobillos, piernas, rodillas, muslos, caderas, hombros, brazos, muñecas y manos; paso al troco, espalda, lumbares, dorsales, parte alta de la espalda, cuello, cabeza y mente. También podemos incluir los órganos internos.

Mucha atención a las articulaciones, ya que son extremadamente importantes  porque son las que dan movilidad a nuestro cuerpo. Por tanto, cuando vayamos haciendo ese barrido de abajo hacia arriba de nuestro cuerpo, ponemos especial atención en tobillos, rodillas, caderas, hombros, codos, muñecas y el cuello. Podemos hacer un movimiento rotativo de unos segundos cuando los mencionemos para ayudar a su relajación.

Una vez que siento el cuerpo armónico, sé que ya no me va a molestar ni a reclamar mi atención.

Entonces hago el ejercicio de conexión convirtiéndome en ese Puente de Luz entre la Tierra y el Cielo y vuelvo el resto del tiempo a mi respiración.

Y esa suele ser mi meditación diaria.

Durante este proceso de concentración en mi respiración, a veces pasan cosas mágicas. Pero no vayas con una idea preconcebida sobre lo que pueda pasar o no. Permite que la vida te sorprenda y te muestre aquello que tú debes ver, porque cada uno tenemos un propósito de vida diferente y si vamos con expectativas porque alguien nos dijo que durante sus meditaciones le pasa esto o aquello, si a nosotros no nos pasa nada de eso vamos a pensar que no lo estamos haciendo bien, o que no valemos para ello, o que por qué a nosotros no y a otros sí…

Solo medita, porque desde el primer momento que levantaste la mano y decidiste aceptar este reto, la magia ya está teniendo lugar. Y es que son esas pequeñas cosas que pasan desapercibidas y que no vemos porque nos parecen cotidianas y normales las que prenden la chispa de la magia. Es por ello que mi recomendación es: “Medita y presta mucha atención a lo que ocurre en ti, pero sin apegarte a los resultados”.

Bien, pues esto era lo que quería compartir con vosotros, como os he dicho al principio, al hacerse demasiado largo, he pensado publicarlo en el blog como un ejercicio de meditación. Así más gente podrá acceder a él si lo necesita.

Para quienes lleguéis aquí en cualquier momento de cualquier día y desde cualquier lugar, os invito a uniros  a esta práctica de meditación de 21 días, que es el tiempo que se dice que el ser humano necesita para adoptar un nuevo hábito. Si lees el artículo ahora y quieres unirte, será perfecto haya pasado el tiempo que sea desde que iniciamos con esta práctica, tan solo tendrás que empezar hoy con tu día 1 y seguir para el resto de tu vida.

Deseo de corazón que os sirva esta experiencia como base para que podáis crear las vuestras propias.

©Paqui Sánchez

©Paqui Sánchez