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Somos puentes de Luz que unen la Tierra con el Cielo

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sábado, 25 de julio de 2015

UN MENSAJE DE UN NATIVO AMERICANO GUARDIÁN DE LA SABIDURÍA





Un Mensaje de un Nativo Americano Guardián de la Sabiduría
Gregg Braden
http://www.greggbraden.com/

Civilizaciones Antiguas

Lo último que esperaba ver en una tarde de octubre explorando en un cañón remoto del área de Cuatro Esquinas en el noroeste de Nuevo Méjico, era un Nativo Americano guardián de la sabiduría caminando hacia mí en el mismo camino. Sin embargo ahí estaba, de pie en la cima de la pequeña inclinación que nos separaba en la convergencia de nuestros senderos ese día. No estoy seguro de cuánto tiempo él había estado allí. Para cuando lo vi, él estaba sólo esperando, vigilándome mientras yo caminaba con cuidado entre las piedras sueltas del sendero. El sol decreciente creaba un fulgor que lanzaba una sombra profunda a lo largo del cuerpo del hombre. Al levantar mi mano para bloquear la luz de los ojos, podía ver unos cuantos mechones de pelo a la altura de los hombros que batían contra su cara. 

El parecía tan sorprendido de verme como yo. El viento me llevó el mensaje de su voz al colocar las manos ahuecadas a los lados de su boca.

 ‘Hola’, gritó

 ‘Hola’ le respondí. ‘No esperaba ver a nadie aquí a esta hora del día’. Acercándome un poco, le pregunté ¿’cuánto tiempo has estado mirándome’?

 ‘No mucho’ respondió. ‘Vine aquí a escuchar las voces de mis ancestros en esas cuevas’, me dijo, apuntando con un brazo hacia el otro lado del cañón.

El sendero en el que estábamos serpenteaba a lo largo de una serie de sitios arqueológicos construidos casi once siglos antes por un clan misterioso de personas. Nadie sabe de dónde vinieron o quienes eran.  

Sin evidencia de la evolución de sus habilidades en el tiempo, la gente a quienes los nativos modernos simplemente llaman ‘los antiguos’ apareció un día en la historia trayendo consigo la tecnología más avanzada vista en Norteamérica durante otros miles de años.  

De los edificios de cuatro pisos de altura y perfectas kivas (estructuras ceremoniales redondas) de piedra enterradas en el suelo a los amplios sistemas de irrigación y los cultivos sofisticados que los sostenían, este lugar parece justo haber aparecido un día. Y entonces quienes lo construyeron simplemente se fueron.   
Justamente desaparecieron.

Los antiguos dejaron unas cuantas señales preciada para decirnos quienes eran. Con la excepción del arte rupestre en las paredes del cañón, no se encontraron nunca registros escritos. No hay sitios de enterramientos masivos o cremaciones, ni instrumentos de guerra. 

No obstante la evidencia de su existencia está allí: cientos de edificaciones antiguas en un cañón de once millas de largo y una milla de ancho en una esquina remota de un cañón desolado en el noroeste de Nuevo Méjico.

He ido a caminar por este sitio a menudo, sumergiéndome en la extraña belleza de la desolación abierta y sintiendo el pasado. En esa tarde de octubre, tanto el guardián de la sabiduría como yo habíamos venido a lo alto del desierto el mismo día y por la misma razón. Al intercambiar nuestras creencias respecto a los secretos allí guardados todavía, mi nuevo amigo compartió una historia.

 “Hace mucho tiempo, nuestro mundo era muy diferente de la forma en que lo vemos hoy’ comenzó el guardián de la sabiduría.

 ‘Había mucha menos gente y vivíamos más cerca de la tierra. La gente conocía el idioma de la lluvia, de los cultivos y del Gran Creador. Ellos hasta sabían cómo hablarle a las estrellas y a la gente del cielo’. 

 ‘Ellos estaban conscientes de que la vida es sagrada y que viene del matrimonio entre la Madre Tierra y el Padre Cielo. En este tiempo había un equilibrio y la gente era feliz”. 

Recordando los Regalos de Nuestros Ancestros
Yo sentí algo muy antiguo bien dentro de mí al escuchar la voz suave del hombre haciendo eco contra las piedras de arenisca que nos rodeaban. De pronto, su voz cambió a un tono de tristeza. .

‘Entonces ocurrió algo’, dijo él. ‘Nadie sabe bien por qué, pero la gente comenzó a olvidar quienes eran. En su olvido, comenzaron a sentirse separados – separados de la tierra, entre sí, y hasta del que los creó. Estaban perdidos y vagaban por la vida sin dirección ni conexión.’

En su separación, ellos creían que tenían que luchar para sobrevivir en este mundo y defenderse contra las mismas fuerzas que les dieron la vida que habían aprendido a vivir en armonía y confianza. Pronto toda la energía de ellos la utilizaban para protegerse del mundo que les rodeaba, en lugar de hacer la paz con el mundo dentro de ellos’.

Inmediatamente la historia del hombre resonó conmigo. ¡Al escuchar lo que me decía, sonaba como si estuviese describiendo a los seres humanos de hoy! Con las pocas excepciones de culturas aisladas y bolsones remotos de tradición que todavía quedan, nuestra civilización realmente se enfoca más en el mundo que le rodea y menos en el mundo interior.

Dedicamos cientos de millones de dólares cada año a defendernos de enfermedades y tratar de controlar la naturaleza. Al hacerlo, quizá nos hemos desviado aún más de nuestro equilibrio con el mundo natural que nunca antes. El guardián de la sabiduría tenía mi atención – ahora la cuestión era, ¿adónde iba él con su historia?

 ‘Aunque ellos habían olvidado quienes eran, en algún lugar dentro de ellos se mantenía el regalo de sus ancestros’ continuó. ‘Todavía quedaba un recuerdo que vivía dentro de ellos. En sus sueños en la noche ellos sabían que tenían el poder para sanar sus cuerpos, traer la lluvia cuando la necesitaran, y hablar con sus ancestros.  Ellos sabían que de alguna forma ellos podrían encontrar su lugar de nuevo en el mundo natural’. 

 ‘Al tratar de recordar quienes eran, comenzaron a construir las cosas fuera de sus cuerpos que les recordaran quienes eran en el interior. Al pasar el tiempo ellos hasta construyeron máquinas para hacer su sanación, crearon químicos para el crecimiento de las cosechas y estiraron los cables para comunicarse a largas distancias. Mientras más se alejaban de su poder interior, más atestaban sus vidas con las cosas que creían que los haría felices’.  

Paralelismo en las Civilizaciones
Al escuchar, vi los paralelismos inequívocos entre la gente de la que escuchaba y nuestra civilización de hoy. Nuestra civilización se ha impregnado de sentimientos de impotencia para ayudarnos a nosotros mismos o para lograr un mundo mejor. A menudo nos sentimos impotentes al ver como nuestros seres queridos se nos escapan cayendo en las garras del dolor y las adicciones,

Pensamos que somos impotentes para aliviar el sufrimiento de enfermedades horribles que nada viviente debía tener que soportar. Solamente podemos esperar por la paz que traerá de vuelta a nuestros seres queridos del terror en campos de batalla extranjeros. Y juntos, nos sentimos insignificantes en la presencia de una creciente amenaza nuclear mientras el mundo se alinea con las divisiones de creencias religiosas, líneas de sangre y fronteras.

Parece que mientras más nos apartamos de nuestra relación natural con la tierra, nuestros cuerpos, entre nosotros y de Dios, nos volvemos más vacíos. En nuestra vacuidad, nos esforzamos por llenar nuestro mundo vacío interior con ‘cosas.’

Cuando miramos al mundo desde esta perspectiva, no puedo dejar de pensar en un dilema similar escenificado en el filme de ciencia ficción Contacto.  El consejero de ciencias del presidente (interpretado por Matthew McConaughey) explora la cuestión fundamental que enfrenta toda sociedad tecnológica. Durante una entrevista de televisión, él pregunta si somos una sociedad mejor debido a nuestra tecnología - ¿nos ha unido más o nos hace sentirnos más separados?

La pregunta nunca se responde realmente en el filme, y el tópico pudiese llenar todo un libro en sí mismo. Sin embargo, el punto que toca el consejero – cuando pregunta cuánto de nuestro poder entregamos a nuestras diversiones – es muy bueno. Cuando sentimos que los video-juegos, las películas, las relaciones virtuales en línea, y la comunicación sin voz son necesidades y se convierten en sustitutos a la vida real y al contacto cara a cara, estas pueden ser señales de una sociedad en problemas.

Aunque los medios de entretenimiento y la electrónica parecen hacer la vida más interesante, también podían ser señales de alarma diciéndonos cuán lejos nos hemos apartado de nuestro poder para vivir vidas plenas, saludables y con significado.

Adicionalmente cuando el enfoque de nuestras vidas se convierte en cómo evitar la enfermedad en lugar de como vivir en forma saludable, cómo no tener guerras en lugar de como cooperar en paz y cómo crear nuevas armas en lugar de como vivir en un mundo donde el conflicto armado se haya vuelto obsoleto, claramente el camino en el que estamos es de supervivencia.

En un modo así, nadie está verdaderamente feliz – nadie realmente ‘gana’. 

¡Escuchen el resto de la historia!

Asuman la Matriz Divina
Cuando nos encontramos viviendo de esta manera, lo obvio sería buscar otra ruta. Y de eso trata precisamente la matriz divina y por qué estoy compartiendo esta historia.

 ‘¿Cómo termina la historia?’ Le pregunté al guardián de la sabiduría. ‘¿Encontró la gente su poder y recordaron quiénes eran?’

Ya en este momento el sol  había desaparecido tras las paredes del cañón, y por primera vez pude ver realmente con quien hablaba. El hombre curtido por el sol parado frente a mí sonrió ampliamente al escuchar mi pregunta. Él se quedó callado por un momento y entonces musitó ‘Nadie lo sabe porque la historia no ha terminado. La gente que se perdió son nuestros ancestros, y nosotros somos los que estamos escribiendo el final. ¿Qué piensa usted…?’   

Extractado de la Matriz Divina páginas 4 a 8 por Gregg Braden. Copyright © 2007 (Hay House).

Traducción: Fara González

Difusión: El Manantial del Caduceo

 
 ©Ahava Iesu

martes, 15 de abril de 2014

LOS SIETE CAMINOS INICIÁTICOS DE LA MUJER LAKOTA




LOS SIETE CAMINOS INICIÁTICOS DE LA MUJER LAKOTA

El Camino de la Belleza

Un mito sioux, el de la Mujer Búfalo Blanco describe las siete etapas que sigue la mujer en su camino hacia la autorrealización. El origen del mito Lakota es conocido como "El camino de la belleza" y es un ritual sagrado que dura toda la vida.

1. El Camino de la Hija...

Este período comprende desde el nacimiento hasta la aparición de la primera regla. Todavía es una niña, física y psíquicamente dependiente, mentalmente receptiva, que absorbe todo tipo de enseñanza, ejemplo o estímulo que se le presenta. Si todas estas influencias exteriores son apropiadas, estructuradas y emocionalmente equilibradas, la niña desarrollará el equilibrio, respeto, dignidad y autoconfianza que luego necesitará como recursos para llevar una vida en armonía con todo lo existente.

2. El Camino de la Mujer...

Abarca los años en que una mujer desarrolla la autoconfianza, aprendiendo a controlar su vida independiente de los adultos. Aprende a través de la experiencia personal, desarrolla sus propias respuestas emocionales y mentales y elige sus relaciones. Empieza a explorar su sexualidad y a construir su espiritualidad. Son los años en los que empieza a conocerse y, poco a poco, llega a ser una persona responsable y madura (en nuestra sociedad actual este período va desde la adolescencia hasta los 28-32 años).

3. El Camino de la Madre...

Desde el punto de vista espiritual, el nacimiento de un hijo es el evento más importante de la vida de una mujer; ya que entonces entra a formar parte de la comunidad espiritual femenina. Al cruzar la frontera entre la vida y la muerte con el parto es recibida en la comunidad de las matronas, donde inicia la verdadera enseñanza. En el camino de la madre, la vida espiritual de la mujer pone sus raíces y florece: no hay que olvidar que en muchas culturas antiguas el dar a luz simbolizaba para la mujer una iniciación.

4. El Camino de la Recogedora...

5.  El Camino de la Ritualista...

Ambos caminos son tan antiguos como la raza humana. Recoger es una disciplina que requiere respeto antes que nada; desarrolla poderes especiales de observación y discernimiento en el conocimiento de las estaciones, del clima, de la astronomía y de la curación. Armada únicamente de conocimiento, de intuición y de oraciones, la mujer recolecta gran cantidad de plantas y de sustancias minerales para la cocina, la magia, la higiene y la cosmética. La recogedora tiene que conocer perfectamente dónde y cuándo encontrar lo que necesita, la forma más adecuada de conservar, almacenar, preparar las sustancias y utilizarlas en condiciones que resulten eficaces e inocuas.
 
Una Mujer Medicina nativa nunca aplica el mismo remedio al mismo síntoma físico en distintos pacientes, ya que trata al ser en su totalidad. Para ella "hacer medicina" es conocer al paciente, a su familia, su condición espiritual, mental, física, ambiental y social, y cómo combinar todo esto en el proceso de curación. Una Mujer Medicina que no consigue equilibrio, responsabilidad y ser consciente puede suponer un desastre para toda la comunidad, porque el poder de la mujer es grande, y cuanto más desarrolle la disciplina y la devoción, más aumentará su poder.

6. El Camino de la Maestra Aprendiendo...

experimentando, alimentando y trabajando la mujer alcanza la edad en la cual se vuelve transmisora de sabiduría espiritual y social. Es compartiendo con los demás las técnicas, las teorías y las experiencias que ha vivido como llega a ser una maestra. Entra en la menopausia tan profunda y madura como la fruta, como la flora. El modo en que una anciana enfoque su habilidad y su sabiduría depende de la naturaleza del trabajo espiritual hacia el cual ha sido conducida. Gran parte de su enseñanza se transmite a través del ejemplo; ella es un modelo para las mujeres más jóvenes en el camino, y su presencia y esencia revitalizan y enriquecen la vida de su comunidad entera.

7. El Camino de la Sabia Alcanzada la Vejez...

La chamana entra en el período de la maestría, habiendo desarrollado una verdadera sabiduría. El sentido del equilibrio que caracteriza al universo es ahora parte profunda de ella, así como el sentido del humor. Existen otras formas de autorrealización, pero este bellísimo ritual nos recuerda que no hay que quemar etapas sino vivir con entrega y aceptación todas las experiencias que nos llegan, sean aparentemente buenas o malas, porque es lo que nos toca vivir, y probablemente es lo mejor que nos puede pasar.

A menudo las grandes enseñanzas las encontramos en las pequeñas dificultades diarias, por esto el "camino de la madre" y el de la “recogedora” son las etapas más difíciles en la vida de una mujer; es el camino de sacrificio del ego y el aprendizaje del amor no egoísta, requisitos esenciales para el desarrollo de una conciencia espiritual y cósmica. Estos siete caminos son los de toda mujer que quiere incrementar su poder espiritual a través de toda una vida, recordando que cada prueba o dificultad que vamos superando es un paso más que vamos dando en nuestro viaje hacia la totalidad.

Extracto de Clara Castelloti del libro “Madre Tierra, Hermana Luna”. Tikal editorial.


©Ahava Iesu

viernes, 12 de abril de 2013

EL CÍRCULO Y SU SIGNIFICADO, SEGÚN LOS NATIVOS




 


El círculo probablemente es el símbolo místico más usado por los nativos americanos. El conocimiento del círculo permitió a los nativos penetrar más allá del velo de la ilusión sensorial, delinear la consciencia humana y obtener un entendimiento holístico de su entorno. El círculo proporcionó discernimiento profundo sobre la naturaleza del Ser y los ayudó a lograr una unidad de la mente en forma sistemática. El misticismo de los nativos americanos tiene mucho que ofrecernos hoy en día. Como una guía para el entendimiento personal, es tan universal en nuestra época, como lo fue hace cientos de años.

Las primeras enseñanzas místicas dadas a los niños nativos se refieren a la percepción y a la ilusión. Un maestro y un grupo de jóvenes nativos pueden ir a orar y sentarse en círculo. Cada niño describe el juego de luz sobre la pluma de un águila colocada en el centro de un círculo. Descubren que hay tantos modos de percibir la pluma como hay unos puntos en el círculo. Los niños también aprenden que las percepciones individuales son mucho más complicadas que sólo la posición en el círculo.

Un nativo puede ser corto de vista mientras otro puede ser hipermétrope. Muchos están a la mitad. Algunos pueden ser daltónicos y otros estar completamente ciegos. Todos perciben la pluma de una manera distinta debido a diferencias individuales en sus sentidos.

Aún a otro nivel, el psicológico, cada nativo ve la pluma en forma única. A un nativo puede ayudarle a hacer tocados de plumas para el jefe, otro puede ser alérgico a las plumas y un tercer nativo puede mostrarse indiferente respecto a las plumas.

Mediante este simple ejercicio con el círculo, los nativos enseñaban a sus niños que existe un número ilimitado de formas de percibir cualquier cosa. Toda percepción sensorial es ilusoria. Lo que es importante, no es la naturaleza real de lo que se percibe, sino el entendimiento de nuestras percepciones y las de nuestros hermanos y hermanas.

Este círculo o Rueda de la Medicina como es llamado, es el Universo Total y puede ser entendido como el espejo en el que la consciencia del hombre se refleja.

"El Universo es el Espejo de la Gente", dicen los viejos maestros.
. . . "y cada persona es un Espejo para toda persona".

Cada idea, persona y cosa puede ser vista como un espejo que da al hombre la oportunidad de descubrirse a sí mismo -si éste desea ver su propio reflejo.


 
LOS PODERES

El misticismo de los nativos americanos enseñaba que cada cosa dentro de la Rueda del Universo, excepto el hombre, sabe acerca de su armonía con todas las otras cosas. Sólo el hombre nace con una perspectiva fragmentada del mundo. Para lograr la armonía debe procurar entender su propio reflejo en los Cuatro Grandes Poderes de la Rueda de la Medicina.

A los nativos se les enseñaba que al nacer cada persona está dotada con por lo menos uno de los Cuatro Grandes Poderes: sabiduría, inocencia, iluminación o introspección. El propósito de la existencia espiritual del hombre es obtener los Dones restantes y llegar a ser una persona completa.
Los nativos simbolizaron cada don mediante una dirección cardinal, el reflejo de un animal y un color. Por ejemplo, existe Gente-Búfalo, Gente-Ratón, Gente-Águila y Gente-Oso.

Si visualizamos entonces un círculo con una cruz interna, observaremos cómo se configuran en él, estos cuatro puntos cardinales de la siguiente manera y a saber:

* NORTE
. Gente-Búfalo
. Sabiduría
. Blanco

* SUR
. Gente-Ratón
. Inocencia
. Verde

* ORIENTE
. Gente-Águila
. Iluminación
. Amarillo

* OCCIDENTE
. Gente-Oso
. Introspección
. Negro

Una persona Búfalo nace con el don del intelecto. Su percepción del mundo es primariamente mental. Al igual que el viento del norte y la nieve; sin embargo, una persona Búfalo es fría. Su intelecto le hace una persona sabia, pero sin sentimientos. Una persona Búfalo debe tratar de incluir su corazón en sus decisiones. Primero debe buscar el don del Sur.

Una persona que nace sólo con el don del Sur, percibe el mundo como un Ratón. Debido a sus hábitos, los ratones tienen una relación de contacto y sentimientos íntimos con la Tierra, pero no pueden ver más allá de su visión inmediata.

La Gente-Ratón no puede entender todo lo que ve y siente porque no puede conectar sus experiencias con el resto del mundo. Una persona Ratón puede buscar primero el don del este, la visión hipermétrope del Águila.

La Gente-Águila puede ver claramente, por todas partes y el futuro. Aunque es muy perceptiva, entiende poco lo que ve. La Gente-Águila está "por arriba de todas las cosas" y rara vez toca la Tierra. Se relaciona principalmente con las experiencias externas y tiene poco conocimiento sobre el mundo interno. Una persona Águila debe buscar los dones del Norte, del Sur y del Oeste.

La Gente-Oso del Oeste es introspectiva. Tiende a repasar las mismas ideas una y otra vez en su mente. La Gente-Oso tiene la capacidad de ver dentro de sí misma, pero está tan ocupada con las realidades internas que fracasan en ver, entender y ponerse en contacto con el mundo exterior. Debe buscar los Poderes restantes para conseguir la armonía y el equilibrio.

Para determinar cuáles de los Cuatro Poderes eran innatos y cuales se adquirían, los nativos adultos evaluaban cuidadosamente el comportamiento de los niños y sus relatos sobre sueños y visiones.

Cuando el niño alcanzaba la adolescencia, los mayores tenían un entendimiento exacto de su lugar de origen en la Rueda de la Medicina. Construían un escudo representando el don de origen de la joven persona y los Poderes que debía buscar para llegar a ser una persona completa.

Esencialmente, el escudo era el mapa de la consciencia del joven que llevaba a todas partes y lo exhibía ante los otros para que lo vieran. De esta manera, los compañeros de búsqueda sabrían acerca de los Poderes y las debilidades inherentes de unos y otros y podían ayudarse mutuamente en su búsqueda espiritual.

Los escudos unieron a la gente nativa con una filosofía común y una meta común de vivir en armonía con todas las demás cosas en el Universo.

Los nativos americanos descubrieron la universalidad del círculo debido a su estrecha relación con las fuerzas de la naturaleza. El símbolo del círculo les proporcionó un entendimiento holístico de su entorno físico y un sentido de inmortalidad.

Para el nativo americano, todo lo que hace el poder del mundo es hecho en un círculo.

Alce Negro, un Hombre Sagrado de los Siux de Oglala explica:

"El Cielo es redondo y he oído que la Tierra es redonda, como una pelota al igual que todas las estrellas. El viento, en su mayor magnitud da vueltas. Las aves hacen sus nidos en forma de círculos, para ellas es la misma religión que la nuestra. El Sol aparece y desaparece también en círculo, la Luna hace lo mismo y ambos son redondos. Incluso las estaciones forman un gran círculo conforme cambian y siempre regresan nuevamente al sitio en el que estaban. La vida del hombre es un círculo desde su infancia a otra y así es, en todas partes donde se mueve la energía. Nuestros tipis eran redondos y éstos, siempre se colocaban en círculo, el aro de la nación, un nido de muchos nidos, donde el Gran Espíritu se propusiera formar a nuestros niños.

Michael Bukay

  

 ©Ahava Iesu