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Somos puentes de Luz que unen la Tierra con el Cielo

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miércoles, 11 de diciembre de 2024

El arte del Kintsugi



El arte del Kintsugi

            Rotos, llenos de heridas que todavía se abren y sangran, nos vemos en la necesidad de atendernos y repararnos continuamente con la intención de que esas laceraciones de la piel o del alma cicatricen y sanen intentando mantenernos estables aunque estemos quebrados, porque nos han enseñado a ser fuertes y no cabe otra opción más que mantenerse firmes y enteros.

          Fisuras, grietas y fracturas capaces de fragmentarnos en mil pedazos mostrándonos nuestra fragilidad y vulnerabilidad extrema.

Si bien es cierto que una vez rotos no volvemos a ser los mismos que fuimos, tampoco podemos olvidar que hoy ya no somos la misma persona que fuimos ayer, esta mañana o hace tan solo un instante. Nuestras cicatrices cuentan historias, crean recuerdos, imprimen huellas que nos hacen mucho más valiosos y especiales. Reconocernos como imperfectos y aceptar el daño causado por los avatares de la vida nos convierte en la persona que somos en este momento, con unas experiencias particulares y un bagaje propio.

En una sociedad en la que prima lo “bello” y todo es efímero, hemos de aprender que no pasa nada por rompernos, que nuestras cicatrices no nos afean, sino que nos convierten en alguien más auténtico, más genuino, más bello si cabe. El paso de la vida va dejando una impronta sobre el cuerpo y el alma y tan solo de nosotros depende que hagamos de esa huella algo único y especial.


          ¿Has pensado alguna vez en lo perfecta que es la imperfección? Somos seres perfectamente imperfectos. Y ahí caben arañazos, heridas, fisuras y roturas varias, amén de la capacidad para restaurarnos una y otra vez.

          A veces, cuando la oscuridad te abraza convirtiéndose en la noche oscura del alma, solo a través de tus grietas se arroja nueva luz a tu ser. Por esas fisuras se cuela la luz que te alumbra y puede ser que te hayas roto por dentro tan solo para que esa luz que eres se muestre, y si la habías perdido vuelva a brillar con toda su intensidad. Convirtiéndote incluso en un faro de luz para quienes te rodean, aun sin saberlo.

         Seguramente, esa restauración de piel y alma nos transforme de forma milagrosa en una mejor versión de nosotros mismos, otorgándonos un valor incalculable.

          Existe una antigua práctica japonesa que consiste  en utilizar polvo de oro, plata o platino, mezclado con resina, para reparar objetos de cerámica, que por circunstancias se han roto dando lugar a un gran número de teselas que, como en un puzle, hay que ir colocando con delicadeza, paciencia y mucho amor para que cada una de ellas vuelva al lugar que le corresponde. El oro se usa para soldar los fragmentos de la pieza quebrada, obteniendo como resultado final una pieza diferente, pero mucho más valiosa que la original, no solo por la presencia del metal precioso, sino por lo extraordinario, único e irrepetible del objeto resultante. A esta técnica ancestral nipona se la conoce con el nombre de Kintsugi.

           

    El proceso de reparación consiste en cuatro fases:

ü 1º Limpieza meticulosa de las piezas rotas.

ü 2º Las piezas se unen entre sí utilizando una laca resistente. Mostrándonos la importancia de la paciencia y la espera, pues estas piezas no se unen de manera inmediata, requieren tiempo para ensamblarse de nuevo.

ü 3º Las grietas se rellenan con polvo de oro, plata o platino mezclado con laca.

ü 4º Una vez unida la pieza fracturada se procede al pulido de la misma. Trabajo minucioso que se lleva a cabo para resaltar los detalles dorados o metálicos.

¿Sabes por qué se convierten en piezas únicas? Porque nunca dos objetos podrían romperse de la misma manera, por tanto, el resultado final siempre será el de obras de arte singulares, extraordinarias, únicas y muy apreciadas.

La palabra “kintsugi” se escribe con el kanji 金 継 ぎ, que respectivamente significa “oro” (金) y “arreglo” (継 ぎ). Se podría traducir como “fijación de oro”, “parche dorado” o “unión con oro”. Esta técnica está muy vinculada a la filosofía japonesa del wabi-sabi, que valora la belleza de la imperfección, lo transitorio y lo incompleto.


Este arte, también llamado el “arte de la imperfección”, no solo restaura el objeto, sino que lo embellece, al poner un énfasis especial al resaltar sus grietas. El kintsugi nos invita a valorar las imperfecciones mostrándonos que aceptar las cicatrices que la vida va dibujando en nuestra piel y en nuestra alma forma parte de nuestra propia historia y nos confiere una belleza única y extraordinaria. Porque al igual que una pieza de cerámica, dos hombres aunque se rompieran por las mismas circunstancias, nunca lo harían de la misma manera. Esta filosofía de vida nos enseña tanto a aceptar aquello que nos acontece para vivir mejor, como a ser resilientes.

Aceptar no significa estar de acuerdo o vivir resignado con alguien o con alguna situación, sino ver las cosas como son, sin negarlas o distorsionar los hechos. Nos invita a liberar la resistencia y el sufrimiento asociado a la lucha, e implica también ser amables con nosotros mismos, especialmente cuando somos conscientes de haber fallado, cometido un error o no haber cumplido con nuestras propias expectativas. Recuerda que la culpa no te aporta nada positivo y flagelarte por sentir culpabilidad tampoco, si reconoces haber cometido un error con alguien o que podrías haberlo hecho mejor, asimílalo y sé lo suficientemente honesto contigo mismo y ten la humildad y el valor necesario para pedir perdón y perdonarte.

Cuando aceptamos nuestras circunstancias, el proceso que nos toca vivir, las situaciones que nos acontecen, el comportamiento o reacción de otras personas… dejamos la lucha rindiéndonos al proceso, abrazando el momento presente tal cual es. La aceptación te transforma, cuando aceptamos lo que es, dejamos de sufrir.

La aceptación es el acto consciente de permitir lo que es, sin resistirse, juzgar o desear que las circunstancias fueran diferentes. Es hacerte consciente reconociendo y abrazando la realidad tal como se presenta, con todos sus altibajos, sin luchar contra lo inevitable. Como la vida misma.

Eckhat Tolle lo define  muy bien en esta frase que reza: "La paz llega cuando aceptamos las cosas tal como son, no como deseamos que fueran."

La aceptación es un proceso que se aprende con la práctica, ya que implica cambiar nuestra relación con los pensamientos, las emociones y las circunstancias externas.

Y, ¿qué es la resiliencia? Esta palabra que se ha puesto de moda en los últimos tiempos y que escuchamos por todas partes y no sabemos muy bien qué significa:

Resiliencia: Capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos.

Esta es una de la acepciones que nos regala el diccionario sobre la resiliencia, por tanto, una persona resiliente es aquella que a pesar de las circunstancias adversas o situaciones desagradables que pueda atravesar, posee la capacidad de enfrentarlas y superarlas con efectividad, transformando esa realidad para finalmente alcanzar sus objetivos saliendo más fortalecido de la situación, toda vez que mantiene su bienestar emocional y equilibrio mental.

          Ser resiliente no significa “ausencia de dificultades”, sino que es el arte o la habilidad de transformar esas dificultades para gestionarlas de manera constructiva y obtener un aprendizaje positivo de ellas.

          La resiliencia nos da la capacidad para ser flexibles y adaptarnos a los cambios, toda vez que se encuentran soluciones a los problemas. Si abordamos las situaciones a superar con inteligencia emocional (tenéis un artículo publicado sobre este tema en el blog), nos resultará más sencillo encontrar un enfoque positivo sin dejar de ser realistas ante la situación por la que estemos atravesando, amén de una gran confianza en nuestras habilidades y recursos para superar la susodicha situación adversa.

          La resiliencia no es una característica de algunas personas, es una habilidad que mejora con la práctica y que todos podemos adquirir y desarrollar.


El kintsugi, nos ayuda a transformar la rotura en algo único y valioso, mostrándonos así, cómo los desafíos que encontramos en nuestro día a día pueden embellecer nuestra vida y darle sentido a nuestra existencia.

Realzar nuestras heridas y cicatrices en lugar de avergonzarnos de ellas o querer ocultarlas, nos transforma y nos convierte en alguien único y especial, en nosotros mismos, en quienes realmente somos cuando nos aceptamos al 100%.

Hemos de comprender que somos parte de luz y parte de oscuridad y en esos momentos oscuros, en las heridas, en las cicatrices, en lo que nos duele, en las experiencias, en los fracasos, se encuentran nuestros aprendizajes, a su vez, no debemos olvidar que esa parte oscura nos ayuda a ver mejor la luz que somos y que iluminarla para hacerla brillar no tiene el porqué ir acompañado de sufrimiento. Sí, las transformaciones son dolorosas, pero ese dolor transformador acaba diluyéndose en nosotros quedando como parte de un proceso y un recuerdo, sin embargo el sufrimiento podría ser eterno y emponzoñarnos el alma. El sufrimiento no ayuda, no edifica, no construye, sino que nos impide ver la luz y la esperanza que está aguardando por nosotros.

De cada uno depende dejar sangrar sus heridas, o aprender de su dolor y permitir que las cicatrices te ayuden a crecer y a abrir tu consciencia. Los errores del pasado no van a desaparecer y llorarlos sólo te ayudará a desfogarte en un momento determinado, pero no aportará soluciones. Se trata por tanto, de aceptar el daño (como en la pieza de cerámica) y buscar las soluciones para soldarte de la misma manera que se suelda la pieza de la taza rota convirtiéndose en una nueva pieza.

En esta sociedad de usar y tirar, donde todo parece ser fácilmente reemplazable o sustituible, hemos olvidado el valor de la permanencia y la reparación. Preferimos descartar los objetos rotos o desgastados sustituyéndolos por otros sin pensar en su historia.

Esta mentalidad de sustitución rápida se refleja en la cantidad de basura que generamos, acumulando desechos que se convierten en una huella de nuestro consumismo. Sin embargo, el arte del kintsugi nos recuerda que la belleza y el valor no están en la perfección, sino en las cicatrices que se obtienen a través del tiempo. Cada grieta, lejos de ser un defecto, es una parte esencial de la historia de un objeto, y con el kintsugi, se celebran esas imperfecciones. En un mundo donde todo es desechable, este arte nos invita a valorar lo que se puede reparar, lo que tiene historia, y a encontrar belleza en la fragilidad y la resistencia.

Nunca olvides que tú también puedes repararte y que tus quiebres, heridas e imperfecciones son precisamente la historia que viniste a vivir para tu aprendizaje y evolución como alma.

Deseo que tu paseo por esta vida de perfecta imperfección esté lleno de alegría y sepas encontrar la felicidad en cada momento.

©Paqui Sánchez

Paqui Sánchez

lunes, 2 de diciembre de 2024

LECHE DORADA Y PASTA DE CÚRCUMA

 

Leche dorada y pasta de cúrcuma

También conocida como “Golden Milk” o "Haldi Doodh", es una bebida tradicional de origen indio a la que se le atribuyen numerosos beneficios en la medicina ayurvédica.

Su ingrediente principal es la cúrcuma, una especia conocida por sus propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y antibacterianas. Los compuestos de la cúrcuma, llamados curcuminoides (la curcumina, la demetoxicurcumina y la bisdemetoxicurcumina), son los que le otorgan sus grandes propiedades medicinales.

Otros ingredientes con los que se suele combinar, además de la leche o bebida vegetal, son la pimienta negra (que mejora la absorción de su principio activo, la curcumina) y otras especies como la canela, el jengibre, cardamomo y/o clavo.

Ayuda a fortalecer el sistema inmunológico, a mejorar la digestión, a reducir la inflamación y favorecer el descanso al promover la relajación.


Te cuento cómo se prepara la leche dorada.

Ingredientes:

* 1 taza de leche o bebida vegetal

* 1 medida de cúrcuma

* ½ medida de jengibre

* ½ de canela

* ¼ de pimienta molida

* ¼ de clavo

* una cucharadita de miel si necesitas endulzarla.

Preparación:

          Tienes dos opciones:

Ø     Una es calentar la leche o bebida vegetal y antes de que hierva añadir las especias, mezclar bien y cocinar durante 3/5 minutos sin dejar de remover. Colar la bebida si has utilizado algún ingrediente fresco. Endulzar, de ser necesario, y tomar caliente.

Ø      La otra opción es preparar las especias y tenerlas listas en un tarrito de cristal ya mezcladas, calentar la leche o bebida vegetal elegida y añadir media cucharadita del preparado (o la cucharada entera, según lo potente que te guste), mezclar bien. Servir y tomar caliente endulzándolo o no.

Yo tengo mi preparado de “polvitos” y así, cuando veo que necesito reforzar mis defensas o el cuerpo me lo pide, me elaboro la leche dorada al momento, bien sea por la mañana, a media tarde o por la noche.

Cómo hacer tu botecito de leche dorada:

* Prepara un tarrito de cristal reciclado de los que tengas por casa, no es necesario que sea muy grande, salvo que quieras hacer una gran cantidad, con uno tipo mermelada es más que suficiente. Límpialo bien.

* Cógete como referencia una unidad de medida, según la cantidad que quieras preparar.

* En el tarro limpio añade cada una de las especias manteniendo esta proporción: por una parte de cúrcuma, media de canela, media de jengibre, un cuarto de pimienta y otro de clavo.

* Cierra bien el tarro y agítalo para mezclar bien las especias entre sí.

Y ya estaría, así lo tienes listo para usar cada vez que quieras prepararte una taza de leche dorada.

Si te gusta dulce, una vez listo, puedes añadir una cucharadita de miel, es lo que mejor le queda (o cualquier otro endulzante de tu gusto). Yo no le pongo porque me sabe bien sin endulzar, la propia lactosa de la leche y la canela ya le aportan dulzor, y con la bebida vegetal me pasa igual (suelo consumirla de frutos secos), pero como cada paladar es un mundo, lo dejo a tu elección. Cuanta menos azúcar refinada o disfrazada ingieras, mejor para tu salud.

Se recomienda no tomar más de 1 cucharadita al día.

¿Cuáles son los beneficios de consumir leche dorada?

Pues muchísimos porque todos sus ingredientes le aportan beneficios y actúan en sinergia entre ellos. Los cuatro ingredientes principales son la cúrcuma, el jengibre, la canela y la pimienta negra.

La cúrcuma es antiinflamatoria, antioxidante (es rica en polifenoles), antibacteriana, anticancerígena, mejora la digestión, fortalece el sistema inmunológico, tiene propiedades antisépticas y es neuroprotectora. Actúa como un excelente antibiótico natural.

El jengibre, cuyo compuesto bioactivo es el gingerol, también actúa como antiinflamatorio y antioxidante, ayuda a mejorar la circulación sanguínea, promueve la salud cardiovascular y tiene asimismo propiedades digestivas, alivia las náuseas y refuerza el sistema inmune.

La canela ayuda a mantener niveles saludables de glucosa, mejora la sensibilidad a la insulina y reduce el riesgo de diabetes tipo 2, además de tener propiedades antimicrobianas. Actúa de endulzante natural.

La pimienta negra también tiene un principio activo, la piperina. Ésta ayuda a activar la curcumina mejorando su absorción, además de aumentar significativamente la biodisponibilidad de la curcumina. La cúrcuma por sí sola tiene una biodisponibilidad limitada ya que se metaboliza y elimina del cuerpo de forma rápida. Sin embargo, la piperina inhibe ciertas enzimas hepáticas, reduciendo así la descomposición de la curcumina y aumentando su concentración en el cuerpo hasta un 2000% más. Es por ello que combinar la cúrcuma con pimienta negra es esencial para maximizar sus beneficios. ¿Cuánta cantidad? Pues se dice que un 1% del peso de la cúrcuma que vaya a utilizarse es suficiente. Un cuarto de medida de pimienta por cada medida de cúrcuma, es decir, si utilizas una cucharada de cúrcuma, hay que poner una puntita de pimienta (1/4).

Hay varios tipos de beneficios que nos puede aportar el consumo de leche dorada:

v Antiinflamatorios:

ü Ayuda a reducir la inflamación en el cuerpo.

ü Reduce los dolores articulares y crónicos.

ü Reduce el dolor muscular cuando practicas deporte, ayudando a la recuperación del músculo.

ü Ayuda con los trastornos menstruales, enfermedad de Crohn, enfermedades del intestino, colon irritable, colitis, artritis, síndrome del túnel carpiano, obesidad…

ü Reduce la hinchazón y el malestar.

v Antioxidantes y antisépticas:

ü Combate los radicales libres.

ü Frena el estrés oxidativo.

ü Apoya a la salud celular y a la piel.

ü Útil para curar heridas (cúrcuma).

v Mejora la salud digestiva:

ü Favorece la salud intestinal.

ü Regula la flora intestinal.

ü Alivia los problemas digestivos.

ü Previene la acidez y calma el ardor de estómago.

ü Alivia las náuseas.

v Promueve la relajación.

ü Mejorar el estado de ánimo.

ü Mejora el sueño y favorece el descanso.

ü Reduce el estrés y aumenta la producción de serotonina.

ü Se utiliza como antidepresivo para tratar la tristeza, la depresión y la infelicidad.

v Fortalece el sistema inmunológico.

ü Propicia las defensas naturales.

v Neuroprotectora:

ü Puede beneficiar la memoria y proteger contra enfermedades neurodegenerativas.

Ayuda a combatir resfriados, gripes o procesos catarrales. Amén de ser efectiva en el tratamiento de afecciones oculares degenerativas e inflamatorias (en enfermedades como la esclerosis múltiple, la psoriasis, problemas de acné o la artritis reumatoide). Incluso hay un estudio que dice que mejora los problemas de colesterol alto y los triglicéridos.

 El consumo de la cúrcuma puede tener alguna contraindicación a tener en cuenta:

·       Podría causar problemas biliares (cálculos o trastornos relacionados con la vesícula biliar).

·       Puede interactuar con algunos medicamentos teniendo un efecto anticoagulante. No tomar antes de una intervención quirúrgica o si se toman anticoagulantes (sintrom).

·       Puede producir diarreas, nauseas o dolor de estómago. Si esto te sucede, reduce su consumo y si persiste, elimínalo.

·       Puede interactuar con algunos medicamentos como los antidiabéticos o los que afectan al hígado. Tenlo en cuenta si padeces diabetes, hígado graso o cirrosis. Al actuar regulando el azúcar en sangre, puede causar hipoglucemias combinados con medicación, por tanto hay que estar atentos por si hay que modificar su ingesta. Si esto ocurriera consúltalo con tu médico para que te regule la medicación.

·       Se desaconseja su uso en mujeres embarazadas y lactantes.


¿Es lo mismo la leche dorada que la pasta de cúrcuma?

Bueno, una sería versión “polvo” y la otra en pasta. Difiere en la preparación, pero los efectos son los mismos, ya que los ingredientes también lo son. Con la diferencia de que la versión en polvo no tiene caducidad inmediata (y no se le añade la grasa) y la pasta de cúrcuma duraría unas 2/3 semanas en la nevera.

Te enseño a prepararla y tú decides cuál prefieres hacer.

Pasta de cúrcuma, pasta dorada o Golden paste

Ingredientes:

* 100 ml de agua filtrada o mineral.

* 70 g de cúrcuma en polvo.

* ¼ cucharadita de pimienta negra.

* 2 cucharaditas de jengibre en polvo

* 1 cucharadita de canela

* 15 ml de aceite de coco, de oliva o ghee.

* 2 semillas de cardamomo y/o 1 cucharadita de clavo molido (opcional).

Preparación:

En una cacerola pequeña o un cazo se mezcla la cúrcuma con el agua y el resto de especias, excepto el aceite. Se cocina a fuego medio/bajo, removiendo constantemente hasta formar una pasta espesa. Se hace muy rápido.

Cuando se saca del fuego se le añade la grasa que hayas elegido y se mezcla muy bien. La grasa ayudará a que la cúrcuma se absorba mejor, ya que la curcumina es lipofílica y se disuelve mejor en grasas, facilitando a su vez la asimilación en el cuerpo y aumentando su biodisponibilidad. Así, se optimizan sus beneficios antiinflamatorios y antioxidantes mucho mejor.

Se envasa en un frasco de cristal y se deja enfriar bien. Una vez fría se cierra herméticamente y se conserva en el frigorífico. Tiene una duración de 2/3 semanas.

Se puede utilizar para hacer leche dorada o añadir a las comidas o bebidas. Se recomienda no tomar más de 1 cucharadita al día.

Yo nunca he hecho la pasta de cúrcuma, y al polvo no le añado grasa cuando la tomo porque creo que la grasa de la leche o de la bebida vegetal (ya os he dicho que suelo consumirla de frutos secos), ya le aporta la grasa que necesita. También se puede consumir con algunos frutos secos (10 g sería suficiente aporte de grasa) para activar la curcumina, o si lo deseas añadir un poquito de aceite de coco (también aporta dulzor), de aceite de oliva o ghee a la leche o bebida vegetal elegida cuando está caliente.

Cuando se me acabe mi mezcla de “polvitos” mágicos, probaré a hacer la pasta a ver qué tal resulta. Si la haces o sueles consumirla, cuéntame tu experiencia.

¿Qué prefieres los “polvitos” dorados o la pasta dorada?

Espero que si decides hacer la receta, sea de tu agrado y la disfrutes mucho.

Gracias a las personas que comparten imágenes tan bonitas para acompañar los artículos.

©Paqui Sánchez

©Paqui Sánchez

viernes, 29 de noviembre de 2024

CRÓNICA DE UNA DANA: LA GOTA FRÍA EN VALENCIA

 

Crónica de una DANA: La gota fría en Valencia

(29 de octubre de 2024)

Decidí escribir este artículo para ofrecer información algo más detallada a las personas que me consultasteis debido a la catástrofe producida por la DANA que azotó principalmente el sur de Valencia el pasado 29 de octubre.

El artículo lo escribí a principios de mes, con el infortunio de que no se guardó y perdí gran parte de la información que había compilado y redactado durante diversas horas de trabajo y dedicación.

Después de varios intentos abocados al fracaso, esta semana decidí retomarlo y llevo unos días hilando palabras y párrafos para ver si queda la mitad de bien que lo hizo el primero.

Dicen que “Breve y bueno, dos veces bueno”, pero a mí me gusta explayarme y contar las cosas con pelos y señales. Quizá no sea tan “bueno” por no ser “breve”, pero espero que os guste igualmente y os quedéis hasta el final.

Como el blog se lee desde distintas partes del mundo, aprovecho para dar las gracias por ello, he redactado esta publicación para que cualquier persona pueda entender cómo funciona el sistema de precipitaciones en la cuenca del Mediterráneo español.

Seguro que estos días pasados habéis escuchado con frecuencia la mención de la palabra DANA. Pero… ¿Qué es una DANA?

Voy a intentar explicarlo de forma sucinta y clara.

El término DANA, acrónimo de Depresión Aislada en Niveles Altos, se acuñó a principios de los 2000 para diferenciarlo de “gota fría”, al parecer el nuevo vocablo era más “preciso” que el utilizado hasta el momento.

Según dicen algunos expertos la expresión “gota fría” era “científicamente inexacta y limitante”, por tanto surgió la necesidad de encontrar una terminología más rigurosa y descriptiva, “que permitiera no solo comprender mejor el fenómeno, sino también anticiparlo con mayor precisión”. Así nació el concepto de DANA.

Bien, pues aunque no soy experta en climatología ni en meteorología, sí soy licenciada en Geografía e Historia, con especialidad en Geografía y en mi más humilde opinión, las dos palabras describen el mismo fenómeno meteorológico, por consiguiente, ambos términos se puede utilizar de forma indistinta aunque el de “gota fría” esté quedando en desuso (que por cierto, es mi preferido), no sé si con la intención por parte de algunos de hacer del término DANA algo “nuevo”, que no lo es, o simplemente por nuevas tenencias.

Avenida del Ebro por Zaragoza en 1871  Grabado de Laporta. Fuente: Newtral.

El vocablo DANA es relativamente reciente, pero el fenómeno que describe lleva azotando a la zona del Mediterráneo español durante cientos y cientos de años. De hecho, según he leído, hay vestigios históricos de gotas frías documentadas desde el siglo XI[i],  aunque las más cercanas datan de los siglos XVIII y XIX, algunas de ellas recogidas en grabados de la época.

Una gota fría es un fenómeno meteorológico mediante el cual una masa de aire polar muy frío queda aislada circulando a altitudes muy elevadas, al chocar este aire frío con el aire más cálido y húmedo en superficie, en este caso en el mar Mediterráneo, se genera una gran inestabilidad atmosférica que deriva en fuertes tormentas convertidas en lluvias torrenciales de gran intensidad horaria.

Dicho de otra manera, para que se forme una gota fría tienen que concomitar dos procesos al mismo tiempo, uno se da en altura y el otro en superficie.

1º. Necesitamos una masa o embolsamiento de aire frío en altura, normalmente se produce en las capas altas de la troposfera (a unos 5.000/9.000 metros de altura), esa masa de aire frío en niveles altos se encuentra aislada de las corrientes principales de la atmósfera, separándose de la circulación general del jet stream o corriente en chorro. Este desprendimiento de aire frío en altura carece de reflejo en superficie, es decir, no se puede ver un sistema de baja presión en superficie en un mapa de isobaras, lo cual dificulta saber el comportamiento que pueda llegar a tener. Si te preguntas el porqué de ese embolsamiento de aire frío, es debido a que ese jet stream también conocido como corriente en chorro, que circula por las altas capas de la troposfera presenta ondulaciones o meandros y cuando éstas son muy pronunciadas, pueden llegar a estrangularse y separarse de la corriente en chorro dando lugar a esos famosos “embolsamientos de aire frío” o “gota fría” (ya que al ocluirse tienen forma de gota), cuya circulación gira en sentido antihorario en el hemisferio norte y horario en el sur.

2º. Por otro lado, en la superficie hemos de encontrarnos con una masa de aire mucho más cálido y húmedo. En este momento el agua del mar Mediterráneo está 2,5 grados por encima de lo que le correspondería para esta época del año, es una diferencia importante. Ese aire cálido y húmedo propicia que se genere mucho vapor de agua que, al ser empujado por el viento del este, choca con los relieves cercanos a la costa condensándose y convirtiéndose en agua y ésta finalmente en precipitación.

El momento más propicio para que esto ocurra es a finales del verano y principios del otoño porque es cuando la temperatura del agua del mar está más alta y por consiguiente hay mayor contraste térmico. Si la masa de aire de la superficie estuviera más fría, el fenómeno no tendría la misma virulencia que si se trata de una masa de aire cálida porque el contraste térmico entre ambas no sería tan radical.

Al entrar en contacto la masa de aire frío en altura con la masa de aire cálido y húmedo en superficie, como ya hemos referido, se inicia un proceso de inestabilidad atmosférica que conduce a la formación de nubes conectivas y que deriva en tormentas con lluvias muy intensas. El relieve valenciano cercano al litoral hace proclive que esa precipitación descargue en las zonas altas de las cuencas de ríos/rambla, ramblas y barrancos. A su vez, esos ríos/rambla, ramblas y barrancos que en esta zona suelen estar secos o llevan muy poco caudal, se llenan de agua multiplicando su caudal, pudiendo alcanzar en poco espacio de tiempo más de dos metros de altura. Y esto no es algo reciente, sino que se trata de un fenómeno atmosférico secular.


¿Qué consecuencias tiene una DANA? Pues principalmente económicas y por desgracias también pérdidas humanas.

* Lluvias intensas de fuerte intensidad horaria, es decir, se descarga una gran cantidad de precipitación en muy poco tiempo. Las lluvias pueden durar incluso días. La precipitación se mide en litros por metro cuadrado. Para que os hagáis una idea, podría precipitar en una hora toda la precipitación que se recoge en un año o incluso en dos. Todo ello hace proclive que la zona azotada pueda quedar inundada, arrasada y en muchas ocasiones devastada, como ha vuelto a suceder recientemente en la Comunidad Valenciana además de en Letur (Albacete) y en Málaga.

En esta ocasión, en algunos puntos de la zona afectada se han llegado a registrar casi 600 litros por metro cuadrado en unas horas. Cantidades que sitúan a esta gota fría la 5ª en el ranking pluviométrico, siendo el temporal más adverso vivido en el siglo XXI en la Comunidad Valenciana y en España. No solo por los daños materiales ocasionados, cuya cuantía aún está por estimar, sino por la pérdida de vidas humanas. Los fallecidos oficiales, a día de hoy, ascienden a 222 tras la última víctima encontrada el pasado lunes en el municipio de Vilamarxant. Sigue habiendo desaparecidos después de un mes de que la tragedia tuviera lugar. Pero yo no sé si están todos los que son o son todos los que están. Como decía Marlaska, actual ministro del Interior del Gobierno de España, el 7 de noviembre: “Dar datos cuando objetivamente no podemos concluir razonablemente que esa cifra es la que es y que son desaparecidos relacionados con la DANA, entonces nos parece un poco, diría, imprudente.” Palabras textuales. No digo más y sigo redactando porque ya veo un fueguito encendiéndose.

* Esas lluvias intensas pueden producir inundaciones, sobre todo en zonas de riesgo, cuencas fluviales, marjales y zonas costeras. Pudiendo desbordar ríos, ramblas y barrancos inundando y arrasando todo el territorio que encuentren a su paso, ya sean infraestructuras, carreteras, núcleos urbanos, mobiliario urbano o tierras agrícolas de cultivo y huertas.

* Como consecuencia de las inundaciones, se producen daños en las infraestructuras, redes viales (sobre todo las terrestres, carreteras, autovías, autopistas, caminos, el metro, el tranvía), zonas urbanas, urbanizaciones, edificios, zonas de ocio, polígonos industriales, centros comerciales, cultivos agrícolas… con el consecuente impacto económico.

          Sin ir más lejos, la obturación que se produjo por el arrastre del agua y lo que el agua arrastraba (porque tampoco se limpian las cuencas de estos cauces, luego contaremos el porqué) ha afectado y derribado total o parcialmente 26 puentes que ahora han de reconstruirse, con todo el gasto económico que eso conllevará.

* La saturación del suelo debida a la gran cantidad de agua que se puede descargar en poco espacio de tiempo, puede aumentar el riesgo de deslizamientos de tierra, generando daño en las infraestructuras, lo cual se traduce en cuantiosas pérdidas económicas.

* La pérdida de vidas tanto humanas como de animales, que ha sido lamentable y extremadamente catastrófica en esta ocasión.

Y sí, menciono mucho lo de las “pérdidas económicas” porque quiero conectarlo con la “prevención” más adelante.


Para que podáis entenderlo mejor en otras partes del planeta, podríamos decir que una DANA es lo más parecido a un ciclón tropical o tifón, salvando las distancias, ya que no podemos comparar la dimensión del mar Mediterráneo con el océano Atlántico, el Pacífico o el Índico, por tanto un ciclón siempre tendrá un desarrollo mayor que puede ser observado durante días de evolución y por ende, poner con tiempo en alerta a la población, para que la misma pueda ser evacuada y protegida ante su azote.

Llegados a este punto, conviene matizar que no todas las precipitaciones de la zona mediterránea son DANAs, ni todas las DANAs son extremas.

El otro tipo de lluvias que suele azotar el litoral Mediterráneo son las borrascas frías aisladas (BFA). Aunque a priori podría parecer el mismo fenómeno, la BFA sí tiene reflejo en superficie, es decir, además de la inestabilidad en niveles altos de la troposfera, se produce una baja presión en capas bajas de la atmósfera que resulta visible en los mapas de isobaras. Puede formarse a partir de una borrasca separada del jet stream o por la evolución de una DANA cuando esta se intensifica en superficie. Sin embargo, mientras las DANAs crean lluvias torrenciales, fuertes tormentas y precipitaciones intensas en zonas concretas cuando se combinan con temperaturas cálidas en superficie, las BFA están asociadas a sistemas frontales que pueden provocar lluvias persistentes, fuertes rachas de vientos e incluso nevadas en lugares proclives. Son mucho más predecibles que las DANAs ya que su evolución depende de factores a gran escala y pueden tener lugar tanto en la costa atlántica como en la mediterránea. La trayectoria de una DANA es errática, pudiendo moverse en dirección retrógrada y en contra de la dirección del viento, incluso puede quedar estancada durante días en el mismo lugar, de ahí que sea mucho más impredecible.

Los que no estéis familiarizados con nuestros “aguaceros” particulares de la zona del Mediterráneo y debido a lo sucedido en Valencia, quizá os preguntéis si esto pasa con mucha frecuencia y si se podría prevenir y/o evitar.


La DANA no es un episodio nuevo en el Mediterráneo, la diferencia es que antes, el período transcurrido ente un fenómeno de este tipo y el siguiente, podría extenderse mucho más en el tiempo, incluso hablamos de intervalos de 15, 20 o 30 años entre una DANA extrema y la siguiente. Sin embargo, en la actualidad estos fenómenos atmosféricos son cada vez más frecuentes y virulentos. De hecho la última DANA que afectó la Región de Murcia y el sur de Alicante (La Vega Baja) tuvo lugar en septiembre de 2019, hace apenas 5 años, causando múltiples daños materiales con dramáticas consecuencias económicas, a lo que hubo que sumar la pérdida de 3 vidas humanas.

Esta DANA que asoló la Región de Murcia y el sur de Alicante está considerada como el desastre natural con mayor impacto económico de la historia reciente de España, con un coste de 1.319 millones de euros.

Claro, después de algo así, es lógico pensar en la actuación inmediata de las administraciones competentes con la finalidad de mejorar las infraestructuras y crear nuevas, de ser necesario, para evitar que los daños sean tan graves y lamentables cuando se vuelva a repetir un episodio de estas características, que sin ninguna duda, volverá a darse.

Me puse a investigar y descubrí que en todo este tiempo la Confederación Hidrográfica del Segura no ha realizado ninguna obra ni en el río Segura ni en las ramblas que se desbordaron en aquel entonces para evitar nuevos episodios de riadas e inundaciones.

José Bernabé Sáez[ii], juez Privativo de Aguas de Orihuela, a colación del desastre de Valencia, refería estos días al Diario El Español de Alicante: "Nos hemos escapado de milagro. Si llegan a caer los 150 litros por metro cuadrado que se preveían, el río y las ramblas no hubieran aguantado porque desde 2019 no se ha hecho nada."…

"Aquí se han parcheado cosas, pero todo sigue igual. Las únicas obras realizadas las ha hecho la Consellería en acueductos y azarbes pequeños. Pero todos los proyectos que nos contaron tras la DANA de hacer presas en la rambla de Abanilla (entre Murcia y Orihuela) o Tabara (Albatera), se han quedado en proyectos", recuerda el juez de aguas oriolano.

Al parecer, todos esos grandes proyectos aprobados bajo el liderazgo de Ximo Puig, con el cambio de gobierno, quedaron relegados en el fondo de un cajón.

Y mientras hay periódicos que aseveran que “Carlos Mazón ha continuado invirtiendo en infraestructuras hídricas con el objetivo de mitigar el impacto de posibles nuevas DANAs”[iii], otros aseguran que: “Cinco años después de la DANA que arrasó la Vega Baja, la riada de Santa María, entre el 11 y el 17 de septiembre de 2019, queda casi todo por hacer en cuanto a ejecución de las infraestructuras planteadas desde la administración para la prevención y mitigación de los daños catastróficos que provocan históricamente las lluvias torrenciales en el Bajo Segura.”[iv] 

¿Qué lectura sacamos de todo esto? Pues por un lado, que la información se ha convertido en los últimos años en “des-información” y hay que llevar mucho cuidado con las fuentes, pues no todas son fieles a la verdad, ni la cuentan, ni la muestran. Hay cadenas de televisión y programas de radio, periódicos y redes sociales que ofrecen noticias sesgadas manipulando la información y mostrando solo aquello que les interesa, que no tienen nada que ver con lo realmente acontecido. La información se manipula, se crean bulos y los políticos se contradicen y mienten sin escrúpulos en su propio beneficio. Seguramente piensan que somos ciegos, sordos, mudos y tontos.

Por otra parte, todo esto pone de manifiesto que, lamentablemente, el ser humano no aprende y sigue cometiendo los mismos errores una y otra vez, no sé si porque no tiene memoria o porque prefiere olvidar para no obrar en consecuencia.

Mapa de las zonas afectadas. Fuente: El Confidencial

¿A qué se debe este aumento de DANAs y que sean cada vez más intensas y virulentas? Pues uno de los factores determinantes es el calentamiento del agua del mar Mediterráneo que en estos momentos está por encima de lo que le corresponde para esta época del año. Y cuanto más alta sea la temperatura del agua, más probabilidad habrá que se repitan estos fenómenos porque ese incremento de temperatura viene acompañado del consecuente aumento de la actividad energética y la humedad que son quienes alimentan la formación de esa gota fría en superficie.

Por otra parte, el calentamiento tropical, también está directamente implicado tanto en las olas de calor y sequías como en los episodios torrenciales en nuestras latitudes.

Además, estos episodios de lluvias torrenciales de fuerte intensidad horaria que pueden dar lugar a este tipo de inundaciones se combinan con largos períodos de sequia extrema. Precisamente estábamos atravesando y padeciendo uno de esos “largos períodos de sequía” en este momento.

Sobre la cuestión de si se pueden prevenir y/o evitar, es complicado pronunciarse por la complejidad de la respuesta. Quizá no es difícil su previsión porque cada vez la meteorología cuenta con mayores avances y consultando los mapas de previsión se puede tener una idea bastante acertada de la formación de la gota fría, lo difícil es estimar la zona concreta donde va a precipitar, puesto que el comportamiento de la DANA no es previsible al 100% y su evolución es incierta. Obviamente no se pueden evitar, pero lógicamente, si la población tuviera una educación para el riesgo, se adquiriera una cultura de prevención, implementando además todas las medidas necesarias para paliar los desastres de los planes urbanísticos mal gestionados llevados a cabo en los últimos 50 años, las consecuencias de una futura gota fría no serían tan graves. En pocas palabras, las DANAs no pueden evitarse, pero sí pueden minimizarse sus consecuencias.


La acción antrópica genera continuamente desequilibrio e impacto sobre el medioambiente y el territorio. No respetamos la ley de costas, ni tampoco los cursos de agua, superpoblamos y construimos sobre las zonas de riesgo, porque sí, porque económicamente es rentable para algunos, sin tener en cuenta los factores de riesgo y sin ninguna cultura de la prevención del mismo. Por tanto, es muy fácil que con fenómenos de este tipo, las zonas inundables (que además suelen ser las más pobladas como es el caso), queden de nuevo anegadas, arrasadas, devastadas y destruidas con cualquier DANA futura, sobre todo si seguimos sin actuar.

Hay numerosos ejemplos de catástrofes ocasionadas por gota fría  a lo largo de la historia, que nos muestran que los humanos hemos aprendido poco o nada con el paso del tiempo. Nos horrorizamos cuando ocurren desastres naturales de este tipo, pero no nos comprometemos realmente en poner soluciones para evitarlos. Y evidentemente, “Quien no conocen su historia, está condenado a repetirla”. Como se suele decir, “Para muestra, un botón”.


Otro ejemplo que en su momento me afectó mucho (quizá porque hacía poco que había obtenido mi licenciatura y ver estas actuaciones tan inconscientes me afligía enormemente), fue la riada de 1996 que arrasó el camping de “Las Nieves” en Biescas, Huesca, dejando 87 fallecidos y 187 heridos a su paso. El camping se encontraba enclavado sobre el cono de deyección de la desembocadura del río Gállego y la crecida súbita y extraordinaria del barranco de Arás se lo llevó todo por delante.

Parece que no somos capaces de comprender que en una riada de estas características el agua pude subir en muy breve espacio de tiempo dos metros, incluso más. Y eso no hay quien lo pare, el agua busca su cauce, lo halla y arrasa llevándose por delante todo lo que encuentra a su paso. Y yo me pregunto: “¿Un camping enclavado en el cono de deyección de la desembocadura de un río? ¿En serio? ¿Quién permitió algo así y pudo seguir respirando? ¿Pero estamos locos o qué? Ah claro, perdona, que es que como aquí no llueve nunca y el paraje es incomparable... ¿Por qué no aprovecharlo?” Sí, disculpadme pero estoy siendo un poquito irónica, así me contengo y no pierdo los papeles, dándome permiso para liberar un poco de la tensión que todo esto me causa.

Existe un mapa de riesgo de inundaciones y la Comunidad Valenciana está incluida en él, de hecho es la mayor región de riesgo en toda Europa. Y así, hemos ido conquistando el territorio, ocupando espacios inundables por nuestra conveniencia, desoyendo al sentido común, atendiendo a planes urbanísticos mal gestionados pues llevamos 5 décadas construyendo de manera inconsciente y olvidando algo sumamente importante, que el agua sí tiene memoria y siempre encontrará su curso natural aunque ese cauce, rambla o barranco lleve más de 100 años seco.

Así, el crecimiento urbanístico ha ido ocupando antiguos campos de cultivo y huertas como es el caso de los municipios de Paiporta y Picanya, aumentando el riesgo al construir en estas zonas inundables. Se recalifica el terreno según conveniencia, incluso se expropia[v], se construyen urbanizaciones, centros comerciales y polígonos industriales en zonas de riesgo convirtiéndolas en áreas superpobladas ratificando así una pésima planificación territorial. No se respeta nada y como nadie te sabe explicar por qué se ha hecho todo tan mal, pues cabe pensar que será porque aquí todo funciona a golpe de talonario. ¡Pero si hasta los Neandertales ubicaban sus emplazamientos en las zonas más protegidas y menos peligrosas para perseverar su supervivencia!

La Ley del Suelo vigente en la actualidad en España data del 2015, vamos que está recién nacida y no ha dado tiempo a ponerle todavía el pañal, y es extremadamente complicado actuar sobre lo que ya está construido porque evidentemente es difícil derribar edificios, urbanizaciones, centros comerciales, polígonos industriales o áreas recreativas o de servicios. Como hemos actuado de manera inconsciente ocupando zonas inundables y superpoblándolas olvidándonos de ser previsores, ahora no queda más remedio que intentar mitigar los daños. Y ya vamos tarde.

Aldaya

En el caso de Aldaya (otro de los municipios dramáticamente afectados), se produjeron dos picos de boom inmobiliario que provocaron que la ocupación del suelo de esta zona y alrededores del aeropuerto de Manises, sea prácticamente total. Esos dos picos se dieron en los años setenta y entre 1990 y el 2010. ¿Qué conlleva todo esto? Pues que esta zona masificada y superpoblada, que además es zona inundable, aumente el riesgo de anegación con las consecuentes pérdidas de infraestructuras y vidas humanas como ha sucedido recientemente. Si esta riada hubiera tenido lugar antes de construir de forma desmesurada y sin control, las consecuencias habrían sido mucho menos graves y lamentables. Y si se hubiera actuado hace años sobre la Rambla del Poyo, la mayor responsable de la catástrofe actual, algo más de contención habría habido. Pero es que ¡hay hasta construcciones en cauce de la rambla y zonas donde se aparcan los coches!, y deducís bien si pensáis que el agua arrastró coches y viviendas utilizándolos como munición para obturar los puentes que encontró a su paso, que fueron cayendo uno tras otro en efecto dominó.

Sin embargo las asignaturas de Conocimiento del Medio y Geografía se limitan cada vez más en la educación secundaria, al igual que se elimina la Filosofía. Así tendremos una población que no tendrá ninguna formación del medio geográfico donde habita, ni del territorio y que además no tendrá pensamiento propio, ni será crítica, pudiendo ser así fácilmente manipulable por la clase política y la élite. Más de lo que ya somos. Sí, vuelvo al sarcasmo.

 Una parte de mí no puede entender por qué se aprobaron los planes urbanísticos en su momento, si de todos es conocido que toda la zona de la Huerta Sur de Valencia es zona inundable y por ende proclive a inundarse al caer 4 gotas, cuanto ni más al caer 600 litros por metro cuadrado en unas horas y es que una gota fría puede transformar el paisaje en cuestión de minutos provocando un considerable impacto ambiental, mucho mayor que el que tendría lugar con la construcción de las obras que habría que implementar para evitar un nuevo desastre de estas características.


¿Y cómo se soluciona algo así? Pues con un plan serio, obviamente a largo plazo porque construir presas nuevas conlleva décadas según los ingenieros y expertos y, que no caduque ni se interrumpa con el cambio de legislaturas. Para más inri, es que los planes ya están hechos desde hace décadas, pero no se han llevado a cabo por cuestiones políticas. Visto lo visto, parecería que sí que es cierta esa teoría que se oye por ahí, que asegura que hay superpoblación en el mundo y hay que mermarla a como dé lugar. Vuelvo al sarcasmo.

 ¿Os acordáis que he ido haciendo referencia al descomunal “gasto económico” al que nos hemos visto y veremos sometidos por todas las pérdidas materiales acontecidas, no solo en esta DANA, sino lo que ya han supuesto las precedentes y las que están por llegar?

Pues lo decía precisamente porque llevar a cabo ese Plan que implemente las medidas más oportunas para evitar daños graves en sucesivas DANAs supone un importante gasto económico amén de un gran impacto ambiental.

¿Acaso no lo ha supuesto y lo va a suponer cubrir las pérdidas materiales generadas por las últimas DANAs y el descomunal impacto ambiental que ha supuesto el no haber actuado todavía, o es que al tratarse de un desastre natural no se considera impacto ambiental?

¿Cómo se debería actuar ahora? Pues Isaac Moreno Gallo[vi] que es Ingeniero Técnico de Obras Públicas y graduado en Geografía e Historia, nos dice que construyendo presas y diques de laminación para frenar la carrera frenética del agua, protegiendo los cauces, haciendo encauzamientos donde sea necesario, ensanchando esos cauces y haciendo encauzamientos especiales de ser requerido.

Moreno Gallo refiere que a principios del siglo XXI estaba previsto hacer una serie de actuaciones. Había 5 proyectos con varias derivadas sobre la mesa que acabaron siendo 9. Al final la Secretaria de Estado para el Cambio Climático, Teresa Ribera se decantó por el Proyecto de Mínimos mucho más ineficaz porque según ella era el de menor coste/beneficio y el que menor impacto ambiental iba a causar. En diciembre de 2011 se aprobó la Resolución de la Declaración de Impacto ambiental. Declaración que acabó caducando pasados 4 años sin llevarse a cabo por el cambio de gobierno. Por tanto, igual estábamos que estamos.

No, perdón igual no, que las DANAs del 2019 y la del 2024 han producido daños considerables y ahora, además de tener que tomar medidas, volver a empezar de nuevo y aprobar un costoso plan para actuar, como las pérdidas económicas ocasionadas por no haber hecho nada van a ser tremendas, hay que asumir el costo de lo de antes y lo de ahora.

Barranco del Poyo

¿Cuál es la solución? Los expertos nos dicen que:

1º. Construir la presa de Cheste, cuyo proyecto lleva hecho y en espera desde 2004. De esa manera habría una retención de aguas a origen.

2º. Proyecto de adecuación ambiental y drenaje en la cuenca de la Rambla del Poyo, mejorando y ampliando el cauce, toda vez que llevar a cabo su prolongación para hacerlo desaguar en el nuevo cauce del Turia buscando así salida al agua sobrante.

La rambla del Poyo (incluidos los barrancos dels Cavalls y Torrent, que discurren por polígonos) llegó a tener un caudal punta de 2.300 metros cúbicos por segundo,  casi seis veces el caudal del río Ebro a su paso por Zaragoza a esa misma hora.

Se estima que el proyecto que salvaría todo el sur de Valencia, costaría unos 200 millones de euros.

Hace casi 70 años, tras la riada de 1957, se decidió cambiar el cauce del río Turia y esa decisión es la que ha evitado que en esta ocasión se inundara toda la ciudad de Valencia. Pese a los problemas ocasionados en algunos transportes públicos como por ejemplo en el metro, cuya red quedó inoperativa tras la DANA y esperan que se restablezca próximamente.

En otro orden de cosas, os dije que os esclarecería este punto y ha llegado el momento de hacerlo, ¿qué pasa con las ramblas, barrancos y riachuelos? Hay que aclarar que muchos de ellos en la zona del Mediterráneo no llevan agua, incluso pueden llevar décadas secos. Sin embargo, en cuanto se produce una gota fría, el agua los va a desbordar, anegando por ende, todo lo que encuentre a su paso y tirando abajo toda construcción humana que entorpezca la circulación de la misma por esa vía fluvial. Os recuerdo y reitero que el agua sí tiene memoria, no importa que hayan pasado 50 o 100 años desde la última vez que circuló por ese cauce, lo volverá a encontrar y con facilidad pasmosa. Bien, pues resulta que los cauces no se limpian alegando motivos ecológicos porque hay fauna que vive entre la vegetación que se genera en ellos y su limpieza conlleva un impacto ambiental importante. Como bien dice Moreno Gallo, no se puede comparar un río de Galicia donde esa limpieza podría perjudicar el ecosistema porque hablamos de helechos, etc. y además no es necesaria, que el desbroce de una rambla de la Comunidad Valenciana cuyos cauces pueden ser inmensos, con crecimiento de cañas, troncos tirados, basura, escombros y todo tipo de enseres, porque sí, porque los humanos somos así de responsables y tiramos basura por donde pasamos. Si bien es cierto que la limpieza de estas ramblas puede afectar a la población animal que las habita y al ecosistema, peor ha sido el impacto ambiental que ha producido no haber procedido a esas limpiezas. De hecho, los agricultores, sabiendo lo que podía suceder, han intentado en numerosas ocasiones hacer limpiezas y han sido multados por ello.

Ahora bien, ¿qué ha pasado en Valencia?

Si nos damos un paseo por la hemeroteca descubrimos que el 23 de octubre la AEMET (Agencia Estatal de Meteorología) emite el primer aviso alertando sobre la formación de una posible depresión aislada en altura. Hay réplicas del aviso los días sucesivos, la última se produce el mismo martes 29 de octubre a las 7:36 de la mañana. Estamos en alerta máxima nivel rojo, “El peligro es extremo, no viajes salvo que sea estrictamente necesario”, se dice desde la AEMET. El presidente del Gobierno de España el martes 29 a las 8:00 de la mañana recibe un aviso de Seguridad Nacional alertándole de lo que iba a ocurrir ese día y los sucesivos de la semana en Valencia. Esa misma noche, el presiente del Gobierno convocó a 4 ministros en un comité de urgencias para tratar este asunto, pero en ningún momento se avisa a la UME, seguridad nacional, policía nacional o guardia civil.

El presidente de la Comunidad Valenciana Carlos Mazón, en una comparecencia el martes 29 de octubre a las 13:00 horas aseguraba que según la previsión, el temporal iba a desplazarse “hacia la Serranía de Cuenca” y por ello “se espera que en torno a las 18:00 horas disminuya su intensidad en todo el resto de la Comunidad Valenciana”. Este tuit fue borrado horas más tarde. Mazón desaparece durante horas, se dice que estuvo comiendo en el reservado de un restaurante con la periodista Maribel Vilaplana hasta bien entrada la tarde, sin atender el teléfono, ofreciéndole la dirección de la televisión valenciana, mientras Utiel y Requena ya estaban inundadas y los desaparecidos empezaban a multiplicarse. En un principio Mazón alegó que había estado comiendo con Salvador Navarro, el jefe de la patronal valenciana, que desmintió la noticia aduciendo que se reunió con el presidente a las 13:30, pero que no hubo ninguna comida de por medio. Más tarde el propio Mazón tuvo que reconocer que había estado comiendo “con una amiga”.

Sabían que venía un temporal importante porque la AEMET, lo llevaba advirtiendo desde hacía unos días. Y desde el Gobierno Central Valenciano, no se dio la alarma para alertar a los ciudadanos hasta las 20:12 de la tarde (una vez que terminó la reunión de dos horas que se necesitó para informar al señor Mazón sobre lo que estaba acaeciendo en el sur de Valencia), cuando la riada ya colapsaba carreteras, barría municipios enteros y arrastraba muertos por docenas, pues la gente había cogido sus coches para ir al trabajo, hacer las compras en centros comerciales, es decir, había continuado con su vida sin tomar ningún tipo de precaución.

Y a la catástrofe y el caos ocasionado por la DANA se añadió la falta de gestión y el caos político.

Antes que nada cabe mencionar que Carlos Mazón, presidente de la Comunidad Valenciana lo primero que hizo cuando asumió el cargo tras ganar las elecciones el 24 de julio de 2023 fue suprimir la UVE (Unidad Valenciana de Emergencias). Jactándose de que ese era el primer paso de la reestructuración del sector público anunciada por el Gobierno valenciano.

Por tanto, ante la eminente emergencia, en Valencia no existía Unidad de Emergencia a la cual llamar para que hiciera la primera toma de contacto y evaluara daños para proceder y convocar a los efectivos necesarios para ayudar a subsanar la catástrofe acaecida por las inundaciones.

Las competencias de emergencia en España corresponden a las comunidades autónomas, luego, el mayor responsable a la hora de tomar decisiones es el presidente del Gobierno Autonómico (Carlos Mazón, PP). Si éste se viera superado por la situación, ha de solicitar ayuda al Estado, al presidente del Gobierno (Pedro Sánchez, PSOE). Pero si esa ayuda no se solicita en tiempo y forma, el presidente del Gobierno puede asumir el control de la situación y desplegar los dispositivos necesarios para mandar la ayuda que se considere oportuna, a la UME (Unidad Militar de Emergencias) para evaluar la zona y al ejército, que son los que profesionalmente están más capacitados en estas situaciones de emergencia, para empezar a trabajar.

El estado de alarma está regulado por la Ley Orgánica 4/1981, de 1 de junio, de los estados de alarma, excepción y sitio. En el capítulo II, artículo 4 reza así:

“El Gobierno, en uso de las facultades que le otorga el artículo ciento dieciséis, dos, de la Constitución podrá declarar el estado de alarma, en todo o parte del territorio nacional, cuando se produzca alguna de las siguientes alteraciones graves de la normalidad.

 a) Catástrofes, calamidades o desgracias públicas, tales como terremotos, inundaciones, incendios urbanos y forestales o accidentes de gran magnitud”.

El Gobierno Central de España, podría haber declarado el estado de alarma, pero no hizo nada, porque declarar el estado de alarma hubiera supuesto asumir el control de la situación y gestionar la postcatástrofe.


Durante 4 días no se hizo absolutamente nada más que rechazar las ayudas procedentes tanto de los cuerpos del estado de otras comunidades autónomas, como la de otros países, entre ellos Francia. Los profesionales de los Cuerpos de seguridad del Estado estaban paralizados porque no había “orden” que les permitiera hacer su trabajo. Hubo conatos de abandonar los uniformes y empezar a trabajar como ciudadanos voluntarios “fuera de servicio”, pero no les dejaron.

La peor coordinación jamás vista en la historia de la humanidad en un país desarrollado (amén de la de la COVID). Han tenido a voluntarios tanto profesionales, como gente de a pie dando vueltas y llevándolos en autobuses a zonas donde no se necesitaba ayuda o no era tan urgente como en otros municipios, mientras los ciudadanos del territorio afectado convivían con los fallecidos o no podían acceder a ellos para brindarles la sepultura y el descanso que merecían.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez manifestó: “Si necesitan ayuda, que la pidan”, “Si necesitan más recursos, que los pidan”, mientras decenas de cadáveres poblaban las calles y los ciudadanos y voluntarios achicaban agua en los pueblos y municipios afectados de L’Horta Sud de Valencia. Mi hija, que estuvo allí, me contaba compungida y con el corazón roto que se oían los gritos de aquellos voluntarios que abrían las puertas de los coches amontonados intentando encontrar supervivientes, en tanto que eran cuerpos sin vida lo que hallaban.

Mientras algunas personas comenzaron a organizar grupos de voluntarios y a recoger artículos de primera necesidad y comida para enviar a Valencia desde todos los puntos del país, tanto el Gobierno de la Comunidad como el del Estado central se dedicaron a reírse de los ciudadanos y sobre todo de los valencianos, sin prestar ayuda requerida ante un evento de tales características e impidiendo que la ayuda externa de la UME y el ejército actuase porque nadie asumía sus responsabilidades. Al parecer, ni la UME, ni el ejército pueden actuar ni brindar su ayuda hasta que no reciben la “orden” pertinente y lamentablemente ésta, no llegaba. Obviamente, no gobierna el mismo partido político en la Comunidad Valenciana, que en el Gobierno central. Pero aunque lo hiciera, no sé si habría habido mucha diferencia en la gestión (o falta de gestión) de la situación. Parecería que nada se movió durante esos 4 días a propósito, para conseguir que la situación fuera todavía espantosamente más dramática y espeluznante. Por muchas imágenes duras que veamos, nada tiene que ver con la realidad in situ.


          Pero como dice el slogan, “El pueblo salva al pueblo” y hordas de voluntarios aparecieron por todas partes para prestar su ayuda, unos con la limpieza, otros preparando comida, otros repartiéndola y haciéndola llegar donde hacía falta. Cientos de jóvenes han estado caminado kilómetros y kilómetros todos los días para desplazarse a los pueblos y prestar su ayuda y apoyo desinteresado. Serán sí, la generación de “Cristal”, pero han demostrado que la humanidad y solidaridad que los caracteriza sigue siendo la misma que siempre ha demostrado el pueblo español unido frente a las adversidades.

         Sin luz, sin agua, sin medios, miles de familias han sido afectadas por esta DANA y lo han perdido todo, incluso la vida. El agua alcanzó hasta 2 metros en los bajos y cuando el agua se fue todo quedó lleno de lodo y barro que había que seguir limpiando.

Se han perdido negocios familiares de toda una vida, vehículos y hogares. Los esfuerzos de multitud de familias que ahora deben reinventarse y empezar de nuevo, por no hablar de sueños rotos, recuerdos arruinados y vidas.

Hubo personas que lucharon por mantener sus vidas agarrándose a árboles, farolas o techos de vehículos. Otros rompían cristales para poner a salvo la vida de unos niños en una academia de idiomas, otros intentaban llegar a los más desfavorecidos, los ancianos de las residencias, para intentar rescatarlos. Otros aprovecharon el momento para devastar supermercados y negocios, incluso robar en las viviendas ya de por sí devastadas. Cada uno, según su nivel de conciencia, ha actuado a su manera.

Y después de irse el agua, nos queda el lodo, coches atorados bloqueando el paso en las calles unos encima de otros, enseres, recuerdos, todo lo que el agua arrastró queda depositado en las calles. Los sueños muertos, la vida rota, familias enteras desaparecidas y otras destrozadas por la pérdida de algunos de sus miembros. Quedan horas y horas de trabajo achicando agua, empujando lodo, después de un mes sigue habiendo agua en los sótanos dañando la estructura de los edificios, convertidos en focos de infección.


          Queda mucho trabajo por hacer, el pueblo se siente huérfano porque no hay políticos en los que pueda confiar y que les brinde ayuda real. Se habla de que los préstamos tiene fecha de caducidad y se deben devolver y no quiero seguir hablando del tema porque creo que ya he dicho suficiente, tanto por lo que he contado, como por le he callado.

          Y, como ya os imagináis, no ha habido responsabilidades políticas, no ha habido dimisiones de los realmente responsables y no creo que las haya.

           Una última apreciación, que creo merece ser mencionada porque yo sí tengo memoria y me despido. Tres años después del la tragedia que supuso la erupción del volcán de La Palma, muchas familias siguen viviendo en barracones. No digo más.

Antes de irme, pido perdón por el cariz sarcástico e irónico empleado en algunos momentos, pero es que necesitaba una cierta vía de escape que me ayudara a mantener un poco cordura y paz mental y que mi vibración permaneciera lo más alta posible y no perder el equilibrio. No puedo permitir que la política, ni los políticos me conviertan en una persona que no soy.

Me siento muy triste porque en esta ocasión las imágenes elegidas no son bonitas aunque representan un de las realidades más crueles a las que nos podemos enfrentar.

Millones de gracias por acompañarme hasta aquí.

©Paqui Sánchez



[i] El proyecto MEDIFLOOD (con colegas de universidades de Barcelona, Lleida, Murcia, Alicante y el Servicio Meteorológico de Cataluña) ha podido documentar de manera precisa inundaciones… Este trabajo de catalogación y clasificación ha registrado 14.500 casos de inundación por lluvias y desbordamientos de cauces desde el 3 de noviembre de 1035 hasta el 31 de julio de 2019. Fuente: Mil años de DANA: ha habido y habrá peores 'gotas frías' | Newtral

[v]  Sin ir más lejos acabo de leer la noticia de que el Gobierno de Moreno Bonilla expropia 100.000 olivos en Jaén para construir megaplantas solares. Será que en el sur de España no hay suficientes horas de sol y hemos de cargarnos la agricultura que mantiene a la provincia de Jaén para poner placas solares, me pregunto con qué finalidad. Debe ser que seguir talando árboles no supone un impacto ambiental. Así estamos pagando en España 10€ de media por el litro de aceite de oliva, cuando somos productores, mientras en Dublín se paga a menos de 4€ el extra virgen importando de España… Y no me lo han contado, lo vi el verano pasado con mis propios ojos. ¿Qué está pasando en el mundo?

[vi] Os recomiendo encarecidamente ver el vídeo en su canal de You Tube, Geografía de una inundación: La DANA de Valencia. Me ha servido mucho de referencia para la redacción de este artículo.

©Paqui Sánchez