El
Muérdago y la magia de sus besos
El
muérdago (Viscum álbum), es una planta perenne, epífita y semiparasitaria
perteneciente a la familia de las lorantáceas y nativa de Europa, América y
Asia occidental y meridional. Crece sobre las ramas más altas de diversos
árboles de gran porte, principalmente especies de hoja caduca como manzanos, perales,
álamos, castaños, arces, saúcos, espinos, pero también sobre algunos pinos
silvestres… y excepcionalmente sobre los robles donde era considerado sagrado por
las culturas antiguas y se le atribuían grandes propiedades sanadoras y mágicas.
Es
una planta semiparasitaria y epífita porque hace su propia fotosíntesis, a la
vez que crece sobre otras especies careciendo de raíces, el muérdago inserta un
chupón u órgano succionador que se ramifica entre la corteza y la madera del
árbol anfitrión, a través del cual se ancha y alimenta. Sus características variarán
un poco dependiendo del árbol huésped que lo acoge ya que toma de él el agua y las
sales minerales que necesita para completar su ciclo metabólico.
La primera mención gráfica del muérdago se remonta a 1485, donde en el libro recopilatorio de plantas Hortus Sanitatis se plasmó su primera imagen. Se dice que es una planta utilizada por los druidas celtas o aquellos sabios ancianos que conservaban el conocimiento nativo, su uso quedaba relegado para los momentos más sagrados e importantes. Ya Plinio el Viejo incluyó al muérdago en su compendio de conocimiento sobre la naturaleza, en su obra Historia Natural (Naturalis Historia), escrita en el siglo I d.C. destacando su uso tanto en la medicina como en la magia y remarcando su importancia en las antiguas creencias de los pueblos celtas y otras culturas. Reconoció que esta planta era objeto de muchos rituales y se le atribuían propiedades curativas y mágicas.
Sus hojas son lanceoladas, de color amarillo
verdoso, enteras y de textura correosa, se disponen en pares opuestos, sus
flores son dioicas y de color amarillo verdoso y se agrupan en ramilletes de
tres. Una especie dioica es aquella en la que existen ejemplares machos y
hembra, por tanto se reproduce de forma biparental, necesitando dos
progenitores para ello. Este término se utiliza para referirse únicamente a las
plantas. Las especies dioicas son opuestas a las monoicas que poseen los
órganos reproductores femeninos y masculinos a la vez.
El
muérdago está formado por tallos dicotómicos que pueden llegar a medir hasta 1
metro, separándose en varios ramos ahorquillados, cilíndricos y divididos por
nudos. Es por ello que va tomando forma de esfera o semiesfera conforme va
creciendo. El fruto es una baya pequeña que empieza siendo verde y cuando
madura se vuelve de color blanco o amarillo translúcido. Las bayas son tóxicas
y necesitan 9 meses para desarrollarse, coincidiendo su madurez con el momento
del año que el calendario gregoriano anuncia el período natalicio.
Las
bayas contienen viscotoxina como principal principio activo, es por ello que el
muérdago ha sido ampliamente utilizado como planta medicinal, útil para
combatir la afonía, la tensión arterial, la arterosclerosis, la diabetes, la
epilepsia, la ansiedad, como diurético y
en los últimos tiempos se utiliza en las terapias oncológicas para paliar los
efectos secundarios de la quimioterapia y radioterapia, puesto que aumenta la
respuesta del sistema inmunitario y los niveles de endorfina, tonifica el
metabolismo y devuelve el apetito. Aún así no debemos olvidar que es una planta
tóxica y que su uso ha de estar prescrito por un facultativo, porque ingerida
en exceso podría ser peligrosa.
Las
bayas contienen además en su interior una pulpa translúcida y muy viscosa que
aloja una sola semilla recubierta de una sustancia llamada viscina o liga, es
una proteína muy pegajosa y tóxica para los seres humanos, pero no para los
pájaros, convirtiéndose en un alimento muy apetecible durante el invierno,
cuando no hay mucho más donde elegir. Cuando los pájaros comen este fruto,
intentan deshacerse de su pegajosa semilla frotando sus picos en los troncos de
los árboles quedando esta posada en ellos, en otras ocasiones, si los pájaros
han tragado la semilla, esta quedará depositada y adherida a las ramas de los
árboles al excretarla. Y así es cómo se multiplica y propaga esta planta
epífita, al quedar las semillas listas para geminar. Es por ello que el
muérdago es una planta de muy fácil reproducción, convirtiéndose en ocasiones
en especie invasora que puede incluso acabar con la vida del árbol huésped que
le acoge.
Después
de elaborar el artículo sobre el acebo (Ilex
aquifolium) y debido a que encontré mucha confusión en la web y redes
sociales con las imágenes del acebo atribuidas al muérdago, seguí investigando
y descubrí que hay diversos tipos de especies de muérdago. En Europa y en la
Península Ibérica en concreto, hay dos variedades destacables, el Viscum álbum, que es el más común y cuyas
bayas son de color blanco translúcido y el Viscum
criciatum, cuyas bayas son de color rojo. En Estados Unidos es más común el
llamado Phoradendron Serotinum de
frutos también rojos. Al parecer las bayas del muérdago de Estados Unidos no
son tóxicas y sí se pueden ingerir sin ningún peligro. Independientemente del
color de las bayas (que aunque coincidieran en color no son iguales puesto que
las del muérdago son translúcidas y de textura pegajosa y las del acebo más
compactas y secas) y de la coincidencia en algunas de sus propiedades y los
usos mágicos que les atribuían las antiguas culturas europeas, si atendemos a
sus hojas, nunca se podrá confundir una especie con la otra.
Debido
a su facilidad de reproducción, desde tiempo inmemorial y en todas las culturas
antiguas, esta planta ha sido considerada un símbolo de fertilidad y utilizada
en diferentes rituales para la fertilidad.
Los
druidas consideraban al muérdago una planta sagrada, con propiedades mágicas y
curativas. Decían de él que era un “Regalo del cielo” por carecer de raíces que
lo sujetaran a la Tierra y flotar sobre los árboles sin tocar el suelo. Sus
bayas simbolizaban la fertilidad masculina, y eran utilizadas en rituales para
tratar la infertilidad, así como enfermedades graves, además se utilizaban para
fabricar venenos. Se decía que el muérdago que crecía en los robles era
especialmente mágico, era “la plata que todo lo cura”.
Asimismo
se le otorgan poderes mágicos de protección, por ello solían poner una ramita
de muérdago en las cunas de los niños para protegerlos y velar su sueño. Se
colgaba en las puertas de las casas para protegerlas de incendios y evitar los
rayos. Se quemaba muérdago para repeler a los espíritus malignos y se utilizaba
una ramita debajo de la cama para mejorar los sueños y potenciar el descanso.
Esta planta divina atraía la buena suerte.
Tenían
una ceremonia para su recolección llamada “el Ritual del Roble y el Muérdago”.
Se celebraba cinco días después del solsticio de invierno y consistía en
recoger la planta milagrosa, que era cortada de “un roble sagrado” con una hoz
de oro, ya que el metal anulaba las propiedades curativas y mágicas del
muérdago. Además, para mantener sus propiedades, el muérdago no podía tocar el
suelo. Las ramitas eran distribuidas para colgarlas en las puertas como
protección contra truenos, relámpagos y otros males.
Muchas
culturas la consideraban una planta sagrada, incluida la japonesa y algunas
regiones africanas donde se utilizaba tanto para la protección como para la
sanación.
Por otro lado, los escandinavos la
consideraban una planta de paz por lo que cuando dos bandos enemigos se
encontraban en el bosque bajo el muérdago, declaraban una tregua hasta el día
siguiente. Amén de ser utilizado para resolver problemas de pareja, se dice que
la pareja se colocaba debajo del muérdago y el ritual consistía en besarse para
consolidar el vínculo, ya que se suponía que habían solventado el problema que
les aquejaba separándola y su relación volvía a ser estable. Hay quienes
atribuyen a esta práctica el inicio de “besarse debajo del muérdago” para
atraer salud, fertilidad y posibilidades de compromiso para las jóvenes
parejas.
¿Será
este el verdadero inicio de la tradición del beso debajo del muérdago en
Navidad? Podría ser, sin embargo, esta no es la única leyenda que existe al
respecto.
Existe
una antiquísima leyenda perteneciente a la mitología nórdica donde podríamos
encontrar el verdadero origen “del beso bajo el muérdago”, que por cierto no
tiene nada de romántica. Pese a ello me ha resultado muy interesante conocerla y
por eso he decidido compartirla contigo. ¿Quieres que te la cuente?
Balder,
también conocido como Baldr o Baldur, hijo de Odín (rey de los dioses asgardianos,
de la guerra y la sabiduría) y de la diosa Frigg; era el dios de la luz, la
alegría, la pureza, la paz, el perdón y el verano, la criatura más noble y querida
de la mitología nórdica. Se decía que era tan noble y apuesto que la luz
emanaba de su cuerpo, siendo además el más sabio de los dioses de Asgard.
Cuenta la leyenda que despertó una
mañana con la certeza de que todas y cada una de las criaturas vivas de la
Tierra querían matarlo. Sus sueños eran oscuros y cada vez más inquietantes y
su madre, la diosa Frigg que sabía interpretar los sueños vio que su hijo iba a
morir.
La diosa Frigg, era una de las diosas
mayores de la mitología nórdica y germánica junto con la diosa Freyja (a veces
incluso se dice que podría tratarse de la misma figura). Era la diosa de la
fertilidad, el amor, el matrimonio, la maternidad, y guardiana de las Artes Domésticas
y la previsión.
Los
dioses empezaron a preocuparse seriamente por el estado de Balder y se
reunieron en el Gladsheim para encontrar una solución al problema e hicieron
una lista nombrando todo aquello que podría matar a Balder.
Cuando
la lista estuvo terminada, Frigg y Nanna (la esposa de Balder) tomaron la lista
y fueron a cada uno de los rincones de los nueve mundos, haciendo prometer a
todo ser que no harían daño a Balder. Hablaron incluso con los cuatro elementos,
el éter y todos los seres vivos, incluidas las plantas, árboles y animales, todos juraron no hacer daño a Balder.
La
invencibilidad de Balder se convirtió en una fuente de diversión para los otros
dioses que lo utilizaban como blanco para lanzar cuchillos y disparar flechas
viendo cómo rebotaban en él de forma inocua.
Cada
vez más celoso de Balder, el dios del mal, Loki, se disfrazó de anciana y fue a
hablar con Frigg con el fin de averiguar si Balder tenía alguna debilidad.
Frigg le reveló que al único ser vivo que no le había pedido juramente era al
muérdago por ser joven y no presentar ningún tipo de amenaza para su hijo. Loki
fabricó una flecha de muérdago y embadurnó la punta con savia de la misma
planta, engañó a Hodr (también conocido como Hodur el ciego), el hermano invidente
de Balder y dios del invierno, para que se uniera al juego y le lanzara la
flecha a su hermano. Hodur se negó alegando que no podía ver a Balder amén de
no tener nada que lanzar, pero Loki le dio la flecha y le ayudó a apuntar hacia
Balder, cuando la flecha golpeó a Balder, este murió en el acto.
La
Tierra se volvió fría y la vida extremadamente triste. Durante 3 días toda
criatura viviente utilizó sus dones, ungüentos y pociones para devolverle la
vida a Baldur sin ningún resultado.
Frigg
lloró desconsoladamente la muerte de su hijo, sus lágrimas nacaradas como
perlas, al caer sobre el muérdago se convirtieron en sus bayas y como
agradecimiento la diosa lo bendijo brindando protección a cualquiera que se
encontrara debajo de la planta y ordenó que a partir de ese momento, cada
pareja que pasara debajo de una rama de muérdago debía besarse para perpetuar
su amor, de ese modo se transformaría el dolor que el muérdago había causado
por haber sido ignorado en amor. A partir de este momento el muérdago fue
considerado símbolo de paz en las culturas antiguas. Esta misma versión reza
que la diosa consiguió con sus lágrimas revivir a su amado hijo Baldur.
Sin
embargo, hay otra versión que también quiero contarte.
Los
dioses casi enloquecieron al ver que el querido Balder había perdido la vida
después de tanto esfuerzo por mantenerlo vivo y no dispuestos a aceptar su
muerte mandaron a Hermod, otro hijo de Odín al inframundo para hablar con la
diosa Hel para averiguar si existía algún modo de que les devolviera a Balder,
al final logró convencerla con la condición de que todo lo vivo y lo muerto
llorara por Balder mostrado así su amor universal por él. Y todos lo hicieron
excepto una bruja llamada Thokk, que se negó a derramar ni una sola lágrima por
él. Se dice que esta bruja no era otro que Loki disfrazado que no quería que
Balder volviera a la vida.
También
cuenta la leyenda que Odín tuvo un hijo, Váli, con la giganta Rindr que llegó a
la edad adulta en un solo día con la finalidad de matar a Hodr, unque Hord no hubiera
matado a su hermano Baldur de manera voluntaria, los dioses decidieron que
debía morir por tal afrenta. Toda vez que Loki fue encadenado a tres rocas
mientras una serpiente venenosa fue colocada sobre su cabeza para que goteara
veneno en su cara por toda la eternidad.
Por
otro lado, hay quien dice que el origen del muérdago se remonta a las culturas
griega y romana. Dicen que los griegos fueron los primeros en utilizar el
muérdago en sus ceremonias nupciales puesto que era un símbolo de fertilidad
dada su facilidad para reproducirse y crecer en las ramas de otros árboles. No
obstante, los romanos lo utilizaban en las Saturnales, festival que celebraban
en honor a Saturno, el dios de la agricultura, al que ofrendaban el muérdago
como símbolo de fortaleza al ser una planta que era capaz de sobrevivir en
situaciones muy adversas.
Más
recientemente, concretamente en la Inglaterra del siglo XIX, encontramos la
tradición más cercana a nuestros días cuya
costumbre adquirió un misticismo romántico durante la época victoriana.
Los ingleses pensaban que el muérdago tenía un atractivo mágico y comenzaron a
utilizarlo en un ritual romántico rescatado de la cultura celta. El ritual
comenzaba con una mujer joven que se ubicaba debajo de las ramas del muérdago
adornadas con lazos, la joven, mientras permanecía debajo del ramo de muérdago,
no podía rechazar ningún beso de ningún joven. Ese beso podía significar la
continuación de un romance o el inicio de una amistad entre los dos jóvenes.
Por cada beso dado, debía arrancarse una baya del ramillete, cuando no quedaban
bayas, cesaban los besos. Si nadie se acercaba a besar a la muchacha, significaba
que el amor se demoraría un poco más, pero no mucho, ya que se casaría a lo
largo del siguiente año. La tradición dice que la rama debía quemarse 12 noches
después de haberse colocado, de lo contrario, las mujeres y hombres que se
hubiesen besado bajo ella no se casarían jamás. Esta es probablemente la
tradición que ha llegado a nuestros días, aunque en esta época solo se celebre
durante la Navidad. La tradición reza que si una mujer recibe un beso bajo el
muérdago en Nochebuena, encontrará el amor que busca o conservará el que ya
tiene. Si las personas que se ponen bajo el muérdago ya son pareja, el muérdago los bendecirá con
fertilidad.
Para
quienes todavía conservan costumbres celtas y en algunos países del norte de
Europa, existe la tradición de quemar el muérdago del año anterior el día de
Santa Lucía, es decir, el 13 de diciembre. De ese modo el fuego purifica el
hogar llevándose todos los males dejando la casa limpia y protegida. La noche
del solsticio (ahora el 24 de diciembre) se coloca un nuevo ramo de muérdago
que deberá permanecer en la puerta de la casa hasta 13 de diciembre del año
siguiente. Se dice que este ramo no debe ser comprado, sino regalado.
Como sé que es mucha
información junta, te voy a hacer una especie de resumen para que te quede todo
mucho más claro. El muérdago ha sido utilizado en distintos lugares y
tradiciones antiguas tato por los celtas, pueblos germánicos antiguos, romanos,
etc.
· Culturas Celtas (siglos I a.C-V d.C), el muérdago era considerado una planta sagrada asociada con la fertilidad, la protección y la sanación. Los druidas, sacerdotes celtas, lo utilizaban en rituales religiosos, especialmente para honrar el solsticio de invierno. Se le atribuían poderes mágicos, principalmente al recogido durante el solsticio de invierno y aquél que crecía en los robles, ya que para ellos representaba la conexión entre el cielo y la tierra. Simbolizaba la renovación y el renacer del astro Sol y era utilizado en rituales para atraer la buena suerte, proteger a las personas y purificar el hogar. Además tenía la capacidad de sanar y fortalecer la vida, con lo cual era utilizado como símbolo de fertilidad.
· En la antigua Roma (siglos I a.C-I d.C.), el
muérdago también era considerado un planta sagrada. Era utilizado en la
Saturnalia (festividades en las que se celebraba el solsticio de invierno) para
decorar los hogares y rendir homenaje a los dioses. Se creía que tenía el poder
de proteger los hogares y a sus habitantes de los malos espíritus y las
energías negativas. En esta época, el beso bajo el muérdago simbolizaba buena suerte y salud, no
necesariamente tenía una connotación romántica.
· En las tradiciones nórdicas, el muérdago se asociaba también a la fertilidad y la vida. La diosa Frigg, madre de todos los dioses nórdicos, derramó sus lágrimas por la muerte de su hijo Baldor, convirtiéndose estas en perlas de muérdago, pasando este a ser considerado un símbolo de renacimiento y vida.
· A lo largo de la Edad Media (siglos V-XV), el muérdago siguió considerándose una planta mágica con propiedades curativas, de fertilidad y protectoras. Se creía que tenía capacidad para alejar a los malos espíritus. Sería a finales de esta época en la que el significado del beso bajo el muérdago fue cargándose de un matiz más romántico.
· Durante el Renacimiento (siglos XV-XVI), época de redescubrimiento de las tradiciones grecorromanas, asociada a un auge del humanismo, las ciencias, las artes y las costumbres. El muérdago vinculado desde tiempos antiguos con la mitología, la medicina y la magia, continuó siendo una planta con gran valor simbólico, relacionado con la paz, la fertilidad y la protección, usándose en algunas celebraciones, principalmente en la corte.
· En la época Victoriana (siglo XIX), momento en el que se consolidaron las celebraciones navideñas. Fue en este momento de la historia cuando el beso bajo el muérdago comenzó a asociarse con el cortejo y el romanticismo. Durante el período natalicio, en eventos sociales tales como bailes y cenas, las jóvenes parejas se colocaban bajo el muérdago para besarse como muestra de afecto, convirtiendo esta costumbre en una de las tradiciones más populares y apreciadas de la época. Se decía que si una mujer era besada bajo el muérdago, tendría suerte en el amor y podría esperar una buena relación o incluso matrimonio. Curiosamente, según la tradición, una mujer no podía rechazar un beso bajo el muérdago sin que eso se considerara de mala suerte, lo que le daba un carácter ligeramente lúdico a la costumbre.
· En la actualidad, el
beso bajo el muérdago sigue siendo una tradición popular en muchas culturas
occidentales, especialmente durante la época navideña. La tradición está
asociada con el amor, la amistad y el romanticismo. El beso simboliza el deseo
de prosperidad, buena fortuna y renacimiento para el nuevo ciclo. Ha dejado de
limitarse a las parejas románticas, hoy día cualquiera puede participar en la
tradición, ya sean amigos, familiares o parejas.
Y así, llegamos al final de esta disertación sobre el
muérdago, sus usos mágicos, los mitos y leyendas creados en torno a él y, sobre
todo, la historia de sus besos. Ahora ya sabes que besarse bajo el muérdago no
es una costumbre adquirida en Europa por las películas americanas, sino más
bien lleva a Hollywood por las tradiciones europeas.
Espero que hayas disfrutado de la lectura y te sirva. Gracias
por llegar hasta aquí.
Gracias por las imágenes que acompañan esta publicación.
©Paqui Sánchez
©Paqui
Sánchez