HOJAS CAIDAS

HOJAS CAIDAS

Cierto día, caminando en un parque cercano a casa, observé que entre los muchos árboles del lugar había uno que llamó mi atención, éste tenía unas pequeñas hojas amarillas, pero lo curioso era que en el piso se dibujaba la copa del árbol con hojas amarillas un poco más grandes, estas eran las hojas que habían caído del árbol.

Las hojas, que en su momento habían sido muy hermosas y le daban belleza al árbol, ahora estaban en el suelo a punto de marchitarse, pero en su lugar había unas nuevas hojas que apenas se abrían y le estaban dando a ese mismo árbol una belleza nueva.

Para que las hojas nuevas nacieran, las anteriores debían abandonar el árbol, y así sucesivamente pasaría durante la vida de dicho árbol.

En nuestra vida es igual, hay etapas, circunstancias, momentos y personas en nuestras vidas que la hacen más hermosa, pero no siempre estarán ahí. Dios quiere que aprendamos a disfrutar cada cosa en su momento, cada detalle que Él nos da cada día, y que cuando éstos ya no estén no nos entristezcamos por ello, mejor esperemos y confiemos con la certeza de que vendrá algo bello otra vez...

SIEMPRE PODEMOS RENACER... LA NATURALEZA NOS ENSEÑA... APRENDAMOS DE ELLA Y CON ELLA.

Desconozco el autor.

 

¡Cuánta verdad encierran estas palabras! Si nos aferramos a lo "viejo", a nuestras antiguas creencias, a nuestros amigos de siempre, a lo que nos hace sentir seguro... apegándonos a ello, estamos impidiendo el fluir de la vida y nos estamos anclando en el pasado. No te aferres a relaciones, pensamientos, experiencias... pues ese tipo de relaciones de dependencia acaban haciendo mucho daño. Sé libre, liberar relaciones te hace libre, deja que las hojas bellas caigan, límpiate y prepárate para recibir las hojas nuevas sin olvidar lo que las viejas te aportaron pero sin querer retenerlas, dejándolas marchar.

No te cierres, no te encierres, ábrete a lo nuevo y deja que la vida fluya libremente. Vive con desapego, verás que las relaciones cambian a mejor.

© Ahava Iesu