Cuando
Seamos Grandes
Cuando
seamos grandes,
no nos
olvidemos
que
para las noches se hicieron los cuentos,
y los
Reyes Magos, y los duendes buenos;
que
sólo hace falta cuando llega el sueño
tener
bien a mano la voz de un abuelo.
No nos
olvidemos
que en
una vereda cabe un mundo entero,
de
risas y ruedas,
que no
hay mar tan nuestro como el de la acequia,
que con
dos pedales de una bicicleta
lo que
queda lejos siempre queda cerca.
No nos
olvidemos de las maravillas
que
guardan adentro las cosas sencillas,
los
viejos cajones, la flor, la semilla.
La vida
es un viaje
y es
cuestión de vida
sentarnos
al lado de la ventanilla.
Cuando
seamos grandes
va a
ser muy bonito
tener
como amigos a los animalitos
y
gritarles cosas y entender sus gritos,
y
explicar los vuelos por el infinito...
(los
grandes no entienden a los pajaritos).
No nos
olvidemos cuando seamos grandes
que un
beso es un modo de quedarse en alguien,
que
siempre es horario para acariciarse,
que el
amor es todo,
que
ternura es madre,
que hay
que estar temprano cuando se hace tarde.
Cuando
seamos grandes no nos olvidemos de la fantasía,
del sol
y los juegos, y los cumpleaños,
y el
circo viajero, los payasos tristes,
los
muñecos buenos,
la
hermosa costumbre de decir:
¡TE
QUIERO!
Desconozco
al autor.
Ilustraciones de Claudia Tremblay.
©Paqui
Sánchez