Lo estás haciendo muy bien
Está
bien parar.
Está
bien no tener ganas de estar haciendo cosas, de ser productiva todo el tiempo.
Está
bien darte tiempo para recuperar tu ánimo.
Está
bien si estás triste.
Está
bien si no te sientes bien.
Está
bien no ser la mejor abuela, hija, madre, tía, hermana o amiga todo el tiempo.
Está
bien si la casa está desordenada o sucia.
Está
bien no hacer la colada o pasarte horas en la cocina.
No
pasa nada si te sientes alicaída y no te apetece hacer nada.
El
mundo va a seguir su ritmo habitual y tú podrás volver al tuyo cuando te hayas
dado el tiempo que necesites para recuperarte.
Repito,
está bien parar, observarse, apercibirse de dónde duele y darnos tiempo para
sanar o simplemente para que nuestro estado de ánimo cambie sin tener que
sentirnos culpables por no poder seguir ese ritmo al que estamos acostumbradas
todo el tiempo.
Está
bien dedicarse tiempo y mimos cuando lo necesitamos.
¿Y
sabes por qué parar está bien?
Porque
si paras es porque has aprendido a escuchar a tu cuerpo, porque has aceptado
que no sentirse bien, también es parte de la vida y está bien. Soltar la
autoexigencia está bien. Tomarse un tiempo para descansar cuerpo, mente y alma,
está bien. Y no solo está bien, es que es necesario.
Por
tanto, si lo necesitas, para. Cuando lo necesites, para.
No
tienes que pedirle permiso a nadie, tan solo regalarte los momentos que precises
para desconectar de lo cotidiano, de la rutina, del agobio y la angustia que
pueden generar ciertas situaciones en el día a día y parar.
Haz
algo que te ayude a reconectar contigo misma, si tienes cerca el mar, date un
paseo por la playa, o por la montaña, o por un bosque, un parque… Haz
respiraciones conscientes, meditación, algún tipo de ejercicio que te ayude a
relajarte. Baila, canta, escribe, ríe… O simplemente siéntate en el sofá o
túmbate en la cama y no hagas nada.
Por
respeto a ti misma, por amor propio, por compasión hacia ti, por salud física y
mental, cuando lo necesites, para.
Y
si tienes niños, trabajo o cualquier situación que te impida parar al 100%,
pide ayuda para sacar al menos unos minutos al día solo para ti y haz solo lo
imprescindible. No pasa nada porque desatiendas algunas tareas del hogar durante
unos días, ya ordenarás, limpiarás, guardarás la compra o harás la colada cuando
te encuentres mejor.
Y
recuerda, lo estás haciendo muy bien.
©Paqui
Sánchez