LA LECCIÓN DE LA MARIPOSA
LA RESPONSABILIDAD
Dónde empieza y termina tu responsabilidad
Dónde empieza y termina tu responsabilidad
Esto ocurría en Enero de 2008 cuando inicié un trabajo sobre "LOS 12 PORTALES DEL ALMA" en un grupo de Sanación de Medicina Sintergética. Este fue el artículo que escribí a colación del tema que nos ocupaba. El primer portal era el de La Responsabilidad. Como creo que puede ser interesante os pongo el resumen a continuación, es una corazonada, pienso que quizá pueda ayudar a alguien el leerlo.
Así me sentía yo en aquel entonces. En tres años mi vida ha cambiado en muchos aspectos, siempre para mejor.
Cuando leí el artículo del Dr. Jorge Carvajal sobre la Responsabilidad, lo primero que pensé es que yo era una IRRESPONSABLE total y absoluta, pues descubrí que el concepto que yo tenía sobre ser responsable no tiene nada que ver con lo que verdaderamente he aprendido que significa.
Al empezar a trabajar el artículo comencé a sentirme perdida, agobiada, pues sólo sentía que tenía todo lo “malo” que el artículo describía, cada línea que avanzaba me decía “…vaya, esto también lo estoy haciendo mal”. Llegué incluso a pensar, que de haber sido posible, el Dr. Carvajal habría utilizado el molde de mi persona cuando decidió escribir este artículo. No me puedo desprender de la sensación de que cuanto más busco más me pierdo.
Para empezar a hacer algo, porque como soy reactiva tengo que actuar de inmediato, decidí hacer una lista para plasmar de forma física dónde no estoy siendo responsable en mi vida y conmigo misma. Y salió todo esto:
- Mi cuerpo me habla, pero yo no siempre lo escucho.
- Soy reactiva y fácilmente irritable.
- Genero relaciones de dependencia, tengo cosas pendientes y también aplazadas. Porque tengo MIEDO.
- Busco fuera lo que no se encontrar dentro, con lo cual no cuento conmigo, ni soy mi amiga.
- Doy, doy, doy hasta que me pregunto ¿y yo qué? Entonces me enfado con el mundo, luego me siento culpable y cargo el mundo y la culpa sobre mis espaldas. (La espalda me ha dolido desde que tengo memoria y aún no ha dejado de hacerlo).
- No sé decir “NO” porque mi código moral registra que eso significa ser EGOISTA.
Con todo, he aprendido qué significa ser responsable y también qué conlleva la responsabilidad y eso me ayudó con el siguiente paso.
Pensé que debía hacer un análisis de mi misma para saber dónde me pierdo en la vida y porqué estoy siempre resbalándome en el mismo punto, pues hace ya un tiempo que empecé a leer libros de autoayuda, a buscar en mi interior y sigo sin ver avances.
Entonces me dije:
* Si aprendo a quererme, a aceptarme, a asumirme, a integrarme; me centraré y me alinearé y seré capaz de reconocer mis capacidades y mis límites y de creérmelos. Así conseguiré equilibrar la AUTOESTIMA.
* Si aprendo a no depender de nadie, a no esperar que me llegue desde afuera lo que sólo puedo encontrar dentro de mí. Me relajaré con el mundo, dejaré de culparlo y de cargarlo y lo que este alivio supondrá en mí, bajará el índice de IRRITABILIDAD, disminuirá mis MIEDOS y mi REACTIVIDAD.
* Cuando haya encontrado el equilibrio, la estabilidad, me podré hacer cargo de solucionar todo lo que tengo pendiente y aprenderé a no aplazar más. Aunque quizá resolviendo lo “pendiente” es como conseguiré que lo anterior se ponga en su sitio por sí mismo.
* Empezar por pequeñas cosas y establecer prioridades según mi código de valores liberará mi alma del pasado, dejaré de proyectar el futuro y por fin aprenderé a vivir el PRESENTE, a disfrutar del presente sin cargar con la vida, sin arrastrarla, sin sufrirla.
A modo de conclusión, pienso que la primera responsabilidad es hacia uno mismo. La segunda hacia los demás pues intentar satisfacer las aparentes necesidades de los otros es impedir su autonomía, su crecimiento y que superen su propio duelo. Servir es ayudar no cargar con la responsabilidad de la vida de los otros, es aprender a “dar al César lo que es del César” y justo ahí está el límite entre mi responsabilidad hacia ti y la tuya propia.
Con lo primero me hago amiga de mí misma y no me critico, no me irrito, me acepto, me tolero y me reconozco sin apegos, dependencias, condicionamientos y miedos. Con lo segundo seré amiga de los demás, podré romper el circuito de dependencias, no criticaré, no culparé a los de afuera de mis irritaciones, aceptaré a la gente como es y seré más tolerante. Aceptaré SERVIR sin esperar nada a cambio, ya que lo que yo necesito me lo proporciona el Universo aunque no siempre sea lo que yo quiero.
Además si cambio el punto de vista desde donde estoy mirando mi vida, si consigo cambiar mi actitud con respecto a mí misma y aprendo a valorar mis dones, estoy segura de que todo cambiará.
Mi frase semilla: "aprende a quererte a ti mismo y todo lo demás en tu vida tomará sentido y por ende en la de los que te rodean y forman parte de tu círculo más íntimo."
Mis impresiones después del taller sobre la Responsabilidad:
Tengo la sensación de que la mayor parte de la gente que asistimos al Grupo de Sanación y que participamos en este taller, nos costaba menos comenzar hablando de IRRESPONSABILIDAD, que de RESPONSABILIDAD. Y, salvo alguna pequeña excepción, los que hablaban directamente de RESPONSABILIDAD lo hacían desde la carga que ésta había supuesto en sus vidas o todavía suponía. Creo que el haber trabajado este tema nos ha ayudado a todos a abrir un poco los ojos y a diferenciarnos de los demás, es decir, a aceptar que no podemos cargar con las cosas de otros y que no debemos hacerlo porque es más perjudicial que beneficioso para ambas partes. Mucha gente hablaba de lo bien que les estaba funcionando hacer vacios, limpieza, tanto externas como internas.
Lo primero es cuánto me alegro de ver lo mal que estaba en aquellos momentos, porque así tengo una buena base para reconocer lo mucho que en tres años ha cambiado mi vida y todo lo que he avanzado aún teniendo la impresión de estar estancada y “resbalándome” sobre el mismo punto. Esa impresión, ya no existe.
Sobre la responsabilidad, deciros que ser responsable no significa tener que cargar con todo el peso del mundo, con nuestros padres mayores, con nuestros hermanos más pequeños, con nuestros hijos, nuestros amigos, con la enfermedad… o con el resto del mundo. Eso no nos eleva más ni nos hace ser más buenos, o más nobles, ni más especiales, ni merecer un trocito de cielo con más magia que el de otra persona “menos responsable”.
Ser responsable significa saber servir a los demás en el punto exacto, es decir, si cargas con la responsabilidad de la vida de los demás para aliviarles porque piensas que tú eres más fuerte o porque eres mayor y es tu responsabilidad, tu carga o tu deber, te estás equivocando. Y te equivocas contigo y con la persona a la que pretendes ayudar.
Cada uno de nosotros llevamos nuestro propio proceso evolutivo personal y cuando hacemos las cosas por los demás para aliviarles la carga, estamos interfiriendo en su proceso, esa persona se acostumbrará siempre que tenga un problema en buscarte para que se lo soluciones y así, no aprenderá a hacerlo por sí misma y su proceso evolutivo quedará estancado. Por tanto, con tu intención de ayudar no estás más que interfiriendo y haciendo de esa personal un irresponsable sobre su propia vida y una persona dependiente de ti.
Y tú, acabarás cansándote de tener que estar siempre solucionando las cosas de esa persona, pero seguirás haciéndolo porque pensarás que es tú “responsabilidad” o tu “deber” y lo excusarás porque crees que esa persona no es capaz de resolver su vida por sí misma y que te necesita a su lado. ¿Quién necesita a quién?
¿De verdad crees que Dios mandaría cargas a los hijos de los hombres si no estuvieran preparados para conseguir superarlas?
Si eres responsable, entenderás, que tu trabajo es estar al lado de esa persona que te necesita para ayudarle a que por sí misma sea capaz de resolver su vida asumiendo el control y la responsabilidad de su propia vida. Acompañarla, estar a su lado, llorar con ella, reír con ella, acunarla si lo necesita… Esa SÍ es tu responsabilidad, lo demás es suyo.
Si no dejas que los demás asuman su propia vida, además de interferir en su propia evolución, estarás creando una persona con falta de autoestima, porque no será capaz de confiar en que por sí sola es capaz de solventar sus problemas y estarás creando una de las peores cosas que se pueden crear, la dependencia. Precisamente todas las relaciones humanas deberían de gestarse en la autonomía y la libertad. Y seguramente estarás haciendo todo esto sin ni siquiera darte cuenta de todo lo que tu sobreprotección y lo que entiendes por “responsabilidad” está generando en esa persona a la que supuestamente intentas ayudar sea como sea.
Te invito a reflexionar sobre este tema con este otro enfoque. Observa tus relaciones con tus seres queridos y descubre si en tu comportamiento hacia ellos hay algo de esto.
Aprender de verdad a ser responsables te libera de todas las cargas de tu vida y liberar algo es liberarte tú mismo.
Yo liberé todo lo que no podéis imaginar cuando trabajé e integré este concepto de responsabilidad. Mi espalda dejó de doler y no me di ni siquiera cuenta de ello, hasta que pasó un tiempo y fui consciente de que me levantaba estupendamente por las mañanas, sin dolores. Llevaba un tiempo culpando al cochón de esos dolores (¡claro, alguien tenía que tener la culpa, o la "responsabilidad "de mi malestar!). Pero no era el colchón, eran mis cargas, mis responsabilidades adquiridas con mi entorno que no me correspondía llevar del modo en el que lo hacía.
Liberando mi propia carga, liberé también a aquellos a los que cargaba sobre mis espaldas y aprendimos a compartir responsabilidades adquiriendo cada uno las suyas, apoyándonos y sirviéndonos unos a otros eliminando la opresión y apoyándonos mutuamente. Todos crecimos de un modo increíble y, el aprender a liberar las relaciones nos sirvió para ahondar aún más porque entendimos que el apego nos hacía prisioneros de nosotros mismos y de la propia relación. Liberar libera y la libertad es un derecho de todos.
©Paqui Sánchez ~ Namasté
Gracias por compartirlo con todos nosotros. Me ha traido buenos recuerdos. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarGracias a ti por leerlo.
ResponderEliminarPensé que las experiencias de otros siempre pueden ayudar a ver las cosas de manera diferente. Todos hemos ido aprendiendo a lo largo del camino y a veces, bien vien saberlo cuando estamos pasando por procesos duros.
Abrazos y gracias por venir y comentar.