Baños medicinales con
saquitos de plantas curativas
La idea de escribir este nuevo post, me
la dio Sara, una amiga de Instagram que al ver que mucha gente estaba
publicando aquellos días sobre sus baños sanadores y los preparados herbales y
sales aromáticas que utilizaban en sus bañeras, preguntó qué podía hacer la
gente que no tenía bañera para recibir esos “baños” mágicos y sanadores. Entonces
recordé una conversación que había mantenido tiempo atrás con mi querido amigo
Aldo Tolosa a colación de unos smudges que había preparado para
usarlos como sahumerios y cuyas fotos había subido también a Facebook. Él me
decía que los preparaba para utilizarlos en el baño, que hacía atadillos con
aquellas hierbas que quería usar y de cuyas propiedades quería beneficiarse y
los sujetaba a la alcachofa de su ducha. Al pasar el agua caliente sobre estas
plantas medicinales, ayuda a que éstas suelten sus principios activos y nos
regalen todas sus propiedades y su medicina, y así, la persona que está tomando
esa ducha (o baño) puede beneficiarse de ello.
Sin embargo existe otro modo de
beneficiarse de las bondades de las plantas medicinales para aquellos que no
tienen bañera en casa o que por el contrario, aunque sí la tengan, no les gusta
que los pétalos de las flores o algunos trocitos de plantas floten en su bañera
y se les peguen a la piel. Se trata de utilizar saquitos o bolsitas de tela.
¿Qué necesitamos?
* Una bolsita de tela, organza, algodón,
etc. comprada o si tienes buenas manos, hecha por ti misma. Que sea de tamaño
generoso, para que no tengas problemas de espacio.
* Las plantas y/o flores que quieras
utilizar para tu baño.
* Aceite esencial de tu preferencia o
relacionado con aquello que quieras tratar.
* Sales de Epsom o sal marina gruesa
natural, sin antiaglomerantes ni conservantes (opcional).
¿Cómo preparamos nuestra bolsita medicinal para el baño?
Muy fácil, cogemos la bolsita y la
impregnamos con varias gotas del aceite
esencial que hayamos elegido (yo utilizo mucho la lavanda, pero también el de
árbol del té y el de romero, depende de tu intención a la hora de preparar el
baño) de hecho, cuando me lavo la cabeza suelo poner en el champú un par de
gotitas de romero y árbol de té, la lavanda la suelo utilizar más en los baños
de bañera.
Seleccionaríamos las plantas y flores
que queramos utilizar dependiendo de cuál sea la intención de nuestro baño o
ducha, puede ser para revitalizar el cuerpo, para ayudarlo a relajarse, para
alguna dolencia en particular, para limpiar las malas energías, etc. Si tienes
bañera pero no te gusta que las hierbitas estén flotando por ahí, puedes poner
la sal directamente en el agua, porque se disolverá. Si no tienes bañera pero
quieres que las sales estén presentes en tu baño para que te ayuden a limpiar
tus energías, inclúyelas en la bolsita.
Cuando tengas en la bolsita todos los
ingredientes que hayas decidido incluir en ella, ciérrala y agítala suavemente
para que las plantas, flores y la sal si la has añadido, queden bien
impregnadas del aceite que hayas puesto en ella (con unas 10 gotas de aceite
esencial será suficiente). Después toca hacer el trabajo de ingeniería, es
decir, colocarla del mejor modo posible en la alcachofa de tu ducha para que le
dé el agua de pleno y esta bañe tu cuerpo. Si tienes bañera, pues no hay
problema, directamente pones la bolsita con las plantas en el agua, la sumerges
bien, la paseas un poco por la bañera para que las plantas vayan haciéndose
amigas del agua y le regalen su magia y listo. Pon el agua a la temperatura más
alta que seas capaz de aguantar, sin quemarte, ¡¡¡por supuesto!!! Y quédate un
buen rato debajo del chorro de agua de la ducha para sentir todo el efecto de
esa bolsita medicina, o en su defecto sumérgete en tu bañera, ponte en modo off
para el resto del mundo y abre el modo on para ti misma y a disfrutar. El agua
caliente, como ya hemos mencionado, hará que las plantitas vayan soltando sus
principios activos y te regalen toda su bondad y propiedades medicinales, es
pura magia, ya que el agua ya es sanadora de por sí.
¿Qué hacemos después del baño?
Si has utilizado un saquito, es muy
sencillo, todas las plantas que queden dentro del saquito pueden ir al
compostaje y así, además de beneficiarnos de las propiedades de esas plantas,
contribuiremos a que vuelvan a la madre tierra y comiencen así su nuevo ciclo
de vida, convertirse en abono para la tierra.
Si las has utilizado directamente en la
bañera (como hice yo esta mañana), pon un colador para bañeras en el sumidero y
cuando el agua se haya colado, recoge las plantitas y ponlas en el compostaje.
Otra opción, si no quieres utilizar
bolsitas para poner las plantas medicinales es preparar tu baño haciendo una
infusión previa con las plantas y/o flores. Pones el agua a calentar (un litro de agua por 150/200 g de planta aproximadamente) y cuando rompa a hervir la retiras del fuego y echas las
plantas medicinales en ellas, tapas durante 10/15 minutos aproximadamente y
después echas esta infusión a la bañera con el resto del agua caliente. La proporción de planta la he encontrado en un artículo que he leído, esta es la más razonable que he visto, aun así me parece mucho. Sí que hay que usar mucha más cantidad que para hacer un litro de infusión, pues es para echarla en la bañera después, pero 200 g de planta seca, es mucha cantidad de planta. Yo suelo ponerla directamente en la bañera y suelo echar un puñadito si son varias plantas y dos puñados si es solo una.
Los baños deben durar aproximadamente
entre 20/25 minutos.
¿Para qué sirven estos baños medicinales?
Es conocido que desde la antigüedad se
han utilizado las plantas en los baños para ayudar a mejorar, incluso sanar
determinadas dolencias, ya que es de la plantas de donde se extraen los
principios activos para crear los medicamentos que tomamos hoy en día, pero de
forma natural, sin los químicos que añaden los laboratorios en la actualidad.
Al sumergir el cuerpo en agua de tibia
a caliente, este se relaja, los músculos se distienden, la respiración se hace
más pausada, la piel dilata sus poros para absorber las propiedades naturales
de las plantas estimulando la circulación, ya que esos principios activos pasan
al torrente sanguíneo a gran velocidad y sus efectos calmantes y sanadores son
inmediatos. Si además ponemos aceites esenciales en el agua potenciamos la
aromaterapia y el vapor ayudarán a que nuestras vías respiratorias se abran y
podamos absorber también a través de la respiración las propiedades
terapéuticas y medicinales de las mismas, dilatando los bronquios, ayudando a
eliminar la mucosa y estimulando el sistema nervioso.
A la vez que nos relajamos, nuestro
cuerpo se ralentiza y se pausa. Puedes armonizar el baño encendiendo alguna
vela, poniendo música suave y tranquila. Pero si os digo la verdad, a mí me
gusta escucharme a mí misma cuando me regalo estos baños, escuchar mi cuerpo. Me
sumerjo totalmente en la bañera, con los ojos cerrados y escucho los sonidos
internos de mi cuerpo, me gusta sentir cómo se “ablanda” y se distiende, cómo se
dulcifica, como va bajando la frenética frecuencia de las prisas para
sumergirse, y nunca mejor dicho, en la paz interior que también existen en él y
que se intensifica con el agua caliente y todo lo que yo haya sentido que debe
llevar ese agua. Hoy por ejemplo he puesto pétalos de rosa (porque sigo dándome
mucho amor y me apetecía, ya sabéis, viernes día de Venus…), florecitas y
ramitas de romero, porque hay varias partes de mi cuerpo que están doliendo en
este momento y con el frío mis músculos están tensos, contracturados y
doloridos. He puesto unas gotas de aceite esencial de lavanda y alguna de
aceite esencial de árbol de té y aproximadamente medio kilo de sal marina gruesa
pura, sin aditivos. He prendido una vela, una que preparé este verano con cera
de soja 100% vegetal con sus petalitos de rosa, aceite esencial de rosa y un
cuarzo rosa, para aumentar la autoestima; he apagado la luz y me he perdido en
mí misma escuchando mi cuerpo y sus sonidos placenteros. Mi momento, solo mío,
absolutamente mío, mi disfrute, mi regalo, mi sueño de toda la semana hecho
realidad.
¿Qué tipos de baños podemos prepararnos y cuáles son las plantas más adecuadas para ellos?
* Baño
relajante: con flores de lavanda, espliego, manzanilla, valeriana o tilo.
* Baño
antiestres y fatiga: con romero, salvia, tomillo, eucalipto o laurel.
*
Baño tonificante: con albahaca, romero, enebro, orégano o menta piperina.
* Baño antirreumático: necesitaremos
plantas con propiedades analgésicas, antiinflamatorias y depurativas o
remineralizantes como el romero, la mejorana, el tomillo, el pino, el enebro, la
salvia, el árnica, el jengibre, el harpagofito o la cola de caballo.
* Baño depurativo: con bardana, salvia,
tomillo o manzanilla romana.
* Baño para relajar la piel después de
una depilación: copos de avena, caléndula, lavanda, manzanilla o hibisco.
Se
pueden combinar diferentes plantas o utilizar una sola, como quieras. Puedes
hacer tus combinaciones y ver qué te gusta más o qué es lo más adecuado para ti
según te encuentres en cada momento.
También puedes hacer los baños sólo con
sal y algún aceite esencial. Las sales de Epsom (sulfato de magnesio), van muy
bien cuando hay dolores musculares o bien óseos, mejoran la circulación, el
sistema digestivo, alivian el cansancio, el estrés y el insomnio. También disminuyen
la presión arterial, por tanto cuidado los hipertensos. La proporción sería de una taza aproximadamente por bañera. Secar sin friccionar y
no utilizar este tipo de baño con mucha frecuencia.
El baño depurativo o de limpieza de
energías con sales marinas es muy eficaz, que la sal no sea refinada y no
contenga antiaglomerantes ni estabilizantes. Se llena media bañera
aproximadamente con agua caliente y se echa entre un kilo y dos de sal mariana
(depende de cómo sea la bañera de grande). Al meternos en la bañera con el agua
caliente cargada de sales se produce un proceso de osmosis a través del cual el
agua de nuestro cuerpo sale arrastrando toxinas y traspirando CO2,
produciéndose así una alcalinización del cuerpo.
Secarse sin friccionar y beber mucha
agua después del baño.
Y bueno, esto es todo por hoy. Última recomendación,
cuando hagas este tipo de baños, no te laves después con jabón, eso lo aprendí
hoy.
Hablaremos de los baños de pies en un próximo artículo.
Hablaremos de los baños de pies en un próximo artículo.
©Paqui Sánchez
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lo encontraste.
¡¡¡Gracias!!! ¡¡¡Bendiciones!!!
©Paqui Sánchez
que hermosa publicación! gracias por compartirla!
ResponderEliminarsiempre se puede aprender más!
Muchísimas gracias. Me alegra mucho que te guste!!! Y sí, el aprendizaje nos acompaña continuamente, afortunadamente nunca dejamos de aprender y experimentar cosas nuevas que nos enriquecen la vida y el alma.
EliminarMuchas gracias por tu visita y tu comentario.
Bendiciones.
🥰 Me encanta
ResponderEliminarMuchas gracias. Me alegra mucho que te sirva y te haya gustado.
EliminarBendiciones.