Es Navidad
El pasado año, cuando este blog acababa prácticamente de nacer, en una pequeña felicitación de Navidad que os dejé, hablaba de la importancia del perdón y os ofrecía una pequeña terapia en forma de receta para perdonar tanto a los demás como a uno mismo.
Este año,
mi objetivo es otro, este año quiero hablar de la GRATITUD. De la importancia
de agradecer cada día todo lo que tenemos, todo lo que llega a nuestras vidas
ya sean personas, situaciones, cosas materiales, etc. y también todo lo que se marcha
de ella.
Es muy
importante agradecer por todo lo que se aleja, se marcha, se va, por lo que
perdemos… Todo lo que tuvimos un día y estuvo con nosotros tuvo una razón de
ser, tuvo un motivo, un significado e hizo su papel, por tanto debemos
agradecer por ello a la vez que debemos aprender a soltar para que lo que ya no
tenga que estar con nosotros se pueda marchar a su lugar, libremente, sin
resistencia, sin dolor, con amor.
Cuando
todo va bien, es mucho más fácil ser agradecido. Aunque “dar las gracias” es
una costumbre que no todos tienen integrada. Pero cuando las cosas no son como
nos gustaría, es muy fácil llenarlo todo de culpas y culpables. Para algunos
los culpables siempre estarán fuera, otros se incluirán en el autocastigo y
cargarán con parte de esas culpas.
Sin
embargo, yo os quiero decir que este paso no es necesario. Con las culpas no
solucionamos nada, cada uno debe comprender y asumir la parte de
responsabilidad que tiene en todo cuanto acontece en su vida y en cada decisión
que toma. La “culpa” es un modo, a veces doloroso, de escondernos para no
solucionar nada, mientras estamos culpando a otros o autoculpándonos por algo,
no estamos creando una solución a eso que vemos como un “problema”, no estamos
interesados en solventar lo que nos aqueja, sino en quedarnos en el enfado y en
la queja. Y nos cargamos de razón, aun sin ella, para tener nuestra propia
contienda, a veces incluso en solitario.
Cuando
las cosas no van como a nosotros nos gustaría es cuando más debemos dar las
gracias, porque esa persona que nos está haciendo la vida imposible, esa
situación que nos sobrepasa, esa enfermedad que nos está destruyendo, eso que
tanto deseamos y no llega… es nuestro maestro.
Cuando
estás en una situación que no te agrada, pregúntate porqué te está sucediendo
justo eso. Observa tu vida para darte cuenta si es algo que se repite de tanto
en tanto o si es una situación nueva que no habías vivido nunca… hay un
lenguaje cósmico invisible al que muy pocas personas prestan atención, pero que nos está revelando a gritos porqué
nos pasan las cosas. Ese lenguaje se aprende cuando somos receptivos, cuando
decidimos abrir nuestras mentes a nuevas ideas, a nuevas maneras de resolver
las cosas, de entenderlas, de comprender que en todo lo que nos sucede tenemos
parte de responsabilidad y aprendizaje.
Si las
cosas no salen como quieres, no son como tú deseas… pregúntate porqué y, date
tiempo para que la respuesta llegue a ti antes de seguir adelante.
Sé
agradecido en todo momento, cuando te vaya bien y cuando tú creas que no te
está yendo tan bien. Quizá se trate solamente de una apreciación “irreal” por
tu parte y no te esté yendo tan “mal” como piensas.
Puedes
agradecer cada amanecer por tener un nuevo día, porque sea diferente, por
llenarlo de colores y sonrisas, por estar junto a los tuyos, por cada gesto de
bondad por parte de los que te rodean, por cada buena noticia, por cada alegría
en los demás. Agradece por poder respirar, por la paz, por tener capacidad para
sentir y para amar.
Agradece
por el Sol, por la Luna, por las estrellas, por la lluvia, por el viento, por
los árboles, las flores, los ríos, los lagos, el mar… Por los paisajes y los lugares
que nos regala este planeta, por la tierra, por el alimento...
Agradece
a la Madre Tierra porque te nutre, porque te sostiene, porque te da un hogar,
porque te acuna, porque limpia tus energías, porque te mantiene conectado a la
vida. Y agradece al Padre Cielo porque te manda amor cada día, nuevas ideas
para crear, para crecer, para tener la vida que deseas. Agradece por ser ese
puente de unión entre estas dos energías, por estar en medio de ellas
cumpliendo con tu papel, en el momento justo, en el lugar adecuado, en el
tiempo correcto, en el aquí y en el ahora.
Pero
agradece también por las lágrimas porque ellas ten enseñan que hay risas y
sonrisas y que sólo de tu actitud depende decidir en qué lado te quieres poner.
Agradece por la tristeza porque ella te muestra la alegría, y permítete, de vez
en cuando, tener estas emociones porque actúan como fuerzas compensatorias en
ti.
Agradece
por el problema que te ayuda a despertar tu imaginación y tu creatividad para
resolverlo. Porque ha venido a ti para hacerte crecer. Agradece por esa persona
que te incordia, que te molesta continuamente, que no te gusta porque está ahí
para que transciendas todo lo que sientes y te está ayudando a crecer. Algunas
veces te estará mostrando una parte de ti que te niegas a ver o que no te
permites ser y otras veces estará reflejando tus propias quejas y lamentos.
Dile: “gracias por estar ahí, porque contigo estoy aprendiendo continuamente”.
Agradece por esa enfermedad que no hace más que manifestar una desconexión con
algo de alguna parte de ti, con la vida, con la alegría, con la dulzura, con la
confianza, con la autoestima, contigo mismo. La enfermedad viene a mostrarte tu
valentía, tu fortaleza, tu tesón y a enseñarte sobre tu historia familiar,
sobre tus antepasados, sobre ti mismo.
Agradece
por adelantado lo que pides a tus guías, a tus ángeles, a tus maestros, a Dios,
al Universo y vuelve a agradecerlo cuando te haya sido concedido. Y sé
agradecido si el deseo no se cumple e investiga si eso que has pedido es lo más
apropiado para tu vida. Muchas veces pensamos que sí, pero con el tiempo nos
damos cuenta de que el camino era otro y entonces comprendemos porqué ese
“deseo” o ese “sueño” no fructificó.
Continuamente
estamos siendo guiados para cumplir con nuestro destino. Nuestra alma tiene una
misión y su deseo es cumplirla, cuando te alejas de lo que tienes que hacer se
pone triste e intenta reconducirte para que encuentres tu camino. Es por ello
que muchas veces pedimos cosas que no nos llegan del modo en el que deseamos
que lo hicieran.
Mi
deseo en estas fechas tan especiales es que te pongas en conexión con tu alma y
que le preguntes cuál es su misión, su misión es tu misión y sólo cuando estés
cumpliendo con ella te podrás sentir tan pleno, tan en paz, tan en calma... que
nada más importará porque habrás encontrado la razón más importante para vivir
y para agradecer cada día de tu vida.
Haz
que cada día sea una fiesta en tu vida, haz que cada día puedas vivir una Navidad
interna dentro de ti. Una Navidad donde lo importante sea esa conexión contigo
mismo, donde puedas reconocer tus emociones y expresarlas libremente sin
dañarte, sin dañar a nadie… para poder sanarte. Y donde lo menos importante sea
todo eso que para ti está demás, que sobra, que no te dice nada, que no ves
positivo, que no te gusta, que no deseas, que no quieres contigo.
Con
inmensa gratitud y todo el amor que llevo dentro de mi corazón, os agradezco
que hayáis compartido conmigo este año. Recordad el verdadero sentido y sentir
de la Navidad y vivamos en un gran gozo y en agradecimiento constante el
Nacimiento del Niño Dios.
"FELIZ
NAVIDAD
FELICES
SUEÑOS
FELIZ 2012
FELIZ Y PRÓSPERA VIDA
A
TODOS Y TODAS"
© Ahava Iesu
A lo
largo de este año he pasado por distintos procesos, llamémosles evolutivos, y
he utilizado distintos nombres para firmar las cosas que he ido publicando. Os doy
una sucinta explicación para deciros que Paqui Sánchez, Francisca, Fran S y
Ahava Iesu soy siempre yo, somos la misma persona, el mismo “yo”.
Paqui
Sánchez es mi nombre, el nombre con el que abrí el blog y comencé a publicar,
después, sobre marzo tuve una reconciliación con mis orígenes, con mi nombre
propio y decidí firmar como Francisca. Poco después de tomar esta decisión cambié
mi firma y comencé a utilizar Fran S.
Soy escritora, hace años que escribo y me apetecía un pseudónimo para firmar mi obra, no sentía que Fran S era el nombre que debían llevar mis escritos y como un milagro "Ahava Iesu" llegó a mí. Lo que me hizo sentir fue tan especial que decidí utilizarlo, de hecho ayer llevé mi último libro “Halla tu Luz. Meditaciones para niños y padres despiertos” al Registro de la Propiedad Intelectual y quedó registrado este nombre como mi pseudónimo.
Soy escritora, hace años que escribo y me apetecía un pseudónimo para firmar mi obra, no sentía que Fran S era el nombre que debían llevar mis escritos y como un milagro "Ahava Iesu" llegó a mí. Lo que me hizo sentir fue tan especial que decidí utilizarlo, de hecho ayer llevé mi último libro “Halla tu Luz. Meditaciones para niños y padres despiertos” al Registro de la Propiedad Intelectual y quedó registrado este nombre como mi pseudónimo.
Os cuento
esta pequeña historia porque yo soy muy curiosa
y me pregunto si el haber visto tantos cambios
de nombre a lo largo de este tiempo no os ha provocado
cierta confusión.
Así todo queda aclarado y explicado.
y me pregunto si el haber visto tantos cambios
de nombre a lo largo de este tiempo no os ha provocado
cierta confusión.
Así todo queda aclarado y explicado.
¡Feliz Navidad!
Gracias, gracias, gracias, gracias, gracias.... y siempre gracias, Paqui, por compartirte con los demás. Un fuerte abrazo y Feliz Navidad!
ResponderEliminarGracias a ti por estar siempre ahí para mí, por darme la fuerza y el impulso que a veces necesito, por tu cariño, por acompañarme siempre en mi caminar, por tu guía, tu confianza... En fin, haría una lista que no tendría fin.
ResponderEliminarGracias a la vida que nos pone siempre al lado a la una de la otra y por hacer bien nuestros papeles ayudándonos a evolucionar, siempre juntas.
¡FELIZ NAVIDAD!