MÁS ALLÁ
DE LA FELICIDAD
Y DE LA INFELICIDAD
ESTÁ LA PAZ
Y DE LA INFELICIDAD
ESTÁ LA PAZ
EL BIEN SUPERIOR MÁS ALLÁ DEL BIEN Y DEL MAL
.
¿Hay alguna diferencia entre felicidad y paz interna?
Sí. La felicidad depende de que percibamos las situaciones o
los estados como positivos; la paz interna, no.
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¿Es posible atraer a nuestra vida solo situaciones y estados positivos? Si
muestra actitud y nuestros pensamientos fueran siempre positivos, solo
viviríamos sucesos y situaciones positivas ¿cierto?
¿Sabes con seguridad qué es positivo y qué es negativo?
¿Tienes una visión del cuadro total? Hay muchas personas para las que la
limitación, el fracaso, la pérdida, la enfermedad o el dolor, en sus múltiples
formas, han sido el mejor profesor. Las circunstancias adversas les enseñaron a
soltar las falsas autoimágenes y los objetivos y deseos superficiales dictados
por el ego. Les dieron profundidad, humildad, compasión. Les hicieron más
reales.
Cualquier circunstancia negativa contiene una profunda lección
oculta, aunque no puedas verla en el momento. Incluso una breve enfermedad o un
accidente pueden mostrarte lo que es real y lo que es irreal en tu vida; en
definitiva, lo que es importante y lo que no.
Vistas desde una perspectiva superior, las circunstancias
siempre son positivas. O, siendo más preciso, no son ni positivas ni negativas.
Son como son. Y cuando aceptas completamente lo que es – que es la única manera
sana de vivir –, ya no queda “bien” ni “mal” en tu vida. Solo queda un bien
superior que incluye al “mal”. Sin embargo, visto desde la perspectiva de la
mente, hay bien-mal, gusto-disgusto, amor-odio. Por eso, en el Libro del
Génesis se dice que a Adán y a Eva no se les permitió habitar en “el paraíso”
después de haber “comido del fruto del conocimiento del bien y del mal”.
.
A mí eso me suena a negación y autoengaño. Cuando me pasa algo malo a mí o a
una persona cercana – un accidente, una enfermedad, un dolor del tipo que sea o
la muerte – puedo pretender que no es malo, pero, de hecho, sigue siendo malo.
Y si es así, ¿por qué negarlo?
No se trata de pretender nada. Está permitiendo que las cosas
sean como son, eso es todo. Esta actitud de “dejar ser” te lleva más allá de la
mente. Con sus patrones de resistencia que crean polaridades positivas y
negativas. Es un aspecto esencial del perdón. El perdón del presente es aún más
importante que el perdón del pasado. Si perdonas a cada momento y aceptas que
sea como es, no se creará una acumulación de resentimiento que haya de ser
perdonada más adelante.
Recuerda que aquí no hablamos de la felicidad. Por ejemplo
cuando un ser querido acaba de morir, o sientes que tu propia muerte está
cerca, no puedes sentirte feliz. Es imposible. Pero puedes estar en paz. Puede
que haya lágrimas y tristeza, pero si has renunciado a la resistencia, debajo
de la tristeza sentirás una profunda serenidad, una quietud, una presencia
sagrada. Esto es la emanación del Ser, esto es presencia interna, el bien sin
opuesto.
.
¿Y qué pasa si se trata de una situación en la que puedo hacer algo? ¿Puedo
permitirla ser y cambiarla al mismo tiempo?
Haz lo que tengas que hacer. Entre tanto, acepta lo que es.
Como mente y resistencia son términos sinónimos, la aceptación te libera
inmediatamente del dominio de la mente y te vuelve a conectar con el Ser. El
resultado es que las motivaciones típicas que mueven el ego a “actuar” – miedo,
avaricia, control, defensa o alimentación del falso sentido de identidad –
dejan de operar. Una inteligencia mucho más amplia que la mente se hace cargo
de las cosas, de modo que en tu hacer fluirá otra cualidad de conciencia.
“Acepta lo que venga a ti entretejido en el diseño de tu
destino, porque ¿qué podría ser más adecuado a tus necesidades?”. Esto fue
escrito hace dos mil años por Marco Aurelio, uno de los escasísimos seres
humanos que han poseído al mismo tiempo sabiduría y poder mundano.
Parece que la mayoría de la gente tiene que sufrir mucho antes
de abandonar sus resistencias y aceptar, antes de poder perdonar. En cuanto se
produce la aceptación, ocurre uno de los mayores milagros: el despertar del Ser-conciencia
a través de algo aparentemente malo, la transmutación del sufrimiento en paz
interna. El efecto de todo el mal y de todo el sufrimiento del mundo es que
obligará a los seres humanos a hacerse conscientes de quiénes son más allá del
nombre y la forma. Así, lo que percibimos como malo desde nuestro punto de
vista limitado es, en realidad, parte del bien superior que no tiene opuesto.
Sin embargo, esto solo llegará a ser verdad para ti mediante el perdón. Si no
se llega a perdonar, el mal no se redime, y por tanto sigue siendo mal.
Mediante el perdón, que en esencia significa reconocer la
insustancialidad del pasado y permitir que el presente sea como es, el milagro
de la transformación ocurre dentro y también fuera. Un estadio silencioso de
intensa presencia surge en ti y a tu alrededor. Cualquier persona o casa que
entre en tu campo de conciencia quedará afectada por él, unas veces de manera
visible e inmediata y otras veces a niveles más profundos, haciéndose visibles
los cambios más adelante. Disuelves la discordia, sanas el dolor, despejas la
inconsciencia – sin hacer nada – simplemente siendo y manteniendo esa
frecuencia vibratoria de la intensa presencia.
Ekchart Tolle, parte del capítulo 9 de El Poder del Ahora.
© Fran S
***Bueno! soy de Brasil e a my parece...que existem muitas pessoas que alcançaram a Consciência Cósmica mas permanecem sentados em um banco da praça. As imagens do telescópio Huber transformou inteiramente nossos paradígmas surgindo nas mentes deste Século de luzes um turbilhão de insignes. Esta Consciência de plenitude absoluta é divina e geralmente as pessoas passam a agir conforme suas experiencias, vivências e circunstâncias na sua vida. Pendem então para o lado religioso e passam a efetuar milagres de curas, etc...
ResponderEliminarIsto não ocorreu com Eckart Tolle: ele se tornou um "Guru" e passou a ensinar os outros...
Gracias, desde Brasil