Continuando con el tema que nos ocupa esta semana he pensado que sería oportuno que habláramos un poco sobre el SUN GAZING o mirada al sol y de los beneficios que la luz solar aporta a los seres humanos.
Recordad que durante estos días estamos aprendiendo a utilizar el sentido de la vista, a mirar conscientemente, a ver lo que miramos, a observar nuestro entorno desde dentro, desde lo positivo, desde la luz, desde nuestra verdad... Miramos para ver aquello que no habíamos sido capaces de percibir con anterioridad.
El sol, en la actualidad, se considera “peligroso o nocivo”, nos recomiendan no exponernos a él por el riesgo a contraer algún tipo de cáncer de piel… nos instan a no mirarlo porque corremos el riesgo de dañar la retina y quedar cieg@s… En fin, es un elemento del que debemos huir, sin embargo las plantas y los vegetales, se nutren del sol y lo necesitan para crecer. Los animales se tumban al sol para calentarse, regenerarse y sanarse. ¿Por qué para los humanos no es bueno si lo es para el resto de los seres vivos? ¿Quizá por desconocimiento o por miedo? Sin embargo cuando nacen bebés, los pediatras recomiendan exponerlos a la luz solar el máximo tiempo posible, con precauciones.
Pues del mismo modo yo os digo que tomando las debidas precauciones, el sol es alimento para el cuerpo y el alma no sólo cuando somos bebés, sino durante toda la vida.
El sol ha inspirado a la humanidad a lo largo de toda su historia, cada Civilización ha estado ligada al sol de un modo único y particular. En el Antiguo Egipto se veneraba a Ra, dios del Sol, incluso el rey se consideraba hijo de Ra. Se decía que la humanidad y los animales llegaron a través de sus lágrimas y a su muerte, el faraón volvía a reunirse con su padre el Sol. Las pirámides eran consideradas el medio por el cual se accedía al cielo.
Otras culturas, como los indios nativos tomaban baños de sol poniéndose de pie durante dos horas exponiendo sus cuerpos a la luz del sol disminuyendo durante estos días la necesidad de ingesta.
El sol ha inspirado a la humanidad a lo largo de toda su historia, cada Civilización ha estado ligada al sol de un modo único y particular. En el Antiguo Egipto se veneraba a Ra, dios del Sol, incluso el rey se consideraba hijo de Ra. Se decía que la humanidad y los animales llegaron a través de sus lágrimas y a su muerte, el faraón volvía a reunirse con su padre el Sol. Las pirámides eran consideradas el medio por el cual se accedía al cielo.
Otras culturas, como los indios nativos tomaban baños de sol poniéndose de pie durante dos horas exponiendo sus cuerpos a la luz del sol disminuyendo durante estos días la necesidad de ingesta.
El sol se ha utilizado desde tiempo inmemorial para sanar enfermedades físicas y mentales además de dolencias emocionales y espirituales. Los hindúes llamaban a esta práctica Surya Namaskar, los egipcios y los americanos la llamaron helioterapia y los europeos terapia de Apolo.
Al contrario de lo que pensamos hoy en día, está científicamente comprobado que la práctica del Sun Gazing o mirada fija al sol en las horas adecuadas, pude aportar grandes beneficios al ser humano ayudándole a sanar el cuerpo, la mente y el alma.
Al contrario de lo que pensamos hoy en día, está científicamente comprobado que la práctica del Sun Gazing o mirada fija al sol en las horas adecuadas, pude aportar grandes beneficios al ser humano ayudándole a sanar el cuerpo, la mente y el alma.
La práctica de mirar al sol poniente o naciente una sola vez al día durante las horas seguras. Las horas seguras se sitúan en una franja de 1 hora a partir de la salida del sol y 1 hora antes de la puesta. Está científicamente demostrado, que durante esas horas, se está libre de la exposición a los rayos ultravioleta (UV) e infrarrojos(IR), que son perjudiciales para los ojos y la salud en general.
Si utilizas gafas o lentillas, no olvides quitártelas antes de comenzar con el ejercicio.
El Sun Gazing consiste en mirar al sol durante estas horas seguras durante 10 segundos cada día, incrementado éstos de 10 en 10 y sumándolos a los que ya tenemos computados. Es decir, comenzaremos el primer día con 10 segundos, el segundo día durante 20 segundos, el tercer día miraremos 30 segundos y así sucesivamente hasta alcanzar el objetivo que nos hayamos propuesto.
Una vez que hemos terminado la práctica cerraremos los ojos durante unos minutos hasta que dejemos de ver el arco iris de luces que aparecerá en nuestros párpados internos. Podréis ver una sola luz de un color determinado, todas las luces del arco iris, un puntito brillante sobre un fondo negro... Una vez más, a cada uno se le mostrará lo que necesite para su sanación personal.
No pasa nada si durante unos cuantos días no se puedes realizar la práctica , si son unos días, vuelve a retomarlo por donde lo dejaste, si es más de un mes y llevas cerca de 15 minutos descuenta un par de minutos y continúa y es menos tiempo quizá será mejor volver a comenzar.
La premisa imprescindible para notar los beneficios cuanto antes es creer en lo que estamos haciendo. Debemos asumir que para cada persona la práctica será diferente porque cada uno estamos en un grado de desarrollo personal y espiritual distinto. Por tanto ten una actitud positiva no te dejes guiar por el ego que llenará tu mente de dudas. Piensa que eres capaz de lograrlo simplemente por el hecho de que MERECES estar bien. Ten fe, elimina las dudas y concéntrate en los beneficios que vas a recibir.
Bueno, aún voy por 3 minutos... a ver si esta semana sale el sol para seguir!!
ResponderEliminarUn beso, Paqui!