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Somos puentes de Luz que unen la Tierra con el Cielo

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miércoles, 28 de mayo de 2025

GROUNDING. Conectando con la Tierra, reconectando contigo

Cuando sientas el suelo bajo tus pies, recuerda que ahí nace tu fuerza y equilibrio

Grounding

Conectando con la Tierra, reconectando contigo

Vivimos en un vertiginoso mundo extremadamente acelerado en el que las pantallas han pasado a sostenernos más que el propio suelo que pisamos. Nos hemos olvidado del placer de sentirnos parte de la Madre Tierra, de estar conectados a los cambios estacionales y en estrecho contacto con ella para sostenernos, nutrirnos y equilibrarnos con su energía. Podríamos decir que nuestras prioridades han cambiado drásticamente y como consecuencia “sufrimos” el hecho de esa pérdida de conexión con la Tierra de múltiples maneras.

El Grounding (también conocido como earthing) es la práctica que nos ayuda a reconectarnos de nuevo con nuestro planeta a través del contacto directo con la naturaleza, especialmente con la tierra, la arena, el césped, la hierba o el agua natural.

Esta reconexión física con la Tierra no solo tiene un significado simbólico, espiritual o se trata de una tendencia “New Age”, sino que está respaldada por estudios científicos que demuestran beneficios tanto fisiológicos como a nivel psicológico.

Es más, desde un punto de vista biofísico, con la práctica del grounding se absorben electrones libres presentes en la superficie terrestre que actúan como antioxidantes naturales que, a su vez, ayudan a neutralizar los radicales libres en el cuerpo, reduciendo la inflamación, el estrés oxidativo y promoviendo una mejor función celular.

Asimismo, al grounding se le atribuye el beneficio de ser un acto de presencia consciente que ayuda a anclar a la persona que lo practica en el aquí y el ahora, disminuyendo así la ansiedad, toda vez que mejora la atención plena y equilibra su sistema nervioso autónomo.

Esta práctica no solo incluye el caminar descalzo, sino sentarse o recostarse en la naturaleza o apoyar las manos sobre el suelo. Lo que busca principalmente es restaurar esa conexión con la naturaleza que se pierde con mucha frecuencia debido al ritmo de vida que solemos llevar, que para más inri nos aleja del ámbito rural para imbuirnos en el cemento urbano de la ciudad y de la “vida moderna”.

Se dice que el grounding, más que una técnica, es un acto de regreso, un recordatorio silencioso de pertenencia a la Madre Tierra o al menos de formar parte de ella como lo hacían nuestros ancestros.

Conectar con la tierra es reencontrar la calma que siempre estuvo dentro de nosotros

¿Qué es realmente el grounding?

Grounding significa literalmente “conectarse a tierra”. Es una práctica sencilla y ancestral que implica caminar descalzo, tumbarse sobre la hierba, nadar en el mar, en un río o un lago, o simplemente recostarse o apoyar las palmas de las manos sobre la tierra.

Aunque todavía quede mucho camino por andar, la ciencia ha comenzado a estudiar esta conexión física con el suelo y ya hay estudios científicos que demuestran que al tocar la Tierra nuestro cuerpo puede absorber electrones libres que actúan como antioxidantes naturales, reduciendo la inflamación y equilibrando nuestro sistema eléctrico interno.

El grounding es valorado tanto en terapias alternativas como en la medicina integrativa, ya que sus beneficios abarcan aspectos físicos, emocionales y espirituales. La práctica promueve la sensación de bienestar, mejora el sueño, reduce el dolor crónico y fomenta una mayor estabilidad emocional.

En definitiva, grounding es un puente entre el cuerpo y la Tierra que nos invita a desacelerar, a soltar tensiones y a redescubrir la simplicidad de estar en armonía con el entorno natural.

En un mundo acelerado, el grounding es el regreso al hogar interno donde todo es paz. Hacerlo en grupo es además súper sanador

Beneficios de practicar grounding

El grounding, al contrario de lo que se pueda pensar, cuenta con grandes beneficios de los que cualquier ser humano puede lucrarse, entre ellos:

  1. Reduce el estrés y la ansiedad: Hay diversidad de estudios que han demostrado que el contacto del ser humano con la tierra, calma el sistema nervioso, disminuye el cortisol y promueve una sensación de relajación casi inmediata.
  2. Mejora la calidad del sueño: La práctica regular de grounding, mejora la calidad del sueño haciéndolo más profundo y reparador, probablemente por el equilibrio que se genera en los ritmos circadianos.
  3. Disminuye la inflamación: Al absorber electrones desde la Tierra, el cuerpo combate el estrés oxidativo, uno de los principales causantes de inflamación crónica.
  4. Fortalece el sistema inmunológico: Al reducir el estrés y mejorar la calidad del sueño, el sistema inmunológico se regula de manera más eficiente.
  5. Aumenta la conexión emocional con el presente: La práctica del grounding no solo calma la mente, sino que también despierta una conexión emocional con uno mismo, con la naturaleza y con el presente.

Cuando sientas el suelo bajo tus pies, recuerda que ahí nace tu fuerza y equilibrio
¿Cómo practicar grounding?

Camina con los pies descalzos sobre césped, hierba, tierra, arena o piedra natural durante 20-30 minutos al día siempre que puedas. En su defecto, aprovecha el fin de semana para ir a la naturaleza y caminar sobre la arena de la playa, o en la montaña, o perderte (en el buen sentido de la palabra) en un bosque.

Si tienes acceso a la playa o al campo, siéntate, respira y deja que tu piel toque la tierra y el agua.

Si vives en ciudad, puedes practicarlo en un parque, un jardín o incluso con plantas de interior y macetas grandes (aunque menos intenso, sigue siendo beneficioso).

Complementa el grounding con respiración consciente, silencio, lectura de textos que te conecten con lo esencial y te hagan disfrutar del momento, o bien si te gustan los minerales puedes incluirlos en tu práctica.

En la ciudad quizá se hace un poco más complicada y tediosa la práctica principalmente porque el entorno no acompaña y encontrar uno que sea ideal es mucho más complicado. Sin embargo, se puede buscar un parque por el que puedas caminar descalza o simplemente apoyar los pies sobre el césped o la tierra. Aprovecha la presencia de los árboles para apoyarte en ellos o sentarte bajo su sombra mientras practicas alguna respiración consciente.

La conexión con la naturaleza es el puente que nos devuelve a nuestro centro verdadero. Manos que abrazan la Tierra entre sus dedos.

Otra posibilidad sería que tuvieras un pequeño jardín en tu propia casa o vivas en una comunidad con jardines. Pero si no puedes disfrutar de nada de todo esto y te gustan las plantas y la jardinería, ocuparte de ellas, de sus cuidados, de sus trasplantes e incluso de tocar la tierra de las propias macetas, ya ayuda. Por tanto, el “gardening”, también cuenta. Todo lo que sume, cuenta porque te ayuda a estar en el momento presente.

Es importante durante la práctica del grounding, sobre todo si ésta tiene lugar en la ciudad, que mentalmente hagas una conexión con los pies en el suelo del tipo:

“Estoy aquí, ahora. Mis pies están en contacto con el suelo, siento como unas hermosas raíces salen de las plantas de mis pies y entran en la profundidad de la Tierra. La energía de la Madre asciende por esas raíces hasta las plantas de mis pies y continúa ascendiendo. Es una energía envolvente y sanadora, vibrante, fresca y renovadora que me aporta paz y serenidad. Siento la conexión con la Madre Tierra. Me siento bien”.

Si no puedes caminar con los pies descalzos por los motivos o circunstancias que sean, puedes aprovechar tus paseos y caminatas por la ciudad poniendo conciencia en ello, pudiendo utilizar las frases anteriores igualmente. Quizá te ayude a conectar si sostienes algún mineral en tu mano, o alguna piedra cuya textura te ayude a sentirte en conexión con la Tierra.

Los baños de sal (sal marina o Epsom), simulan el efecto de conexión con la tierra.

Utilizar fibras naturales para vestir, un calzado adecuado, alfombras de yute en tu hogar y el uso de aceites esenciales al practicar la aromaterapia también pueden acercarte a la naturaleza.

Debemos ver el grounding más que como una “moda”, como una práctica de regreso a nosotros mismos y a esa conexión con la Madre Tierra que, por desgracia, en muchos casos es inexistente. Es una invitación para el alma, toda vez que una forma de decirle al cuerpo que está a salvo, que es seguro soltar, enraizarse y volver a conectar. Porque el grounding no es solo quitarse los zapatos, sino también soltar cargas para caminar más ligero.

¿Y tú? ¿Sueles conectarte con la Tierra? ¿Cuánto hace que no te pones en contacto con la naturaleza y disfrutas de ella? Quizá ha llegado el momento de apagar el ruido, protegerse la piel, salir al sol y permitir que la vida te sorprenda. 

Grounding no es solo pisar el suelo, es vivir arraigado en el ahora, consciente y sereno. Joven bajando escaleras de piedra
Te comparto algunos estudios científicos que existen sobre el grounding o earthing, por si sientes curiosidad por investigar y saber más para vivir mejor.

  1. Chevalier, G., Sinatra, S. T., Oschman, J. L., Delany, R. M. (2013)
    Título: Earthing (Grounding) the Human Body Reduces Blood Viscosity—A Major Factor in Cardiovascular Disease
    Publicación: Journal of Alternative and Complementary Medicine
  2. Ghaly, M., & Teplitz, D. (2004)
    Título: The biologic effects of grounding the human body during sleep as measured by cortisol levels and subjective reporting of sleep, pain, and stress
    Publicación: Journal of Alternative and Complementary Medicine
  3. Chevalier, G., Mori, K., Oschman, J. L., & Brown, R. (2012)
    Título: The Effect of Earthing (Grounding) on Human Physiology: Electrodermal Measurements
    Publicación: Journal of Alternative and Complementary Medicine
  4. Brown, D., Chevalier, G., & Hill, M. (2010)
    Título: Pilot study on the effect of grounding on delayed-onset muscle soreness
    Publicación: Journal of Alternative and Complementary Medicine
La conexión con la naturaleza es el puente que nos devuelve a nuestro centro verdadero

© Paqui Sánchez

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