¡Bienvenido Septiembre!
De nuevo en
casa, con ganas de bosque, fresquito, agua y otoño.
El mes de
septiembre evoca recuerdos muy entrañables en mí. La vuelta al cole, el olor de
los libros nuevos, las libretas, el estuche con los lápices de colores de
madera, los borradores con olor a nata y los sacapuntas afilados. La mochila
nueva, carpetas, archivadores… Profesores, compañeros, reencuentros, inicios…
Prepararlo todo
para un nuevo comienzo, los nervios de la noche previa danzando en el estómago y sin dejarte dormir.
Y es que era
justo así, el año para mí empezaba en septiembre y creo que, internamente, lo
sigue haciendo. La rutina se rompe en verano y en septiembre todo vuelve a “la
normalidad”.
Ahora además
limpiamos nuestros espacios sagrados, nuestro hogar, ordenamos la despensa de
hierbas mágicas, revisamos el botiquín de la magia para tener todo dispuesto
para el inminente otoño y la llegada del invierno. Acabamos de secar algunas hierbas para
las tisanas, esos tés calentitos que recuperan el cuerpo, ayudan con los
cambios y reparan el alma.
Tengo unas
ganas tremendas de calentarme las manos alrededor de una taza bonita con un humeante té que recomponga el
alma, tomármelo a traguitos pequeños, saboreando la vida con cada pequeño sorbo;
ponerme calcetines gruesos, sobre los de estar por casa y caminar descalza;
vestirme con mi poncho de lana; encender velas y sahumar con esos sahúmos naturales
hechos en casa. De encender el horno para entibiar la casa y perparar ricos manjares de otoño. Que el bosque se llene de setas y los árboles de hojas de
colores, pisar sobre la hojarasca y escuchar ese sonido rasgado que va haciendo
crac, crac con cada paso. Ver el Sol en los colores ocres de las hojas de los
árboles y como se desdibuja el día dando paso a la luz de la luna que viene a
iluminar las largas noches…
Días que se
despiertan nublados, con olor a lluvia y a tierra mojada. Neblina y humedad en
el ambiente que se vuelve más fresco y aunque me gusta la luz y los días
largos, ese sol que se torna tímido y se va apagando sin dejar de brillar
también tiene un noséqué, un encanto especial y mágico que va tintando el cielo
de pinceladas cálidas, que sigue dando vida, pero ya no abrasa.
Se respira y se
percibe mejor, será porque algunos nos recuperamos del excesivo calor del
verano que nos deja exhaustos y agotados.
La tierra se
prepara para su descanso, es tiempo de recoger las últimas cosechas, es tiempo
de estar con nosotros mismos, de purificarnos. Es como hacer un resert,
desechar aquello que hemos descubierto que nos daña quedándonos con la
enseñanza para no tener que repetir la experiencia y prestar atención, poniendo
nuestra energía en aquello otro que sentimos nos hará bien en nuestra vida. Trabajar
en el amor propio y el merecimiento. Es tiempo de sentarnos con nosotros mismos
y conocernos, pues solo cuando nos conocemos de verdad podemos amarnos
abiertamente, libremente, sin condiciones… y como he dicho tantas veces en los
escritos que os comparto y en los que guardo, únicamente cuando nos amamos a
nosotros mismos podemos amar sin dependencias ni apegos a los demás.
Conocerte a ti
misma es un arduo trabajo, seguramente conllevará dolor y lágrimas de sanación,
pues hay muchas partes de ti que odiarás, muchas cosas de las que te avergüenzas
o te sientes culpable y que habrás de perdonarte para encontrar la paz. Habrá mucho
que limpiar, recolocar e iluminar, pero este tiempo más frío en el que la luz
disminuye te brinda la oportunidad de sentarte contigo misma, con un chocolate
caliente con una pizca de pimienta recién molida y canela y observar tu propia
oscuridad. No la rechaces, es parte de ti, aunque no te guste, no pasa nada, el cambio en tu actitud te ayudará a aceptarla e iluminarla. Todos en algún momento hemos sido personas
tóxicas, víctimas de nosotros mismos y hemos sentido que somos lo peor de este
mundo, lo más triste, lo menos valorado y amado. Hemos pensando que dando
lástima a los demás íbamos a encontrar cariño, amor y protección, sin darnos
cuenta que es el camino equivocado, que solo desde la propia aceptación y amor
propio seremos capaces de conocernos, aceptarnos, perdonarnos y amarnos. Cuando
consigues llegar a este punto, ya no necesitas ser la víctima de nadie, ni tan
siquiera la tuya. Llega un momento en el que dejas de odiar a esa persona que
te mira cuando te pones delante del espejo, que dejas de despreciarla y empieza
a parecerte un ser lleno de belleza, amor, sensibilidad y sabiduría. Conversar con
esa persona, comprenderla sin juzgarla, perdonarte y perdonarla te ayudará a
reconciliarte contigo misma y a hacer las paces con tu Ser. Te ayudará a vivir
en paz y a ser la paz que tu mundo necesita. Te ayudará a ver amor allá donde
quiera que mires, a vivir en el amor y a entregarte en amor.
Y sí, respétate esos días en los que vuelves a
convertirte por unos momentos en una persona tóxica, pero recuerda que es
simplemente una parte de ti que necesita atención, que no eres tú.
Quizá te preguntes
cómo dejar de ser esa persona tóxica para ti misma y para los demás… Recuerda,
evoca todos esos momentos de todas esas cosas que son especiales para ti y que
te sacan de tu pena, tu angustia y tu llanto desconsolado. Piensa en todo lo
que te da placer y te hace esbozar una sonrisa. Somos diferentes y a cada
persona le vibran cosas distintas. En mi caso, pensar en el otoño, en la imagen
de alguna seta que capturé con mi cámara en el bosque, en el olor y el roce sobre mi piel de
las sábanas limpias, el aroma a lavanda, observar la llama de una vela, pensar
en un lugar que me gusta y rememorar cómo me sentí cuando estuve allí, escuchar
una tormenta tronar enfurecida o el canto de la lluvia cuando repiquetea sobre
mi ventana, el olor a tierra mojada, a cítrico, a canela y a clavo. Un baño con
flores o hierbas aromáticas, con velas y música suave. Sentir en mi cabello a
las hadas jugando o que alguien me dé un pequeño masaje, leer un libro… Si te pones a
hacer una lista, será interminable. Ahora la maestría está en cuando te des
cuenta de que has entrado en el bucle de la destrucción, consigas pararlo,
cambiar de actitud y centrarte en aquello que te hace vibrar bonito y en
positivo, dar un paseo por la naturaleza es siempre una píldora mágica, abrazar
un árbol, oler una flor, escuchar el canto de los pájaros o las cigarras, pisar
la tierra conscientemente… son pastillas inocuas y mágicas porque hacen que tu
energía cambie al instante.
Deseo que tu
vuelta a casa sea maravillosa, que te dediques el tiempo que necesitas para
estar contigo misma, porque te lo mereces, que te perdones para soltar toda esa
culpa que en ocasiones te ahoga y te impide ser lo que verdaderamente eres y
que hagas cosas que te produzcan felicidad. Que puedas ponerte frente al
espejo, mirar a ese ser excepcional que te devolverá la mirada (aunque pese 20
kilos de más, aunque su cabello esté canoso o su piel ajada, sus ojos tristes y
su boca deslucida y apagada…) y le digas que la amas sobre todas las cosas,
sintiendo el corazón rebosante de amor hacia ti misma.
Mi intención
era escribir una bienvenida, lo prometo, pero me pongo a escribir y a veces,
sale lo que sale. No lo voy a borrar, lo dejo por si a alguien que lea estas
líneas le sirve para estar mejor.
Ya sabéis, se
aproxima el equinoccio de otoño para el hemisferio norte (primavera para el
sur), celebraremos el Sabbat celta de Mabon en el norte y Ostara en el sur.
Equinoccio es sinónimo de limpieza, de ordenar y recolocar, de cambio…, para
empezar de nuevo.
©Paqui Sánchez
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créditos.
¡¡¡Gracias!!! ¡¡¡Bendiciones!!!
©Paqui Sánchez
Cómo me ha gustado este post, precioso Paqui! voy a hacer mi lista de Otoño ya:)
ResponderEliminar¡Qué bien comenzar el mes con nuevos propósitos y alegría! Como cuando comienza un nuevo año, tenemos tantas oportunidades de comenzar de nuevo, de ilusionarnos y de crear sueños mágicos.
EliminarQue esa lista te haga muy, muy, muy feliz!!!
hola, mi nombre es Ximena, pero me elegi el nombre Hallbera, con el me siento mas yo. Hace años tomé curiosidad por las hierbas medicinales, y me dedico a hacer con ellas almohadillas de hierbas sanadoras, mi pagina es El Jardin de La Hechicera. Además hago otras cosas, en otros materiales, muñecos de cuento, tejidos en crochet. Pero las hierbas me hicieron sentir siempre que debia haber en mi un antepasado que fuera hechicera, o tal vez no fui en otra vida. Una amiga me dijo que si, que lo era.
ResponderEliminarentre en pinterest buscando cosas para insipirarme en mis creaciones, y me encontre con tu blog... me encantó.. sentía por momentos que esas palabras salian de mi propia alma.. que eran mías... sera qeu vibramos con la misma energia... las mismas cosas que te emocionan me emocionan a mi tambien.. he llegado a llorar al sentir las gotas de lluvia que caian en mi paraguas.. y ver las calles con sus arboles y hojas mojadas... la belleza en las cosas simples.. y las ganas de sanar almas y transmitir armonia y amor...
gracias por compartir tan lindas palabras...
Creo que sentimos la misma magia que se mueve en el mundo... en algunas miradas, en algunas almas, en las hadas que tejen hilos invisibles para que nos llegue eso que tanto anhelamos...
Ximena
Hallbera, bonita elección. Muchísimas gracias por compartir tu sentir conmigo, me alegra encontrar personas afines en el camino que vibran con energía parecida, siempre me hace esbozar una sonrisa y una simpatía instantánea. Me alegro mucho que hayas llegado aquí. Estoy teniendo un verano diferente en un año "especial" y no estoy últimamente mucho por las redes sociales, espero poder pronto retomar el blog y seguir publicando, no sé, quizá hablar un poquito sobre este 2020, sus enseñanzas, sus retos, ver esa parte positiva en este año que no todos son capaces de ver, es complicado la verdad, pero no nos queda otra que centrarnos en lo positivo que todo nos aporta o es fácil deprimirse.
EliminarTe comentaba en el otro post que te puedes poner en contacto conmigo a través de la página "Mágico Despertar" en Facebook, allí puedes mandarme mensajes, porque no tengo un correo específico para el blog. Te iré a visitar ahora a ver si te encuentro. Me alegra mucho tu labor y te agradezco por ella, las plantas están ahí para ayudarnos, como todo cuanto nos rodea, tan solo hay que mirar con la visión adecuada.
Gracias siempre a ti por haber llegado hasta aquí y tu compartir.
Bendiciones hechicera.