¿Qué Sucede Después de la Muerte?
por Gerrit Gielen
www.jeshua.net
¿A qué
se parece la vida después de la muerte? La diferencia principal entre este
mundo y el otro es que después de la muerte el mundo exterior es un reflejo
directo de nuestro mundo interior. En la tierra, esto no es tan obvio. La gente
llena de odio y enojo puede estar rodeada de belleza y abundancia, mientras las
personas sensitivas y evolucionadas pueden estar vagando en barrios bajos
desolados. En la vida posterior, nuestro entorno refleja hasta donde estamos en
contacto con nuestro sol interno. Mientras más amor, verdad y belleza
sostengamos dentro de nosotros, más radiante y luminoso es nuestro
entorno.
El sol
interno es quienes somos en nuestra esencia: es la parte eternal y atemporal de
nosotros. Al momento de la muerte comenzamos el viaje de vuelta a esa parte más
profunda. Para entender como es esta experiencia, pueden visualizar la tierra
rodeada por dos reinos: la esfera astral y la esfera espiritual. Estas esferas
se dividen además en muchas sub-esferas. La esfera espiritual es la esfera de
nuestro origen, el dominio de nuestra alma. Es una esfera atemporal, de unidad,
luz, belleza y amor sin fin. Todo lo que es de valor elevado en los humanos
tiene su origen aquí. Este es el sitio donde vive nuestra alma; es nuestro
hogar. Nunca
hemos dejado de hecho la esfera espiritual. Todavía estamos allí. Cuando morimos comenzamos lo que experimentamos
como un viaje de regreso a ese lugar. Pero esencialmente, es un proceso de
volvernos conscientes de quienes somos realmente: un despertar del sueño de la
vida terrenal.
Este
despertar toma tiempo. No podemos liberar todas las ilusiones y sentimientos
oscuros sobre nosotros mismos, sobre ser humanos, y sobre el universo, que
hemos acumulado en la tierra. Nos hemos identificado con nuestra personalidad
terrenal y esta identificación puede persistir tozudamente. Nuestras ilusiones
e identificaciones se reflejan en la atmósfera astral a la que llegamos después
de nuestra muerte.
La Esfera Astral
Después
de la muerte el ser humano es libre, libre de regresar a la esfera espiritual
de su origen, libre de crear su propia realidad. Pero esa realidad es también
una trampa, porque muchas personas no tienen libertad interna. Ellos se han
encerrado dentro de creencias firmes de cómo funciona la vida, lo que es bueno
y lo que es malo, y lo que sucederá después de la muerte. Y hay otros que no
están esclavizados por creencias, sino por deseos y sentimientos, tales como
adicciones, o sentimientos de ira o inferioridad.
La
mayoría de los pensamientos y fantasías humanas tienen su origen en el temor.
Todos esos pensamientos y fantasías basadas en el temor crean un estado interno
que después de la muerte, se traduce en la forma externa de la esfera astral.
En correspondencia, la esfera astral se basa fundamentalmente en el temor y en
la falsedad mientras la esfera espiritual se basa en el amor y la verdad. Pero
debido a que la gente no comprende que sus pensamientos se reflejan hacia fuera
en la esfera astral, ellos creen que sus pensamientos son ciertos. Esta es la
gran trampa de la esfera astral, la gente queda firmemente convencida de las
falsas creencias porque ellos ven esas creencias confirmadas a su alrededor.
Después
de su muerte la gente sigue usualmente cuatro senderos asociados con cuatro
sub-regiones de la esfera astral.
1. El sendero del alma
Este
sendero lo sigue cada ser humano que ha experimentado un contacto claro con su
alma en ciertos momentos durante su vida. Esos son los momentos en los que
ustedes se sienten realmente vivos e inspirados. Sienten alegría y un sentido
de propósito, saben quiénes son y lo que quieren hacer con su vida. Sienten
amor por la vida en la tierra y por sus semejantes, y saben que el universo es
esencialmente bueno. Si han experimentado esto a veces durante su vida, este
sentimiento solamente se fortalece después de la muerte. En la vida posterior a
la muerte comienza un proceso de crecimiento durante el cual se convierten
gradualmente en uno con su alma: ustedes experimentan esto como una
continuación de ser más de quienes son. Sus temores terrenales y ansiedades
desaparecen y dejan espacio para la felicidad y la intuición. A la vez que su
luz interior crece, su entorno también se vuelve más hermoso. Ustedes se elevan
a través de esferas hasta que finalmente terminan en la esfera espiritual, la
esfera del alma que no se puede describir con palabras y que no se puede captar
con la mente humana.
El
reino de la esfera astral donde comienza su viaje de experiencia se puede
llamar la Tierra de Verano. Se parece a las áreas hermosas de la tierra, pero
todavía mucho más paradisíaca. Afortunadamente, hay más y más personas que
siguen este sendero. Es el sendero abierto a todos los que están involucrados
en el desarrollo de la conciencia, para quienes desean crecer y aprender. Este
sendero es para quienes no se han congelado en creencias rígidas y sentimientos
negativos. Realmente, está abierto para cada ser humano que es todavía capaz de
reírse de sí mismo.
2. El sendero de la
personalidad
Las
personas que permiten que sus vidas sean guiadas por eventos e impulsos
externos siguen este sendero. No son malas personas, pero no escuchan la voz de
su alma y en su lugar, viven de acuerdo con las normas sociales. No tienen
opiniones rígidas y sus vidas las viven generalmente de manera no obstruida.
Después de la muerte, entran a la esfera astral en un entorno muy similar a su
entorno terrenal. Se refiere como ‘el área realista’ de la esfera astral porque
es similar a la tierra. Algunas ciudades terrenales están aquí, casi intactas
excepto por los muchos edificios antiguos que ya no existen en la tierra, pero
donde aquí existen todavía. En general este reino es hermoso, con paisajes
verdes llenos de villas y pueblos amistosos. La gente que termina aquí a veces
no entiende que están muertos, porque todo es similar a la tierra y porque no
tienen la creencia de una vida después de la muerte.
Sin
embargo hay guías presentes que gradualmente tratan de abrir a estas personas a
lo espiritual. A veces tienen éxito porque las personas que vienen aquí no son
dogmáticas en sus creencias. Típicamente, la gente que viven en áreas rurales
pueden ser mejor guiados que los que viven en las ciudades. Las ilusiones de la
realidad material son más fuertes en las ciudades.
La
estancia en este reino eventualmente termina. O se hace una conexión con el
alma y la personalidad se eleva a la esfera spiritual o el alma toma la
decisión de encarnar de nuevo y la energía de esa personalidad es llevada a una
próxima vida. La partida de la esfera astral es a veces llamada ‘segunda
muerte’. Las entidades superiores
explican a la personalidad que ha llegado el momento de decir adiós a la existencia
actual. Ellos se van con una despedida ritual a sus amigos, sabiendo que se
encontrarán de nuevo. A veces esta partida se experimenta como una tragedia por
parte de la personalidad, esto se debe al hecho de que todavía ésta no posee
una buena conexión con su alma. Entonces se abren al rayo de luz que viene de
su alma y que forma la semilla de una nueva encarnación.
3. El sendero de la
ilusión
Este
sendero lo siguen las personas que no tienen una buena conexión con su alma,
pero tienen fuertes creencias religiosas. Piensen en fundamentalistas
religiosos por ejemplo. Ellos son personas con una visión fuertemente dualista
del mundo, están convencidos de que tienen razón y consideran a todos los que
no concuerdan como malos o perdidos. Mientras más una creencia se base en el
temor, más fuerte, determinista y dualista será la visión correspondiente.
Después de la muerte estas personas terminan en un cielo que es exactamente
como lo han imaginado. Pero debido a que no existe aquí el contacto con el
alma, estas personas se sienten más desafortunadas. En la tierra eran infelices
pero allí al menos tenían la ilusión de que en el cielo sería diferente.
A este
reino se le denomina el ‘falso cielo’. Es una de las regiones más bajas de la
esfera astral. Debido a que las personas aquí están fuertemente convencidas de
que tienen la razón, es difícil que los guías lleguen a ellas. Permítanme un
ejemplo, en algunos círculos cristianos se cree que después de la muerte no
vamos inmediatamente al cielo, sino que esperamos en la tumba hasta el juicio
final. Como resultado se pueden encontrar ‘cementerios’ en la esfera astral
donde los fallecidos en su forma astral están en sus tumbas. Por supuesto que
están tristes. Los guías que quieren ayudarlos se ven como diablos que quieren
convencerlos de que se vayan al infierno.
En la
esfera astral hay muchos tipos de ‘cielos’ resultado de todos los tipos de
creencias rígidas. Aquí la gente se siente muy infeliz, pero sin embargo
rechazan soltar sus creencias. Ellos experimentan cada intento amoroso para
ayudarlos como tentaciones del diablo. Les preocupa ser malos, porque son
infelices y no se arriesgan a admitir esto abiertamente.
A
veces sucede que surgen líderes dentro de tales ‘cielos’ astrales. Estos son
personas fallecidas que han estado y todavía están, totalmente absortos en sus roles y por
ejemplo creen que son el Cristo o algún gran maestro. Adicionalmente, también
se les ve como tales por parte de otros en su cielo. El líder de una secta que
durante su vida terrenal era visto como un maestro iluminado, a veces continúa
en este papel después de la muerte. Debido a que este reino está muy cercano a
la tierra en términos de vibración, los psíquicos y los médiums a veces captan
energías e información de este reino. Es una fuente de muchas profecías falsas
e información mal canalizada.
La
información distribuida desde estos ‘cielos’ a veces es muy dualista,
moralista, juiciosa y llena de predicciones lamentables que prueban no ser
ciertas. Las palabras de los ‘maestros’ desde esta esfera son un reflejo de su
propia personalidad sin alma. Desafortunadamente, hay muchas personas en la
tierra que quedan atrapadas por estos maestros, debido al poder de esta esfera
de ilusión sobre la humanidad que es muy grande. Pero al final, siempre será el
caso que la verdad lleva a la felicidad y la falsedad a la ilusión, la verdad
tiene más poder y prevalecerá eventualmente. Sin embargo puede tardar mucho
para que las personas perciban esto, especialmente si están en el plano astral
donde ustedes son libres de crear tanta ilusión como quieran. No obstante, la
gente eventualmente se preguntará cómo sus creencias pueden ser ciertas, ya que
parecen provocar tanta infelicidad. Entonces comenzarán a dudar de sus
atesoradas creencias y dogmas, así que al final, su suave voz interior ganará
por sobre las ilusiones. Y cuando eso ocurra, comienza el camino de vuelta a la
luz.
4. El sendero de la
soledad
Entonces
hay personas que no están asociadas a ideas fijas y falsas sino a sentimientos
negativos de odio, ira y resentimiento. Generalmente le han causado a sus
semejantes gran dolor y sufrimiento. Alguien que ha rechazado su luz interior
durante la vida se encuentra en una parte de la esfera astral que es oscura y
solitaria. Debido a que la luz que trae belleza y armonía no existe aquí, la
gente a veces adopta formas monstruosas. Sin embargo, debido a que todo aquí es
oscuro y miserable, la redención también es posible. Si solamente tienen
monstruos y oscuridad a su alrededor, está claro que algo anda mal. Las
emociones negativas que los ocupaban eventualmente comienzan a perder su poder
porque solamente pueden causar más oscuridad.
Gradualmente
surge el conocimiento de que todas las cosas que parecían importantes durante
la vida terrenal, tales como el poder, el dinero, la propiedad y el prestigio
no poseen ninguna luz. La pequeña luz que había ahí ahora se hace más obvia. La
gente recuerda un único momento hermoso de su vida terrenal, una palabra
amable, una flor hermosa. Comienzan a revaluar estas cosas y al hacerlo se crea
una apertura, estas personas se vuelven asequibles a los guías. De nuevo
comienza el largo camino de regreso. A menudo se elige una nueva vida en la
tierra, una vida que apunta a más luz interior.
El Castigo y el
Karma
Nuestro
pensamiento respecto a la muerte y lo que viene después, lo determinan todavía
conceptos tales como el castigo y el karma. En casi todas las culturas, existe
la idea de una autoridad superior que castiga. Si somos malos terminamos en el
infierno o tenemos que enfrentar un karma pesado. Generalmente, estas ideas se
crean por regentes terrenales que quieren mantener su poder y que están contra
cada forma de libertad. A veces su
doctrina es así: “hemos sido colocados sobre ustedes por Dios y si ustedes no
pueden aceptar eso y no cumplen con nuestras reglas, Dios los castigará con el
fuego eterno”. O algo más sutil: “hemos sido virtuosos en una vida previa y es
por eso que ahora somos ricos y poderosos, ustedes han sido malos en una vida
pasada y es por eso que ahora son pobres e infelices. Pero si aceptan
pacientemente el papel que se les ha asignado, las cosas serán mejores en la
próxima vida”.
Lo que
siempre funciona mejor al menos desde el punto de vista de tal regente es
provocar temor en la gente respecto a las tendencias naturales de estos, por
ejemplo la sexualidad. El objetivo es convencer a las personas de que son
inherentemente malas y merecen un castigo. Los que piensan que son malos y se
sienten culpable son fáciles de controlar por parte de una organización que
reclama tener un monopolio sobre la verdad. Si se lleva a las personas a un
estado en el cual ellos piensan que son malos, y ellos creen en usted como
redentor, usted tiene poder sobre ellos. Comparado con estas ideas, el ateísmo
– desde un punto de vista espiritual – es un enorme paso de avance.
En el
universo, no hay tal cosa como una figura de autoridad que impone
penalizaciones. No hay un Dios que castiga, ni Señores del Karma que nos envían
a una vida miserable. Pero las acciones tienen consecuencias. Cuando en el invierno
hay mucho frío y estoy afuera sin un abrigo entonces me resfrío. Eso no es un
castigo, es el resultado de mi acción.
Cada
vez que lastimamos a un ser humano durante nuestra vida, apartamos la luz de
nuestro sol interno. Ese sol interno no es sólo responsable de nuestra luz
interior y nuestros sentimientos de belleza, bondad y verdad, sino que también
nos conecta con el sol interno de los demás y con el sol interno del propio
universo. Lastimar a otro es decir ‘no’ a la unidad interna de la vida. Es decir
‘no’ a nuestra alma y a nosotros mismos. El resultado es una profunda soledad y
vacío que se llena con sentimientos negativos. En los ojos de un criminal –
especialmente si nunca aparecen ante una corte – nunca vemos alegría o
felicidad. Esto no es un castigo, sino resultado directo de las elecciones que
hicieron. Simplemente dijeron ‘no’ a su
fuente interior de alegría y felicidad.
Después
de la muerte esa oscuridad interna se refleja en la esfera astral que nos
rodea. En el reino astral, lo externo refleja lo interno muy directamente.
Cuando no hay luz interior tampoco hay luz exterior. Para un extraño esto
pudiera parecer como si las personas que viven allí fuesen castigadas por su
vida en la tierra, pero visto desde el interior, no hay ningún cambio. Estas
personas se sintieron vacías e infelices en la tierra y ahora se siguen
sintiendo igual. La única diferencia es que ahora están directamente
confrontadas con su oscuridad interior, a través de un entorno externo que la
refleja fielmente.
El Camino de
Vuelta a la Luz
La
vuelta a la luz viene desde el deseo por la luz. Hasta un ser humano envuelto
en la oscuridad más profunda nunca está totalmente separado de su alma. Siempre
hay fragmentos de memorias de belleza y felicidad. Gradualmente surge la
comprensión de que la violencia y el poder no son el camino para descubrir la
luz, sino para alejarse de ella. El amor no se obtiene por la fuerza. Todas
esas pequeñas memorias ahora forman las semillas de un deseo creciente de
felicidad, amor y belleza, su mundo interior se suaviza y la persona se abre a
los guías. Estos guías comienzan a explicarle que el camino de regreso a la luz
puede encontrarse a través de la compasión, el amor y la gentileza.
Sin
embargo, mientras más se hayan alejado de su Fuente interna, más tiempo
necesitarán para regresar. ¿Cuál es exactamente ese camino de regreso? Es un
viaje de experiencia de recordar y redescubrir quienes fueron verdaderamente,
hasta que toda falsedad se disuelva y se reemplace con la verdad. En su núcleo,
la falsedad significa división, la creencia de que el universo está separado en
un número infinito de partes – pequeños egos – en conflicto unos con otros. La
falsedad es la idea de lucha de ‘todos contra todos’ en la cual el
reconocimiento de la unidad interna tras todas las cosas se ha perdido
completamente. ¿Cuál es la solución a esta división? Es el entendimiento de
todos estos egos desde el nivel interno y el comienzo de abrazar todas la
partes contra las que hemos luchado. Por ejemplo, una persona que ha
discriminado a otras de raza diferente elegirá vivir una vida en la cual sufra
discriminación. De esta forma su entendimiento evolucionará. El resultado es la
realización de que todos los ‘egos’ separados están conectados. Entonces el
amor y la luz del alma comienzan a fluir de nuevo.
La
elección de tener ciertas experiencias en la tierra la toma el alma. Cuando la
percepción de la personalidad terrenal está muy lejos del alma, las elecciones
del alma serán experimentadas como un tipo de poder proveniente del exterior:
Dios o el karma. Pero el karma no es más que las lecciones que la conciencia
necesita para crecer y estas lecciones las elije la propia alma. Todo tipo de
las denominadas enseñanzas espirituales que tratan de eliminar su karma quemándolo,
son tonterías. El propósito del karma es sanar y restaurar la conexión con su
alma. En cuanto abran su luz interior a quienes realmente son, su karma
termina, la lección se ha aprendido.
Una
vez tuve un cliente, una mujer que se aferraba a una relación que la hacía muy
infeliz, porque ella pensó que ese era su karma. Pero cuando me sintonicé con
su alma, sentí que el universo – su alma – quería enseñarla que tenía que
erguirse sola. Ella pensaba que tenía que sufrir con paciencia, cuando en
realidad su propósito era erguirse por sí misma y divorciarse. Una vez que lo
hizo, resolvió su karma. El propósito del karma es por tanto no hacernos sufrir
nunca, sino hacernos crecer. El sufrimiento surge solamente cuando nos
resistimos al crecimiento. Si nos resistimos a hacer elecciones que sostengan
nuestro crecimiento y bienestar, el dolor que experimentamos se siente sin
objetivo ni esperanza, y eso es esencialmente lo que significa el
sufrimiento.
A
medida que nuestra conciencia crece, gradualmente comprendemos que nuestra
resistencia a lo que la vida nos ofrece es el problema real. En lugar de karma,
comenzamos a reconocer nuestros desafíos como el propósito de nuestra alma.
Entendemos que las experiencias difíciles no están ahí para causarnos
sufrimiento o hacer que nos sacrifiquemos, sino para hacernos conscientes de
quienes somos realmente y para restaurar nuestro sentido de conexión interna
con todo. En la próxima etapa, en la cual la conciencia coincide aún más con el
alma, todo lo que ocurra en su vida es visto como su libre albedrío. Su viaje
de regreso a la luz está casi terminado.
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E-mail: aurelia@jeshua.net
Traducción:
Fara González
Difusión: El
Manantial del Caduceo
©Paqui
Sánchez
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