Febrero 2015 - Informe de
Astro-energía
Por Sarah Varcas
http://astro-awakenings.co.uk/
Por Sarah Varcas
http://astro-awakenings.co.uk/
1 de febrero
2015
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Por
Sarah Varcas
Parece que febrero promete ser uno de los meses más poderosos del año; probaremos los primeros sabores de la cuadratura de Saturno/Neptuno dispuesta a dominar el 2016. Si queremos llevar la iniciativa en esa cuestión, podemos usar este mes para discernir cuáles creencias nos mantienen atascados; la necesidad de garantías antes de actuar impide el progreso, o el deseo de trascendencia nos impulsa a dejar de lado las cosas mismas que podrían catalizarlo en el largo plazo. Estos socios cósmicos nos recuerdan que no podemos liberar lo que nos negamos a abrazar, y no podemos superar los desafíos si los evitamos; sólo lo haremos con el compromiso a atravesarlos y a ser transformados en ese proceso. Este contexto de por sí nos provee todo el combustible que necesitamos este mes para nuestro viaje, ¡pero sólo es una pequeña parte de lo que reserva el Cosmos!
El mes se inicia con Marte (masculino) en
conjunción con Quirón, y Venus (femenino) en conjunción con Neptuno, todos en
el signo final del zodíaco, Piscis. Esta reunión de polaridades en el signo,
que busca regresar a la Fuente Sagrada Única, señala un tiempo alquímico.
Podemos encontrarnos en un suelo cambiante, incluso hundiéndonos en la arena.
Sin embargo, bajo esta sensación inquietante de que algo que creíamos sólido
está de hecho derritiéndose bajo nuestros pies, existe un conocimiento más
profundo de que todo está en orden divino y sólo se puede perder aquello que es
falso. Lo Real nunca muere. Marte en conjunción con Quirón habla
del masculino herido y disminuído, inflado para controlar e imponer, por miedo
a que la simple presencia no baste para concitar respeto. Aquí vemos el
patriarcado en toda su gloria: brutal pero aterrado, controlando y sin embargo
desempoderado. En tanto la evidencia sugiere que en lo que toca al poder
patriarcal hay ganadores y perdedores con género, de hecho a todos nos daña
esta imposición de prioridades y valores que, por naturaleza, nos desconectan
de nuestro yo íntegro y verdadero. Ya sea un mandato para que los hombres
renuncien a su sensibilidad o para que las mujeres abandonen su furia guerrera,
a todos nos disminuyen las creencias que definen falsamente quién y qué somos
en esencia.
En tanto la conjunción entre Neptuno y Venus
acentúa la compasión, vital para el viaje desde el patriarcado fracturado a la
reintegración alquímica, una cuadratura desde Saturno nos recuerda que la
compasión más duradera tiene un eje central de acero. Se resiste a la
explotación y actúa para desafiar la idea de que el poder se puede ganar o
perder. El verdadero poder, en cambio, reside dentro de cada uno de
nosotros como derecho de nacimiento, y debe ser honrado como tal. No el poder
de controlar al otro, sino de autodefinirnos y vivir la vida que
elegimos. Al comenzar este mes, el cosmos ilumina las heridas en el
corazón del patriarcado junto con el potencial dentro de cada uno de nosotros
para sanarlas. Hacer esto requiere una compasión feroz - por nosotros y por los
demás -, a menudo una purificación dolorosa y una disposición a enfrentar a la
víctima, al agresor y al sobreviviente dentro de todos nosotros. A medida
que nos curamos a nosotros mismos, curamos al todo; ya no perpetuamos la
grieta entre nuestra psiquis personal y la colectiva, tan frecuentemente
expresada como poder patriarcal.
Esto, por supuesto, nos lleva al tema de las relaciones: el suelo más fértil para el crecimiento y la transformación, y no menor, porque en ellas encontramos muy a menudo nuestras heridas. Este mes debemos poner especial atención compasiva en cómo reaccionamos y respondemos, creamos y destruímos en nuestra interacción con otros. Es momento propicio para reconocer la dinámica y los obstáculos que encontramos repetidamente. Al hacerlo honestamente, podemos reconocer las heridas principales que necesitan sanarse. Heridas sufridas mucho antes de conocer a las personas que ahora están en nuestras vidas, pero que igualmente se reavivan en la intimidad actual.
La Luna Llena en Leo entre el 3 y el 4 de
febrero nos invita a ver nuestro mundo y sus habitantes como una aventura
compartida, ¡y no una pelea a muerte! Si podemos reemplazar la culpa (nuestra y
ajena) con el reconocimiento de que la vida nace de las consecuencias, una tras
otra, esta Luna puede ayudarnos a reconocer las conexiones sin caer en la
victimización, y las soluciones que promueven el entendimiento en lugar de la
discordia. Existe gran esperanza en esta Luna y una inmensa posibilidad,
si nos parece adecuado, para reclamar su bendición para nosotros. Sin embargo
podemos seguir tercamente ciegos a su sabiduría, ampliando así la brecha
interpersonal. Quedan advertidos de que esa terquedad puede crear
poderosos ecos kármicos que vuelven a nosotros cuando menos lo esperamos ¡y
cuando más queremos evitarlos! En tiempos tan poderosos como éstos, nada de lo
que hacemos es insignificante, de modo que la reflexión sabia sobre las
decisiones a tomar y la conducta a adoptar se vuelve vital.
Mercurio se establece directo el 11, después de
tres semanas de estar retrógrado. Los asuntos evitados en las semanas pasadas
pueden hacerse sentir en forma innegable hacia esta fecha, especialmente si
drenan nuestra energía y dificultan nuestra actividad. Una paz falsa no es
paz en absoluto, y todas las palabras sin expresar no permanecen en silencio
sino que flotan en el aire creando atmósferas y desarmonía incluso cuando se
resisten a ser articuladas. Sencillamente ya no podemos darnos el lujo de vivir
de este modo. El costo es demasiado grande y nuestro tiempo demasiado precioso
para desperdiciarlo en una vida gris mediocre, de asuntos sin terminar y falta
de autenticidad. Seguramente puede ser duro decir la verdad, en especial
cuando exige cambios tan profundos y amplios que tememos no poder salir nunca a
flote. Pero a medida que Mercurio se prepara para avanzar otra vez,
debemos considerar, más profundamente que nunca, el verdadero costo para
nosotros, para otros y para el mundo a nuestro alrededor, de vivir negando y temiendo
lo que, en lo profundo, sabemos que es una verdad incontrovertible.
El 14 muestra una forma de Yod (N.T. letra
hebrea) con Plutón, Quirón y Júpiter, que permanece durante el resto del
mes. Esta es una alineación intensa que señala una consciencia expandida
y una visión interior más profunda, nacidas de una disposición a soltar
nuestras heridas y rehacernos a nuevo. Esto de por sí requiere valentía,
porque aunque deseamos sanar, la perspectiva de hacerlo puede desencadenar toda
clase de miedos en cuanto a lo que verdaderamente significa y al camino que
tendremos que recorrer para llegar a ello. Tal vez queremos sanar, pero
también esquivar las emociones, experiencias y recuerdos que hemos de enfrentar
para ello. No hay circunvalaciones en el camino a la integridad. Debemos pasar
por el centro mismo de nuestro ser, por el núcleo de nuestro duelo, nuestra
vergüenza, ira, desesperación, para conocerlo desde adentro y emerger renovados
a una vida en la que esas cosas ya no mandan desde las sombras. Nuestra disposición
a hacer esto ahora, a recorrer el sendero de la sanación más profunda y
liberadora, está apoyada por un cosmos tan vasto que, no importa cuán grande
sea la emoción que tengamos que enfrentar, será como una mota de polvo en medio
de las galaxias que giran. En tanto tememos a nuestra propia capacidad
para enfrentar la intensidad de nuestro mundo interior, el universo nos ofrece
un enorme espacio para contener todo lo que somos , sin retroceder ante nada.
Esta Yod nos invita a abrazar la tormenta interior, entrar en ella,
viajar a su centro silencioso y reconocer que sólo cuando hemos conocido
esa quietud en medio de la devastación, podemos emerger al otro lado íntegros.
Este es el viaje del guerrero, cabalgando a la batalla, enfrentando la muerte cierta
del falso yo para poder reclamar unaa vida libre de las garras del miedo.
Una Luna Nueva (la segunda Luna Nueva en un mes
solar), entre el 18 y el 19 de febrero, nos ayuda en este viaje. En tanto
todas las Lunas Nuevas señalan un tiempo de silencio para honrar los
indicios de un nuevo nacimiento; esta Luna - en el apogeo entre Acuario y
Piscis - insiste en que lo nuevo es nuevo de veras, no simplemente un reciclado
de intentos previos para asegurar un mejor resultado a partir de un cambio
menos que fundamental. Esta no es una Luna de "está bien, pruebo de
nuevo," sino una luna de "tiempo de quitar todos los frenos y
realmente mostrar mi compromiso con el cambio." Es nuestra primera gran
oportunidad del año para cambiar colectivamente la energía estancada que nos
mantiene a todos adheridos a patrones del pasado y circunstancias estériles.
Cuantas más personas puedan hacer eso ahora, mejor, porque el potencial de esta
Luna no puede manifestarse sin un "sí" profundo a lo que es necesario
para llevarnos a despertar. Puede sentirse como pérdida o compromiso,
pero si seguimos adelante descubriremos que es sencillamente la libertad de los
lazos que nos atan y de las ligaduras que limitan nuestro potencial para
encarnar la verdad.
Una conjunción entre Venus y Marte domina
durante las dos últimas semanas de Febrero. Nos recuerda que el
matrimonio sagrado de masculino y femenino - los opuestos que crean el todo -
no es una simple metáfora de equilibrio, sino un proceso que vive y respira,
tejido con la trama misma de nuestras vidas. En tanto encontramos su
presencia arquetípica de forma más directa a través de nuestra experiencia de
género, no debemos permitir que polaridades tan obvias nos dividan, porque en
nuestra misma esencia no somos masculinos ni femeninos, hombres ni mujeres,
dioses o diosas, sino una fusión alquímica de ambos y más aún: una fuerza
poderosa de poder creativo y destructivo, y ninguno de los dos es correcto o
equivocado, sino sencillamente parte de un orden universal. El 21 y 22 de
febrero, apenas entrando en Aries, Marte y luego Venus cruzan el ecuador
celeste hacia el hemisferio norte, trayendo su energía más poderosamente a
nuestra consciencia del momento presente, soltándola de los ganchos y ataduras
del pasado. Es hora de repensar el género, deconstruir el significado que se le
asignó en la historia patriarcal y considerar su papel, mientras avanzamos a la
Era de Acuario. No ofrecemos respuestas aquí; no hay reglas fijas ni rápidas;
sólo se formulan preguntas y surgen dudas para subvertir nuestra identificación
innata con la dualidad más fundamental de la existencia. Todo esto junto con un
recordatorio cósmico de que no somos lo que creemos que somos, ¡y los demás
tampoco!
En estos días es vital mantener una mentalidad
abierta ante lo que parece incontrovertible. Aceptar el statu quo y
buscar sólo los cambios que sin embargo lo mantengan, es parte de un mundo
viejo que ahora se disuelve. El cambio exigido por la floreciente era de
Acuario es de un orden completamente nuevo. Hace estallar los
preconceptos y los prejuicios, desafía a las persistentes nociones de lo que
está bien o mal, y sostiene la Verdad con mayúscula en presencia de las
verdades a medias, los engaños y mentiras tan cómodas y familiares que ni nos
damos cuenta que están allí. Y la explosión empieza por nosotros, en
nosotros, a medida que permitimos que la coraza de "así funciona el
mundo" se abra, revelando preguntas sin respuestas y verdades no
realizadas. Al
llegar Febrero a su fin, debemos estar preparados para no saber
nada. Porque en esta ignorancia divina descubriremos las bendiciones del vacío
y el rico potencial de una pizarra colectiva que ha sido borrada y está limpia.
Sarah Varcas
© Sarah Varcas 2014. Todos los derechos
reservados. Se permite compartir libremente este artículo en su totalidad si se
otorga crédito total a la autora, se distribuye libremente y se incluye la URL www.astro-awakenings.co.uk
Traducción: M. Cristina Cáffaro
Difusión: El Manantial del Caduceo
©Ahava
Iesu
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