YO SOY…
COMO UNA FLOR
Hoy he
estado pensando… y observándome he decidido que soy como una flor.
Bella
por dentro y por fuera, con un gran corazón y bellos pétalos a mí alrededor,
con un largo tallo, unas hojas elegantes que constituyen mis brazos y con fuertes
raíces que se sujetan a la tierra arraigándose a ella como si fueran mis pies.
Mi
corazón está lleno de luz y amor y, mis pétalos, son las herramientas que Dios
me dio para vencer todas las adversidades y dificultades por las que deberé
pasar para aprender y fortalecerme. Son herramientas variadas porque ya sabía
Él que para cada época de mi vida me haría falta una distinta aunque a simple
vista parezcan iguales.
Con
esas hojitas que puso en mi tallo, que son una extensión de mi corazón, puedo
abrazar a los demás, puedo sanar, puedo crear, puedo hacer. Con ellas puedo
honrar, puedo orar y además me puedo abrazar a mí misma, así me doy todo el
amor y el cariño que necesito, sin tener la necesidad de buscar en el afuera y
en los demás lo que yo me puedo dar. De este modo nunca me siento decepcionada,
porque si me quiero yo, el amor externo que me den los demás será siempre un
bienvenido suplemento, pero no una necesidad.
De
cualquier modo nunca viene mal una mano amiga que se pose en tus pétalos y los
acaricie con dulzura, ni otros brazos que te envuelvan en su calor y
fortaleza y te abracen con ternura y te hagan el amor...
Tengo
un tallo flexible, que parece que se va a quebrar en cualquier momento pero que
es increíblemente resistente, además esa flexibilidad me permite bailar con la
caricia de la brisa, mecerme en la suavidad del canto del viento, del susurro
de las hojas de los árboles más grandes que están ahí para protegerme. Y cuando
danzo con el entorno, sin oponer resistencia, todo es alegría en mí y fluye, y
fluye y fluye sin ninguna resistencia.
Además
me dieron unas hermosas y resistentes raíces internas que están arraigadas a la
tierra porque a ella pertenecen y sobre ellas me elevo hacia la luz y la claridad
del cielo, mi padre. A través de esas raíces me nutro de mi madre cósmica,
ellas me permiten agarrarme todo lo que necesito cuando es necesario y soltar
lo que ya no me hace falta cuando ha dejado de serlo.
Tengo
la gran bendición de extraer del estiércol donde crezco el abono que necesito
para mi crecimiento, me quedo con lo útil y lo bueno sin permitir que su mal
olor o su sabor amargo manchen mis pétalos o les resten frescura. Y lo
transformo en sutil y embriagador perfume que llena de almizcleños aromas todo
el aire que me circunda y rodea.
El sol
calienta mi cuerpo y lo nutre de energía renovada todos los días, la lluvia
limpia el polvo que se acumula en mis pétalos y hojas, en mi tallo; los
refresca y alimenta dándoles más brillo y potenciando mucho más mi belleza.
El
agua me equilibra, me serena, me relaja y me ayuda a sentir segura a la vez que
apaga mi sed y me hace ecuánime y equitativa. Me encanta salpicar mi
rostro con el agua cantarina del arroyo, me llena de energía y me hace sentir
limpia. Y si por casualidad la tormenta es muy fuerte y arruina alguno de mis
pétalos, no tengo miedo porque sé que hay que renovarse de vez en cuando, y que
siempre habrá otro pétalo esperando para nacer porque siempre tengo aquello que
debo tener. En mí, todo adquiere siempre la perfección y el amor infinito
de la energía del Universo, que es simplemente perfecta.
El
cielo me cubre con su manto azul haciéndome saber que hay mucho más de lo que
puedo ver desde la Tierra ya que mi visión desde aquí es limitada porque así lo
escogí. Elegí el velo del olvido para venir a vivir la dualidad de la
vida. Las estrellas iluminan a la vez mi noche y mi camino. La luna no permite
que se apague nunca la luz del sol que siempre está ahí brillando para mí aún
en los días nublados. Pues sé que sobre esos nubarrones siniestros que amenazan
mi alegría natural no hay más que luz divina. Y la tierra me da cobijo, me
acoge, me permite vivir en ella y de ella y me ayuda a transmutar todo aquello
que ya no necesito porque ya no me sirve o ha sido superado.
Transformo
el dolor en alegría y la tristeza y la pena en gozo… pues allí donde me llevan
lo lleno todo de belleza y lo inundo con mi dulzura y mi fragancia. Convierto
lo débil en fuerte y mi etérea sutileza en fortaleza, coraje y valentía. Y
acepto aquello que no puedo cambiar sin lucha, sin pelea, sin resistencia.
En mí
se posan las bellas y coloridas mariposas, alimento a las abejas. Siempre hay
insectos y pequeños animalitos a mí alrededor procurándonos un beneficio mutuo
y acompañándonos. Siempre hay alguien que me busca, no para hablar, sino para
compartir el silencio.
Me
siento orgullosa de ser una bella y delicada flor. Y me siento agradecida por
todo cuanto acontece en mi vida, pues entiendo y comprendo que todo es como
debe ser.
Dedicado
a todas las flores del mundo que hoy se sientan como yo…
©Paqui
Sánchez
Namasté
© Ahava Iesu
Precioso! Me encanta!. Gracias. Un abrazo. Cehlo
ResponderEliminarMe alegra que te guste. No sé si lo habrás leído antes o después de modificarlo un poco, ya no lo toco más salvo que me encuentre algún gazapo,que suele pasar. Un abrazo también para ti de alma a alma.
ResponderEliminarFrancisca
Eres bella por fuera y por dentro. Es precioso Paqui, gracias. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarMaribel.
Gracias Maribel, no había visto este mensaje hasta este momento. Mil gracias. Tú también lo eres, me alegro de tenerte junto a mí.
ResponderEliminarGracias por tan bello mensaje y por la decisión de ser como una flor, si me permites te diré que muy bella,yo también decido ser otra flor y si te parece me pongo a tu lado,recibe una abrazo lleno de la más dulce fragancia.
ResponderEliminarNo podría haber encontrado mejor compañera que tú para formar parte del mismo jardín. No es que te acepte a mi lado, es que te necesito junto a mí. En algún momento, en otro lugar donde no existe el dolor, donde sabemos quiénes somos y lo que somos y todo es perfecto decidimos que justo en este momento de nuestras vidas nuestros caminos se volverían uno.
ResponderEliminarSi no decidimos estar en la misma ciudad y encontrarnos de igual manera, es porque es necesario que trabajemos juntas pero separadas.
Así lo siento contigo y con otras personas que han ido apareciendo hace muy poco en mi vida.
Por un lado me da miedo, porque pienso que las cosas quizá se precipitan porque ya queda poco tiempo, por otro estoy tranquila porque SÉ, que si fui escogida para realizar esta tarea, es porque alguien confió en mí sabiendo que estaba preparada para ello. No puedo fallarle, no puedo decepcionarle…, y cuando mis fuerzas decaen, me mandan a alguien como tú, para que recuerde que YO PUEDO.
Gracias de corazón, no puedo explicar con palabras el gozo que siento dentro de mi corazón, pero sé que no es necesario que diga más, tú ya lo sabes.
Me has emocionado no sabes cuanto,te pedí hace mucho tiempo y por fin el Universo a hecho que se hiciera realidad.Hoy creí decaer,pero me siento protegida al ver de que manera tan hermosa voy a acabar el día.No tengamos miedo sintamos esto tan hermoso,ya toca dar y recibir amor sin miedo a ser dañado,nosotras ya lo entendemos así.Se como te sientes...un mismo latir,un solo corazón.GRACIAS de todo corazón,gracias por estar!!!!!
ResponderEliminarUn lazo de unión entre distintas almas.
ResponderEliminarUn sólo corazón.
Un mismo latido que palpita sin miedo, sin dudas, sabiendo que ES.
Un abrazo eterno entre dos almas afines que vuelven a encontrase después de tanto tiempo.
Disfrutemos de esta bonita amistad, de esta oportunidad de crecer juntas y en la misma dirección.
Disfrutemos del Ahora.