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martes, 21 de diciembre de 2010

EL TACTO ~ EL ÚLTIMO SENTIDO TAMBIÉN DESPIERTA





Con el tacto, el último de los sentidos, concluimos este juego que comenzamos hace 5 semanas, cuando nació este blog.

Espero y deseo que este juego os haya sido tan útil y divertido como a mí y a mí familia (pues lo he compartido con ellos todo lo que he podido). 

Ahora que ya estáis despiert@s, procurad no volver a adormeceos y recordad este juego para volver a jugar de tanto en tanto, cuando lo necesitéis, así activaréis de nuevo vuestro actuar consciente y estaréis más atent@s a la vida y prestando mucha más atención a vuestro cuerpo y vuestras emociones, así como entorno, lo que ocurre fuera y sabiendo de qué manera os afecta dentro.

Definamos el tacto, ¿qué es el tacto? El tacto está relacionado con la piel y con las sensaciones que percibimos y emitimos a través de ella al tocar a otras personas o cosas.

A través de las terminaciones nerviosas que se encuentran en la piel (capa de la epidermis), y que se conocen como los receptores del tacto, los seres humanos tenemos sensaciones, sentimos, sentimos el frío, el calor, la presión y el dolor. Sentimos la aspereza, la dureza, la suavidad, si algo es rugoso o liso si está húmedo o mojado… La piel cubre todo el cuerpo humano, pero su sensibilidad difiere dependiendo de las distintas zonas del cuerpo. En los seres humanos, las yemas de los dedos son el punto más sensitivo, también la cara y los pies.

Tócame, siénteme, percíbeme

El tacto es el primer sentido que desarrollan los bebés al nacer y el que más utilizan durante su primer año de vida, la boca es una de las zonas más sensitivas y a través de ella perciben las cosas, es por esta razón que todo se lo suelen llevar a la boca, porque reconocen las cosas a través de ella.

El tacto actúa también como mecanismo de defensa, por tanto nos protege y evita que nos hagamos daño.

La cultura occidental nos enseña que tocarnos es malo y así, evitamos besarnos, abrazarnos o acariciarnos en público y en muchos hogares también en privado. Hoy la gente se toca muy poco, hay muy poco contacto físico entre las personas.

Sin embargo a través del tacto podemos transmitir todo nuestro amor, nuestra sensibilidad, nuestro afecto y cariño. Y podemos sentir a los demás y lo que nos rodea, las cosas, la corteza de los árboles, la tierra, el mundo... Se ha demostrado que muchos bebés que reciben caricias y abrazos constantes y frecuentes crecen más sanos y seguros y con sus necesidades afectivas cubiertas, además enferman menos que otros que no tienen a penas contacto físico con sus seres queridos o cuidadores.

Esto mismo ocurre con los ancianos, con los niños y con todas las personas y animales, porque los seres vivos necesitamos afecto para continuar “creciendo”, necesitamos sentir a través de la piel el calor de otra persona, su cariño.

Ahora te pregunto ¿cómo sientes la vida?, ¿cómo tratas a tus familiares, a tus seres queridos, a tus padres, abuelos, a tus hijos, a tu pareja, a tus amigos…? ¿Sientes vergüenza de expresar tu afecto hacia ellos a través de abrazos, besos o caricias? ¿Sois de esas familias que en casa no tienen costumbre de tocarse?

Pues si es así, intenta cambiarlo, no importa que durante generaciones no haya existido esta costumbre, la de tocarse, rozarse, acariciarse, abrazarse o besarse. Ahora es el momento, todos estamos muy necesitados de afecto y de caricias, de rozar piel con piel y, aunque este cambio en la tradición pueda resultar chocante al principio, estoy segura que acabará agradando a todos.


 "Cuando sea un bebé, acaríciame, porque necesito tu contacto para crecer feliz y seguro.

Cuando sea un niño y esté enfadado, dame un abrazo, porque es lo que mi actitud enfurruñada está necesitando para sentir que me quieres, que te importo y que no has dejado de quererme por comportarme mal.

Cuando sea un adolescente y me avergüence 
de tus besos y abrazos delante de mis amigos, sigue abrazándome y queriéndome porque es lo que necesito para 
reafírmame en la vida con amor.

Cuando sea una persona madura, abrázame, tócame porque es lo que necesito para seguir sintiéndome bell@ y querid@.

Cuando sea mayor, acaríciame, porque es lo que me indicará que a pesar de que mi piel ha dejado de ser tersa y suave, aún soy importante y todavía me quieres.

Cuando sea un ancian@, tócame, toca mis manos arrugadas, mi cara y mírame a los ojos y sabré que sigo siendo tu madre o padre, o tu abuela o abuelo y que ahora eres tú quien se ocupa de 
hidratar mi piel".

 Siente la vida, que no te de vergüenza querer y demostrar que amas con intensidad. Reparte cariño y abrazos… Si no lo haces es porque no sabes cuán reconfortante puede ser una mano cálida sobre tu espalda o en tu hombro, o bien apoyada en tu brazo y cuánta energía positiva, cuanto afecto, cuanto calor… puedes dar a la otra persona a través de ese simple gesto. ¿A qué esperas para comprobarlo?

Ahora, en estas fechas, es típico donde vivo que alguna gente vaya por el centro de la ciudad repartiendo abrazos (¡cuánto puede llegar a comunicar el abrazo de un desconocido! Y si es así ¡imagina lo que puede llegar a comunicar el de un ser querido!). Hay alguna gente que se lo toma con humor y devuelve el abrazo, pero hay muchos otros que todavía huyen despavoridos. ¡Ayúdanos a cambiar esto!


Abrázate a la vida y déjate fluir, ama, siente, vive... 
olvídate de la vergüenza, del miedo, del orgullo o ego. 
Este es el momento, el PRESENTE, 
no esperes, no lo dejes para mañana, 
es AQUÍ y es AHORA

Espero verdaderamente que vuestra cena de Navidad,  este año, sea diferente, que estéis más sensitivos y atentos a lo que ocurre y que nos lo contéis. Esta era la presmisa con la que partíamos al iniciar este juego, os deseo lo mejor y que estas fiestas sean  para todos algo más que consumismo desmedido.

Disfrutad de la vida y
de este tiempo en familia 
y sed felices.
La felicidad es la actitud de cada cual.

¡NAMASTÉ 
Y
FELIZ NAVIDAD!


©Paqui Sánchez


2 comentarios:

  1. Interesante esta entrada felicidades por su blog
    Un cordial saludo de…
    Abstracción textos y Reflexión.

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  2. Gracias José Ramón, me alegra que te guste, precisamente ayer comencé a preparar un post nuevo sobre abrazos y me acordé de éste, y hoy al encender el ordenador veo que había un comentario nuevo precisamente sobre él. Será que hay que publicarlo porque yo no creo en las casualidades y la verdad es que nos tocamos muy poco y la piel es el sentido por el que más podríamos transmitir y percibir. Hay personas que enferman porque nadie las toca y no se tocan tampoco así mismas porque nos han enseñado desde siempre que eso no está bien. Tengo amigas que trabajan dando masajes y me han contado de personas mayores que han ido por primera vez a recibir un masaje en sus cuerpos cansados y que incluso han llorado al sentir el calor y las sensaciones que el tacto de las manos de otro ser humano (en cierto sentido desconocido) le producía por primera vez en su piel después de 60 ó 70 años sin que nadie les tocara.
    Para mí es tan necesario sentir el tacto de otra persona como el alimento que necesita el cuerpo o el alma cada día para fortalecerse y seguir creciendo.
    Me he pasado por tus blogs porque uno me ha llevado irremediablemente a visitarlos todos y tengo que decirte que eres verdaderamente un artista. A mí también me gusta la fotografía y la cocina, y además mi madre es de Jerez de la Frontera. Parece que nos unen varias cosas. Seguiré visitándote, gracias de nuevo por tus palabras.

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