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viernes, 31 de diciembre de 2021

GRATITUD PARA DESPEDIR EL AÑO 2021

 

Gratitud para despedir el año 2021

Dicen que se tarda 21 días en adquirir un nuevo hábito. Entonces he pensado, ¿por qué no pensar en 21 cosas que agradecer a este 2021?

¿Qué te parece la idea?

¿Me acompañas?

Sé que ha sido un año difícil, desde hace 2 años las cosas son un poquito más complicadas para la mayoría de nosotros. Privados de libertad, vulneradas nuestras leyes, abusados y obligados a pagar impuestos exorbitantes en una nueva “crisis” inducida, no solo sanitaria sino también económica y un sinfín de historias incomprensibles, incongruentes y sin sentido… Seguimos estando controlados por el miedo y continúan enfrentándonos los unos a los otros para seguir manipulándonos como quieren. Le hemos permitido al miedo que nos robe a mano armada y eso ha hecho, y lo seguirá haciendo si no le paramos los pies y le damos perspectiva, coherencia y sentido común.

No sé si podemos salirnos del juego, entre otras cosas porque vinimos a jugar y todos formamos parte de él, todo es como debe ser. Sin embargo, lo que sí podemos y debemos hacer es utilizar nuestra inteligencia para jugar a nuestra manera y no del modo en el que quieren obligarnos a hacer. Nuestras libertades están siendo coartadas, los derechos humanos quebrantados, pero aunque intenten doblegarnos, nunca podrán quitarnos una libertad intrínseca al ser humano, la libertad de pensamiento.

A pesar de todo lo que está ocurriendo, de la dificultad de este momento y de lo mal que muchas familias lo están pasando, siempre hay cosas, situaciones, momentos, personas, proyectos… por los que agradecer cada día.

Mi intención con esta propuesta es que pases hoy un maravilloso y mágico ratito contigo mismo, que aprendas a dedicarte tiempo de calidad todos los días, muy importante: sin sentir culpas, sin dejarte para el último momento. Y que esboces alguna que otra sonrisa al recordar algunos instantes de este año que te hicieron sentir bien y agradecer por algo que te pasó, o que sentiste, o que llegó, o que se fue... Porque agradecer nos hace más conscientes de la grandeza de todo cuanto nos rodea, nos enseña a valorar lo que tenemos, a sentirnos completos y a no añorar lo que nos falta. Cuando vivimos en el agradecimiento no existe un “me falta”, puesto que segundo a segundo estamos construyendo el presente que queremos vivir y entendemos que toda situación o vivencia que llega a nosotros no es buena ni mala, sino que encierra una enseñanza ofreciéndonos una oportunidad de transformación de la misma situación y de nosotros mismos.

La gratitud nos hace más grandes, nos ayuda a vivir con una vibración más excelsa, nos hace ser más conscientes de que, en lo pequeño y en lo simple se hallan los tesoros más hermosos y grandiosos, aquello que da sentido a todo.

      Comenzar y acabar el día con gratitud y agradecidos por las experiencias y las vivencias acontecidas nos ayuda a centrarnos mucho más en las cosas positivas, en que nuestra vibración sea más elevada y en que nos sintamos mejor y por ende, en atraer más situaciones, personas, cosas a las que agradecer y por las que sentir gratitud.

Al cambiar nuestra vibración vemos y sentimos todo lo que nos rodea de forma más amable y así es más fácil entregar lo mejor de nosotros mismos. Cuando regalas sonrisas, cuando entregas gratitud en cada gesto y en cada palabra, cuando tratas bien a la gente que te rodea, cuando agradeces por cada encuentro, por cada oportunidad, por cada situación, aprendes a vivir en continuo agradecimiento y la gratitud transforma nuestra vida y nuestro día a día, enseñándonos que cuanta más gratitud sentimos, más recibimos para seguir agradeciendo. La gratitud nos muestra la magia de la vida, porque somos capaces de percibir todo lo que nos acontece como un regalo del Universo.


A este año 2021 le agradezco…

1.    Agradezco cada nuevo amanecer y cada crepúsculo que me brindó este 2021, por haberlos podido contemplar y disfrutar físicamente en algunos momentos y porque al llegar el final de cada día he podido sentirme satisfecha y orgullosa de haber entregado lo mejor de mí a cada ser que se cruzó en mi camino. Quizá ese “lo mejor de mí” no siempre ha sido lo que el otro esperaba o lo que yo misma esperaba (que es más importante aún), pero era lo que tenía para ofrecer, yo también sigo aprendiendo cada día a ser mejor persona.

2.    Gracias 2021 por todas las personas (gracias a todos vosotros) seguidoras del “Mágico Despertar”. Gracias por vuestra fidelidad, por compartir momentos maravillosos conmigo, por dejaros sentir, por permitiros recibir y por darme vuestro apoyo y vuestro cariño desde hace ya más de una década. Sobre todo en este 2021 en el que la redes sociales han sido limitadas y las páginas y blogs que intentamos despertar consciencia hemos sido severamente “castigados” limitando nuestra visibilidad y perdiendo seguidores de forma fraudulenta, porque son las propias redes sociales las que eliminan esos seguidores, no la gente la que elige irse de manera voluntaria. Afortunadamente ya no valoro el tiempo que comparto con vosotros a través de las redes sociales en el número de seguidores que tiene la página o en ver cómo este aumenta, sino en mi propio disfrute al crear contenido y en interactuar con vosotros en la medida de mis posibilidades.

3.  Gracias 2021 por seguir fomentando en mí la capacidad de sentir, de maravillarme, de emocionarme, de ilusionarme, de expandirme, de acariciar almas, de agradecer y de seguir siendo yo, a pesar de todo y gracias a todo.

Y ahora, en privado, regalándome un ratito más a solas conmigo misma voy a seguir llenando mi lista de agradecimientos de este 2021 que ya tiene las horas contadas.

Gracias a todos vosotros por estar ahí, porque sin vosotros nada de lo que hago tendría tanto sentido como tiene en estos momentos.

No os olvidéis de regalaros momentos con vosotros mismos a diario. A veces no hay que hacer nada, solo dejar de hacer y acompañaros durante un ratito, en silencio, en paz, sin ninguna intención, sin ninguna pretensión, solo vosotros.

Deseo, que sea lo que sea que llegue a vuestras vidas, sepáis enfocarlo de manera positiva y extraerle todo el jugo posible y que ese jugo alimente vuestra alma y nutra vuestro corazón y os haga sentir valorados y satisfechos con vosotros mismos.

Recordad que el poder de transformaros y modelaros a vosotros mismos reside en vuestro interior y que sois los únicos que podéis conseguir tener, vivir y disfrutar la vida que deseáis.

Que sigáis persiguiendo amaneceres, acunando estrellas y despertando sueños para vivirlos intensamente.

Os deseo paz, que os sintáis en paz y que al expandir ese estado de paz brilléis vehementemente.

Y por último, os deseo que encendáis la magia que hay en cada uno de vosotros para pintar un 2022 lleno de colores, sabores, aromas, sonidos y texturas, para que vuestro Mágico Despertar esté lleno de sentidos y sentido. Porque los sentidos son los que nos conectan con la vida y si lo hacemos con sentido común, encontraremos el sentido a todo lo que nos sucede momento a momento.

Los años, son años, de ti y solo de ti depende que sean memorables. Haz que sume, haz que cuente.

¡Feliz y Próspero 2022!

©Paqui Sánchez


jueves, 4 de noviembre de 2021

TIPS PARA COMENZAR BIEN EL DÍA

 

Tips para comenzar bien el día 

¿Cómo inicias tu día? ¿Te has parado a pensar alguna vez lo importante que es comenzar bien el día? Por aquí te voy a dejar unos tips para que tu inicio de día mejore y así, cada día que comience pueda ser el mejor de tu vida.

Quizá uno de los problemas que tenemos la gran mayoría de nosotros es que nos acostamos mucho más tarde de lo que deberíamos y por la mañana estamos cansados, amén de tener poco tiempo para dedicar unos minutos a empezar bien el día. Cuando suena el despertador, salimos disparados de la cama como si se tratara de un resorte y empezamos nuestro día sin poner atención en lo que hacemos, actuando de forma automática y rutinaria, sin ser a penas conscientes de que ha empezado un nuevo día lleno de infinitas posibilidades.

Además, para más inri, una de las primeras cosas que hacemos es mirar el teléfono móvil, revisar whatsApps, mensajes y resto de redes sociales. Por tanto, quizá el primer tip para empezar bien el día tiene más que ver con cómo terminamos el día anterior más que con el inicio del mismo en sí, ya que todo está conectado.

Primer tip para iniciar bien tu día: nunca duermas con el teléfono móvil en la mesilla de noche, no lo dejes cargando en la habitación que utilizas para descansar y nunca lo utilices como despertador. Los celulares han de quedarse lo más alejados posible de los dormitorios, si puede ser apagados, nunca hay que dejarlos cargando por la noche, no hay que sacarlos del cargador y dejar éste conectado al enchufe. ¡Nunca dejes el Wi-Fi conectado cuando te vayas a la cama!

Acuéstate lo suficientemente temprano como para poder dormir las horas que tu cuerpo necesita y descansar bien. Agradece a la Madre Luna por tu día antes de dormirte. Dibuja una sonrisa en tu rostro antes de cerrar definitivamente los ojos e ir con Morfeo al país de los sueños.

Ahora sí, iniciamos con esos tips prometidos para empezar bien el día.

 

    * Programa tu despertador con tiempo suficiente como para dedicar unos minutos a iniciar tu día correctamente, sin prisas y sin carreras desde primera hora de la mañana, tus vivencias serán mucho más satisfactorias y tu día más feliz. No, no te llevará más que unos minutos.

 

    * Cuando despiertes, lo primero que tienes que hacer (después de apagar el despertador, si es que llega a sonar), es hacer unas respiraciones profundas para ponerte en conexión con tu cuerpo físico y tomar conciencia de cómo te sientes.

 

     * Una vez que te has sentido, agradece al Padre Sol por el nuevo día que comienza para ti, pídele que te llene de energía y que esa energía se distribuya por todo tu día para que cuando llegues a la cama por la noche, no te sientas agotada y abatida, aunque sea normal que estés más cansada.

 

    * Agradece además por el hecho de estar viva, de respirar, de tener la oportunidad de ser tú quien decida cómo vas a vivir el día que comienza y llenarlo de belleza. Eres libre para elegir y agradecer por todas las bendiciones que hay en tu día a día, por las cosas que han llegado a ti, por las que se han ido, por tus sueños e ilusiones. “Oh, Gran Espíritu, agradezco…”. No te olvides de pedir también una buena dosis de comprensión para entender los procesos por los que has de pasar para tu aprendizaje y empatía para saber ponerte siempre en lugar del otro antes de emitir algún juicio de valor.

 

    * Cuando apoyes los pies en el suelo, agradece a la Madre Tierra por el sustento que te da, por tu casa, por tu hogar, por tu alimento, por tu trabajo y enraízate para que tus pasos te guíen siempre por el camino correcto.

 

    * Cuando llegues al baño o encuentres el primer espejo que tengas cerca, mírate, observa a ese extraordinario Ser que te devuelve la mirada, sonríele, dale la gracias por ser cada día tu mejor versión y bendícelo con el mejor de los días. ¡Ah! Muy importante, antes de retirar la mirada de sus bellos ojos, dile que le amas. “Hoy va a ser un gran día, un día maravilloso en el que vamos a hacer pequeñas cosas grandiosas”.

 

    * Si tienes costumbre de ducharte por la mañana, permite que el agua disuelva los nudos de tu cuerpo, las preocupaciones de tu mente y el dolor en tu corazón. Permite que el dolor y las malas energías se vayan por el sumidero y construye un día lleno de magia y amor para ti. Elige tus pensamientos, llénate de positividad y dibuja una sonrisa en tu rostro que se extienda hasta tu corazón, para regocijo de tu alma.

 

    * En tu desayuno, incluye alguna pieza de fruta fresca de temporada, proteínas e hidratos de carbono saludables y frutos secos. Procura comer bien y de manera equilibrada en las 3 ingestas que hagas durante el día. No olvides bendecir y manifestar el mejor de los días mientras giras la cucharilla 3 veces para mover tu té, café o infusión. Si tomas medicamentos, tómalos entre tus manos por unos segundos y bendícelos antes de ingerirlos, dándoles las gracias por ayudarte a seguir viva y a mejorar tu salud.

 

    * Focalízate en aquello que quieres conseguir y pon en ello tu atención y tu intención, siempre de forma positiva, para alcanzar tus metas y conseguir vivir tus sueños.

 

    * Permite que las cosas sucedan con la energía bien aspectada, con fuerza y con fe. Recuerda que tu mente es muy poderosa y puede manifestar y materializar aquello en lo que pone su energía, su intención y su atención.

 

    * Y si quieres, porque es una adicción difícil de superar hoy en día, ahora puedes echar un vistazo al móvil y surfear un poquito por tus redes sociales. Controla el tiempo, porque hoy en día el tiempo vuela y sin darte cuenta podrías pasarte horas "viviendo la vida de otros", en lugar de construir y vivir la tuya.

 

    * Recuerda que un día “chungo” también es un buen día. Porque la vida es eso, un equilibrio y reajuste constante de energías. Si llega la tristeza, abrázate a ella y acompáñala, tardará menos en irse que si la niegas y la rechazas. Cualquier emoción que llegue a ti, obsérvala, dale espacio para expresarse y acompáñala.

 

    * Toma la costumbre de bendecir tu día, tu alimento y a los miembros de tu familia, amigos, vecinos… a cualquier persona que se cruce en tu camino, animales, cosas, lugares... Aprender a gradecer y bendecir cambiará tu vida y la llenará de felicidad.

 

    * Programa un poco de ejercicio en algún momento de tu día, si puede ser por la mañana antes del desayuno, mejor. Sal a caminar e inhala la energía del Universo con cada paso que des.

 

    * Si vives en la ciudad, pon plantas en tu hogar, te ayudarán a estar más feliz y bendecirán tu hogar llenándolo de buena energía y belleza.

 

          Elige alguno de estos tips para incluirlos en tu día a día, aquellos con los que más resuenes, o todos ellos si los consideras válidos para ti. Recuerda que para conseguir establecer un nuevo hábito, el ser humano necesita trabajar sobre él 21 días.

 

Si hay alguna otra cosa que consideras que sería un buen hábito, házmelo saber en comentarios y lo incluiré aquí.

 

Recuerda incluir en tu vida, en el momento del día que mejor consideres, un espacio para ti y para el silencio, hay quien lo llama meditación, yo lo llamo estar contigo. Y sea el momento del día que sea, cuando lo necesites, no dudes en mirarte al espejo, darte las gracias, decirte que te amas y darte mucho amor.

 

¡Feliz y bendecido inicio de cada día de tu vida!

 

©Paqui Sánchez

Imágenes de Pinterest. 

©Paqui Sánchez

martes, 5 de octubre de 2021

CUANDO SEAMOS GRANDES

 

Cuando Seamos Grandes


Cuando seamos grandes,

no nos olvidemos

que para las noches se hicieron los cuentos,

y los Reyes Magos, y los duendes buenos;

que sólo hace falta cuando llega el sueño

tener bien a mano la voz de un abuelo.

 

No nos olvidemos

que en una vereda cabe un mundo entero,

de risas y ruedas,

que no hay mar tan nuestro como el de la acequia,

que con dos pedales de una bicicleta

lo que queda lejos siempre queda cerca.

 

No nos olvidemos de las maravillas

que guardan adentro las cosas sencillas,

los viejos cajones, la flor, la semilla.

 

La vida es un viaje

y es cuestión de vida

sentarnos al lado de la ventanilla.

 

Cuando seamos grandes

va a ser muy bonito

tener como amigos a los animalitos

y gritarles cosas y entender sus gritos,

y explicar los vuelos por el infinito...

(los grandes no entienden a los pajaritos).

 

No nos olvidemos cuando seamos grandes

que un beso es un modo de quedarse en alguien,

que siempre es horario para acariciarse,

que el amor es todo,

que ternura es madre,

que hay que estar temprano cuando se hace tarde.

 

Cuando seamos grandes no nos olvidemos de la fantasía,

del sol y los juegos, y los cumpleaños,

y el circo viajero, los payasos tristes,

los muñecos buenos,

la hermosa costumbre de decir:

¡TE QUIERO!

Desconozco al autor.

Ilustraciones de Claudia Tremblay.

©Paqui Sánchez

jueves, 16 de septiembre de 2021

LIMPIEZA Y RENOVACIÓN DE ENERGÍAS EN LOS EQUINOCCIOS

 

Limpieza y renovación de energías en los equinoccios

Los equinoccios marcan la entrada de las estaciones del año que se corresponden con la primavera y el otoño y se inician entre el 19 y 22 de marzo y el 21 y 24 de septiembre respectivamente. En el hemisferio norte se celebra el inicio de la primavera en marzo y el comienzo del verano en septiembre, en el hemisferio sur sería al contrario. Durante los equinoccios, la noche y el día tienen la misma duración, de hecho la palabra equinoccio, aequinoctium, proviene etimológicamente del latín y significa “noche igual”. En los equinoccios el Sol se encuentra sobre la línea del ecuador, es por ello que la noche y el día tienen la misma duración.

Por otro lado, los solsticios marcan la entrada de las estaciones del año que se corresponden con el verano y el invierno y se inician entre los días 20 y 21 de junio y 20 y 21 de diciembre respectivamente en el hemisferio norte, sería al contrario en el hemisferio sur. La palabra solsticio, solstitium, también tiene su origen etimológico en el latín y significa “sol quieto”. Los solsticios se dan cuando el Sol se encuentra más cercano o más alejado de los hemisferios de la Tierra. Por tanto, mientras que durante el solsticio de verano el día es más largo que la noche, de hecho el de mayor duración del año, debido a que el Polo Norte está inclinado más cerca del Sol y sus rayos caen directamente sobre el Trópico de Cáncer. Durante el solsticio de invierno ocurre lo contrario, la noche es más larga que el día precisamente porque el Polo Sur está inclinado más cerca del Sol y sus rayos inciden sobre el Trópico de Capricornio.

Y de este modo se dan las cuatro estaciones del año, que vienen determinadas por las cuatro posiciones principales que tienen lugar en la órbita terrestre en su giro anual alrededor del Sol, nuestro Astro Rey. Estos cambios de estación se deben a que la Tierra está ligeramente inclinada sobre su eje mientras viaja alrededor del Sol provocando que en cada momento la Tierra reciba más o menos luz del Sol. 

Los antiguos, celebraban estos momentos como las festividades de la Madre Tierra y aprovechaban para honrarla, venerarla y agradecerle por todo lo que la Madre les proporcionaba, por lo que les daba y lo que les quitaba para que el intercambio entre el dar y el recibir fuera justo. Inequívocamente, la estación más celebrada de los más antiguos era el verano, momento en el que se reencontraban con otras tribus y compartían momentos, conocimientos, sabiduría, cacerías, banquetes, bailes, risas, historias…

Los equinoccios para mí son estaciones especiales llenas de colores, aromas, sabores, texturas, sonidos, música y vida. Son generadoras de nuevas oportunidades puesto que nos permiten analizar nuestras vidas para hacer cambios de rumbo, tomar decisiones, valorar lo que tenemos y cambiar de opinión sobre determinados comportamientos o acciones o decisiones previas… En definitiva, nos ofrecen la oportunidad de reconducir nuestras vidas hacia donde sentimos que debemos ir, a reconocer si hemos de cambiar de trayectoria o hacer mejoras en el camino que estamos recorriendo. Yo los defino como portales mágicos que nos conectan con una energía especial, esa energía impulsa y propicia que podamos introducir esos cambios necesarios que nuestra vida necesita para seguir avanzando, desarrollándonos y creciendo de forma personal de manera más fácil, sin resistencia y con mayor aceptación.

Dicen que no es más inteligente el que más sabe, sino aquel que se adapta mejor a los cambios con facilidad, brevedad y sin resistencia, pues entiende que cada cambio o nuevo comienzo es una oportunidad de infinitas posibilidades de crecimiento en lugar de un  nuevo obstáculo en el camino y lo aprovecha poniéndolo a trabajar a su favor en lugar de malgastar energías en lamentarse por el hecho de que el Universo le ha sacado de su zona de confort y le da una pequeña sacudida para continuar creciendo, sanar heridas del pasado (incluso de otras vidas) y superar miedos.

Vamos a dedicarle unos segundos a los miedos. Los miedos son uno de los mayores obstáculos que encuentra el ser humano para crecer y desarrollarse en todos los sentidos y aspectos posibles. Nos impiden crecer, nos impiden disfrutar de la vida, nos impiden ser nosotros mismos, nos impiden ser LIBRES. De hecho, si echamos un vistazo a la historia de la humanidad, comprobaremos con facilidad que una minoría siempre ha controlado a la gran masa de la población del planeta Tierra a través del miedo. Esos miedos han ido cambiando a lo largo de la historia, o quizá ni tan siquiera han variado tanto, pero indiscutiblemente han coartado, coaccionado y privado de libertad al ser humano y lo sigue haciendo.

Puede ser que haya más formas de vencer al miedo, de transformarlo para conseguir vencerlo y ser libre de nuevo, yo solo conozco una y es invitándolo a sentarse a mi lado y prestándole atención. Cuando la vida me empuja a enfrentar un miedo le hablo y cuando ya le he dicho todo lo que tengo que decirle, me quedo en silencio para escuchar su respuesta. Lo irónico es que, la mayor parte de las veces, me dice que he sido yo misma la que lo he creado, que solo existe en mi mente y que depende exclusiva y únicamente de mí superarlo para que él se vaya. ¿Cómo? Confiando más en mí, creyendo más en mí, teniendo más fe en mí misma. A veces tardo más en entender los motivos que me cuenta por los que lo generé, otras lo hago de forma más rápida. A veces lo supero sin más, otras me sigue costando, noto que sigue estando ahí, pero ya no me impide hacer lo que tengo que hacer. Me doy cuenta de que la mayor parte de las veces esos miedos los he creado debido a mi sistema de creencias heredado, a lo que se esperaba de mí, a las expectativas que otros tenían o tienen en mí, a no estar a la altura de lo que se espera de mí, a mis propias exigencias fomentadas y sustentadas por esas creencias, por lo que me decían de pequeña, por lo que yo entendía de lo que escucha (que no siempre es coincidente). Últimamente la vida me ha puesto algunos miedos delante y lo ha hecho para que siga aprendiendo a quererme más. No todos están vencidos, hay momentos que vuelven y sigo escuchándolos y prestándoles atención para comprenderme mejor, para conocerme mejor, para superarme a mí misma.

Yo creo que el miedo es una proyección mental, muchas veces no sabemos ni cómo, ni cuándo se originó, sin embargo está ahí, impidiéndonos vivir plenamente, impidiéndonos ser felices, impidiéndonos desarrollarnos plenamente, impidiéndonos disfrutar de esas oportunidades que la vida nos da y que estaríamos dispuestos a experimentar y de las cuales nos enriqueceríamos muchísimo si no fuera porque el miedo nos impide ver lo que hay más allá de él mismo. Ya lo he comentado otras veces: “Y si no tuvieras miedo ¿qué harías?”, probablemente todo lo que no te permites hacer inventándote cientos de excusas para justificarte. Pues yo te digo: “Hazlo, y si tienes miedo, es perfecto, no pasa nada. Hazlo con miedo, pero hazlo. Te darás cuenta que eres capaz de hacerlo y lo que sentirás, no tiene precio, solo hay que sentirlo y agradecerlo.”

¿Qué tal si cambiamos nuestro sistema de creencias, qué tal si dejamos de exigirnos, de compararnos con los demás, de querer gustar o caer bien a otros…? ¿Qué tal si decidimos que somos válidos por nosotros mismos, que no tenemos nada que demostrar a nadie y empezamos a amarnos, a amarnos de verdad, a celebrar cada triunfo, cada pequeño paso que nos ayude y aproxime a estar mejor, a ser mejores personas, a ser en cada momento la mejor versión de nosotros mismos?

Pues bien, el equinoccio es un buen momento para esto, ya sea en otoño o en primavera.

La energía que aparece en los equinoccios es una energía que nos ayuda a comprender mejor lo que está funcionando en nuestra vida y lo que no, son estaciones en las que podemos reconducirnos y tomar decisiones importantes para nuestra vida y nuestro crecimiento personal y como la energía es propicia para el cambio, nos ayuda a ser conscientes de ello y a tomar nuestras propias decisiones en función de nuestro momento actual y lo que pensamos que necesitamos ahora.

Si hay algo que recomiendo hacer en los equinoccios son limpiezas, limpiezas de hogar, de cuerpo y de mente.

Empiezo por las de hogar, porque cuando ponemos orden a nuestro alrededor, en los espacios externos por los que nos rodeamos y donde habitamos, parece que ese caos que muchas veces está dentro de nuestra cabeza y que nos impide tomar decisiones porque no sabemos dilucidar lo que nos conviene y lo que no, también empieza a ordenarse y todo se va colocando en su lugar adquiriendo claridad mental y facilitando la toma de decisiones sobre lo que es mejor para nosotros en cada momento. La vida está para experimentarla, para hacer cosas nuevas, no para vivirla o sufrirla con miedo y sin libertad.

¿Cómo hacemos esa limpieza externa en nuestro hogar, lugar de trabajo, etc.? Pues muy fácil, poniendo en orden todo aquello que no esté en su sitio, revisando armarios, cajones, estanterías, roperos, habitaciones cargadas de cosas que no sabemos dónde meter. Tirar o regalar ropa ya sea nueva o vieja que nadie utilice, libros, juguetes, utensilios de cocina, decoración… cosas que ya no nos sirven o no utilizamos desde hace tiempo. Ordenando nuestra biblioteca y espacio de trabajo o personal en casa. Quitando todo aquello que acumulamos en mesas, mesitas, bancadas… y poniéndolo en su lugar intentando mantener siempre el orden para que no vuelva a estar todo de nuevo por en medio con el paso de los días. Trasplantando nuestras plantas y ubicándolas en el lugar de la casa donde sea más conveniente para ellas. Hacer pequeños cambios en casa para tener más espacio, más luz, más armonía. Todo aquello que tenemos en casa y no usamos se convierte en un “trasto” o un “enredo” y por ende, en una energía estancada que nos bloquea y dificulta nuestro día a día y nuestro crecimiento, incluso pone en peligro nuestra salud física y mental. No guardes cosas “rotas” que ya no uses, tíralas, no estanques la energía de tu hogar, ni la de las personas que lo habitan. Deshazte de todos los “por si acaso…”, si acaso lo vuelves a necesitar confía en que la vida te lo volverá a poner delante. Si no confías en el Universo y en su infinita abundancia, vivirás en la carencia y eso será lo que atraigas a tu vida. Haz espacio para que entre lo nuevo, dale una oportunidad a lo que aún está por venir, puesto que no llegará hasta que le hagas sitio en tu hogar, en tu mente, en tu corazón… y para eso tienes que soltar dependencias y desprenderte de todo lo que sea innecesario con amor, armonía y agradecimiento.

No te olvides de agradecer a todo lo que dejas atrás por lo útil que te fue en su momento, por el tiempo que lo disfrutaste y que compartisteis, por las alegrías que te proporcionó y esos momentos únicos e inolvidables. La gratitud es la puerta que abre la abundancia, siempre lo ha sido y siempre lo será, no lo olvides nunca.

Y después de haber tomado decisiones para tu hogar, tu lugar de trabajo, tu espacio personal y ordenado todo, haz una buena limpieza física de paredes, azulejos, cristales, ventanas, persianas, polvo y suelo. Mientras limpias, piensa que se están desprendiendo de tu hogar, de tus cosas, toda energía estancada y negativa que ya no tiene que estar contigo. A la hora de pasar el mocho y limpiar el suelo, podrías hacer una infusión de romero y añadirla al agua de fregar y/o añadir unas gotas de aceite esencial de romero al cubo de agua. Friega desde la habitación que esté más al interior de la casa hacia el exterior hasta llegar a la puerta de entrada. Y mientras vas limpiando el suelo puedes ir diciendo este mantra tanto verbal como mentalmente, lo que prefieras: “Romero, romero, que salga lo malo y entre lo bueno”.

Poner orden y limpiar tus espacios ayudará a que tu mente también se ordene, podrás desechar relaciones tóxicas, ideas y sueños que no se cumplieron y que han dejado de ser una prioridad para ti, hasta que no los despidas con amor serán una energía que esté ahí, bloqueando tu camino e impidiéndote focalizarte en lo que realmente te está esperando para hacerte crecer y evolucionar. Verás como notas que tu mente se clarifica, suelta todo aquello que no le conviene y empieza a centrarse en lo que sí quiere. Ya sabes que para conseguir metas y cumplir sueños, tienes que saber qué quieres exactamente y cómo lo quieres y poner tu energía en ello, visualizarlo, sentirlo como una realidad, tu realidad y demostrarle al Universo que eso es lo que realmente quieres conseguir.

Además de esa limpieza física tan necesaria, ya que con el paso del tiempo vamos acumulando “cosas” que realmente no necesitamos y que no hemos usado en años, o bien que están rotas o ya no son funcionales, podemos y debemos hacer una limpieza energética.


Después de fregar el suelo desde dentro de la casa hacia la puerta de entrada, puedes pasar un sahumerio, yo los suelo preparar con romero fresco, salvia blanca y alguna hoja de laurel, los dejo secar y después los utilizo para hacer limpiezas energéticas en casa o cuando así lo siento. En este caso empezaríamos al contrario de la limpieza del suelo, es decir, por la puerta de entrada de la casa, negocio o espacio personal. Iríamos pasando el sahumo o incienso a lo largo de toda la casa, habitación por habitación siempre por la derecha, pondremos especial hincapié en los rincones que es donde se suele acumular la energía estancada que aún está por evolucionar. Así hasta llegar de nuevo a la puerta de entrada de la casa, pero por el lado contrario por el que hemos empezado, que sería el izquierdo. La música también ayuda a desprender las energías estancadas y a hacer limpiezas de hogar, música de alta frecuencia vibratoria, cuencos tibetanos y/o cuarzo, tambores, campanas, crótalos… cualquier instrumento musical, tu propia voz…

          

        Una vez que hayas terminado con la limpieza de tu hogar, lugar de trabajo o de descanso, es justo y necesario que te dediques un poco de tiempo para ti misma. Prepárate un baño con plantas medicinales y flores, echa unas gotitas de ese aceite esencial que te calma y relaja (como puede ser la lavanda), enciende unas velas, pon unos cuarzos, un poco de incienso de tu preferencia, pon música… y date un merecido respiro y unos minutos de descanso y desconexión. A mí me encanta sumergir la cabeza debajo del agua y quedarme ahí durante un segundo eterno, escuchándome.

Cuando tanto tu casa como tú estéis ordenadas y limpias, es momento de volver a la mente. Seguramente ya te sentirás mucho más centrada y con las ideas más claras, probablemente ya habrás tomado algunas decisiones sobre tu vida y las situaciones que estés viviendo. Si aún crees que lo necesitas coge un papel, divídelo en dos trazando una línea en el centro y haz una lista sobre las cosas que quieras descartar de tu vida (ya sean ideas, pensamientos, personas, situaciones, dificultades…) y otra con las que te haría ilusión y te proporcionaría felicidad hacer, tener o disfrutar. Si te gustan los minerales, seguro que tener cerca una amatista te ayudará en estos momentos. Cuando quieras tomar decisiones y llenarte de energía también viene bien ponerte un par de gotas de aceite esencial de romero en las muñecas e inhalar su aroma por unos segundos. El romero nos ayuda a concretar, a tomar decisiones, a centrarnos, a despertar nuestra mente y nuestro intelecto. Deja a un lado lo que ya no tiene cabida en tu vida y céntrate en conseguir tus nuevas metas o en darle un cariz diferente a las que ya tuvieras para poder alcanzarlas. Ya sabes que si no cambias la forma de hacer las cosas, las cosas nunca cambiarán para ti.

Otro aspecto que debes tener en cuenta es cómo te estás cuidado. Sí, me refiero a cómo te alimentas, si haces ejercicio, si cuidas tus pensamientos. Tu cuerpo es algo más que un cuerpo, es tu templo, la casa donde habita tu alma, la parte más sagrada que tienes, lo que realmente eres. Si cuidas tu cuerpo, lo nutres correctamente, con frutas y verduras de estación, eliminando las harinas refinadas, los azúcares y las comidas procesadas de tu dieta, tu alma te lo agradecerá, se sentirá feliz y plena y tú estarás mejor físicamente, sana y sin dolores. Si hay dolores, hay que escuchar al cuerpo para saber qué está pasando y cómo podemos subsanarlo. El ejercicio siempre te ayudará a estar mejor físicamente y a mantener a tu mente positiva y en equilibrio. Ya sabes la importancia de mantener tu pensamiento positivo, hasta la ciencia comienza a tenerlo en cuenta tanto para la salud mental como para la física. Eso no quiere decir que no puedas tener días mediocres o malos, simplemente acompaña tu estado de ánimo cuando te sientas alicaída, reconocer tus emociones te ayuda a comprender el porqué de ese estado y a recuperarte lo antes posible. Recuerda prestar atención a la glándula timo cuando sientas que te faltan fuerzas y energía para pasar el día. Ya lo comenté en una ocasión, pero dejo por aquí un repaso de lo que ya publiqué.


La glándula timo, en griego "thýmos" (energía vital), también conocida como “la glándula de la felicidad” o "llave de la energía vital", se encuentra situada en la entrada del tórax, en el centro del pecho detrás del esternón. Tiene un papel fundamental en la formación y en el desarrollo de los linfocitos T o células linfáticas y a su vez de la producción de glóbulos blancos, esenciales para fortalecer el sistema inmunológico ante cualquier enfermedad viral como los resfriados y la gripe. A pesar de que contiene tejido glandular y se encarga de producción de varias hormonas, está estrechamente relacionada con el sistema inmune, mucho más que con el sistema endocrino.

La glándula timo cambia de tamaño según nuestro estado emocional, crece cuando estamos contentos y encoje cuando estamos enfermos o estresados. El timo además de ser una glándula muy sensible está conectado directamente a los sentidos, la conciencia y el lenguaje.

Es por ello que es de vital importancia mantener esta glándula activa.

Estimular la glándula timo de la siguiente manera te aportará muchos beneficios:

1. Siéntate con la espalda recta en una posición cómoda.

2. Coloca las yemas de tus dedos índice, corazón y anular de forma suave sobre el timo. Es justo el punto en el pecho en el que nos solemos tocar al decir “YO ”.

3. Cierra los ojos.

4. Centra tu atención en tu respiración, que sea lenta, pausada y profunda. Respira por la nariz.

5. Date pequeños golpecitos suaves con los dedos creando una cadencia de un golpe más fuerte, pausa, y otros dos golpes más suaves con una pequeña pausa entre ellos. Después masajea la zona con la yema de los dedos unos segundos y repite los golpecitos y así durante unos 5 minutos más o menos. Sería bueno hacer el ejercicio un par de veces al día, por la mañana y por la noche.

6. Como está asociada al chakra del corazón, puedes ayudar a su buen funcionamiento poniendo durante unos minutos un cuarzo rosa sobre el cuarto chakra.

Y por supuesto, sal a caminar, siempre que tengas oportunidad, sal de casa y date un paseo, sobre todo y si es posible, hazlo por la naturaleza, deja la mente en casa y sal simplemente a disfrutar de lo sencillo y lo simple. No juzgues, no critiques, no cuestiones, solo camina, respira profundamente, sonríe, agradece y disfruta.

©Paqui Sánchez


domingo, 21 de marzo de 2021

OSTARA, EL DESPERTAR A LA VIDA


Ostara, el despertar a la vida

El renacer de la vida, que comenzó a despertar en Imbolc (entre el 31 de enero y el 2 de febrero) ya está aquí.

Esas semillas alojadas en el útero de la Madre Tierra han sentido el llamado del despertar a una nueva vida. Semillas que fueron parte de un fruto, ahora tienen la oportunidad de convertirse en el propio árbol, de prolongar de algún modo la vida de sus antepasados y a la vez crear una nueva existencia. Esas semillas que comenzaron a moverse en mitad del invierno, cuando la tierra dejó de estar helada para vivir también su proceso de transformación, han conseguido eclosionar. Sus tallos crecen con sabiduría ancestral en busca de la luz del Sol, a la vez que sus raíces profundizan aún más la tierra en búsqueda de la oscuridad, donde todo se gesta. Todo esto ocurrió sin que nos diéramos a penas cuenta, hasta que de repente, el gélido ambiente invernal, el fuerte viento, la nieve y el hielo, la escasez de alimentos fueron transformándose gracias al calor del sol.

Con el equinoccio de primavera, los campos se llenan de flores de todos los colores, y los árboles de hojas caducas se cubren de nuevos brotes que los visten de colores verdes de distintos tonos y matices llenándolos de hojas nuevas, recién nacidas.

A la vez que tiene lugar el maravilloso espectáculo del despertar a la vida de la Naturaleza, los animales también despiertan de su letargo y dejan atrás el sueño del invierno para llenarse de actividad y redescubrir la nueva vida. Los bosques y campos se llenan de nuevas camadas, pequeñas patitas preparadas para recorrerlos asombradas y maravilladas por la riqueza y el encanto de su nuevo hogar. Vuelven las aves que habían emigrado hacia el sur, en busca de climas más cálidos, y con ellas también vuelve algo que desde tiempos inmemoriales ha sido considerado mágico, amén del principio de la vida, los huevos. En los árboles, poblados de nuevas hojas, se entretienen los pajarillos construyendo sus nidos para depositar allí los huevitos donde los polluelos esperan para terminar de gestarse.

Y el cielo se llena de trinos y cantos que se asemejan a los celestiales.

¿Y qué ocurre con nosotros, los humanos? Pues que también nos renovamos, la primavera nos da la oportunidad de comenzar de nuevo, de materializar proyectos y de crear una vida nueva. Es una buena oportunidad para cambiar el rumbo si así lo sentimos.

La luz nos da vida, los días comenzaron a crecer el 13 de diciembre, el día de Santa Lucía, que como reza el refranero popular español: “Acorta las noches y alarga los días”. Sin embargo, no es solo que aumenten las horas de luz, es el sutil cambio que se produce en la tonalidad de la luz, es el color que adquiere esa luz, es ese Sol que empieza a calentar la Tierra, a derretir la nieve para volverla a su estado líquido, esa agua que comienza a circular formando cantarinos riachuelos que tanta falta hacen para humedecer la tierra y que el ciclo de la vida siga su curso.

En los equinoccios las horas de sol y de oscuridad se equilibran. Son los dos únicos momentos del año en el que el día tiene la misma duración que la noche.

Los equinoccios son fechas señaladas en las que es conveniente hacer limpiezas. Como hemos dicho tantas veces, cuando organizamos y limpiamos nuestro hogar, todo se acomoda también dentro de nosotros como por arte de magia. Es un buen momento para hacer limpiezas, no solo físicas, sino también energéticas. Invertir un tiempo en echar un vistazo a los armarios, a la ropa, a los objetos que guardamos, a los armarios del baño, la cocina, las estanterías cargadas de libros… ponerlo todo en orden, limpiar y deshacernos de todo aquello con lo que ya no vibramos, que ya no está en condiciones de ser usado o que ya no nos gusta como queda en casa, nos ayudará a crear espacios vacíos, a liberar energías estancadas y hacer hueco para que pueda entrar lo nuevo.

Cuando descartamos algo que ya no queremos seguir teniendo con nosotros, debemos hacer un ritual de despedida y agradecimiento por el tiempo que nos acompañó. No es necesario tirarlo, si está en buen estado, podemos donarlo a otra persona, que al recibirlo deberá hacerle una limpieza energética y darle la bienvenida a su nuevo hogar. Al igual que cuando adquirimos algo nuevo o nos lo regalan, deberíamos limpiar su energía y darle la bienvenida a nuestro hogar. Así, permitimos que la vida fluya, que las energías fluyan y se equilibren a la perfección. Cuando adquirimos plantas nuevas, tenemos que darles la bienvenida a casa, decirles que van a estar bien cuidadas y darles un tiempo para que se acostumbren a la nueva energía que encontrarán junto a nosotros.

Cuando todo esté en orden y sintamos que cada cosa queda perfecta donde la hemos dejado, podemos hacer una limpieza energética. Para hacer las limpiezas energéticas de nuestro hogar, es bueno abrir las ventanas primero. Elegimos un sahumerio que sea de nuestro agrado, preferiblemente de salvia, romero, laurel, que podemos haber hecho nosotros mismos haciendo un atadillo de hierbas. Comenzaremos desde la puerta de entrada de la casa, prendemos el sahumerio y empezando por nuestra derecha, vamos pasando el sahumo por toda la casa, prestando especial atención a los rincones, pues allí suele acumularse la energía que queremos limpiar, vamos entrando en cada estancia y, desde nuestra derecha, vamos pasando el sahumo hasta recorrer la habitación y volver a salir por la puerta hacia la siguiente. Cuando hayamos hecho el recorrido de toda la casa, nos encontraremos de nuevo en la puerta de casa, pero en el lado contrario al que comenzamos. Durante el recorrido podéis recitar algún mantra o frase que ya uséis. Una muy típica, sobre todo si sahumáis con romero es:”romero, romero, que salga lo malo y entre lo bueno”.

Cuando ordenamos y hacemos estas limpiezas, ayudamos inconscientemente a que también nuestros pensamientos se ordenen, descartamos ideas y proyectos antiguos para dar la bienvenida a los nuevos. Y si queremos recuperar algún viejo sueño o proyecto, seguramente sabremos ver otras nuevas maneras de hacerlos florecer.

Para los celtas y otros pueblos antiguos del Norte de Europa, la rueda del año vuelve a girar para celebrar Ostara, uno de los sabbats menores, que conmemora el equinoccio de primavera, era una celebración diurna, en la que se daba la bienvenida a la luz que volvía para reinar de nuevo sobre la parte oscura del año dando lugar al final del invierno. La Diosa despierta de su sueño invernal y cubre la Tierra con su fertilidad recuperando su aspecto de doncella.

El término Ostara es relativamente nuevo, pero no lo es la festividad de la primavera a la que da nombre. Alban Eilir es el nombre druídico que daban a esta festividad. Ostara o Eostre era también el nombre que recibía la Diosa que era venerada en primavera como diosa del amanecer, es la diosa del despertar del ciclo germinativo y de la floración de las plantas, de la fertilidad, del renacer, del retorno de la luz. Se dice que la diosa Eostre iba acompañada de una liebre, animal conocido por su gran capacidad reproductiva, por eso se asocia a este momento del año donde prima la fertilidad y el inicio de la vida. Esta diosa daba nombre al mes anglosajón de Eostremonath, que correspondía al mes de abril.

Símbolos de Ostara:


Los huevos de Pascua

Para muchas civilizaciones antiguas, el huevo era utilizado como símbolo del Sol y del renacimiento de la vida, además de ser un alimento altamente nutritivo e ideal para recuperarse del duro invierno y reponer energías para volver a emprender las labores en el campo. El huevo es una célula llena de vida asociada a la primavera, al renacer e incluso a la resurrección, ya los antiguos egipcios tenían por costumbre ponerlos en sus tumbas.

 La vuelta de las aves al norte de Europa tras el duro invierno, traía también estos huevos, a la vez que las gallinas recuperaban su ciclo y aumentaban su producción, por tanto, los huevos para los antiguos pueblos europeos se convirtieron en el alimento estrella que les ayudaba a recuperar las fuerzas mientras esperaban a que las primeras cosechas dieran su fruto.

Se dice que los celtas tenían la costumbre de teñir los huevos de rojo para simbolizar el ciclo menstrual, también se dice que solían enterrar huevos junto a algunas plantas para que estas crecieran antes y que probablemente este es el motivo por el que en la actualidad muchos países de Europa e incluso en América y Canadá se ha seguido con esta tradición y es habitual en Pascua que los niños decoren huevos y éstos se escondan por los jardines para después buscarlos y recolectarlos en una cesta de mimbre.

Los huevos tenían también para estos pueblos antiguos una simbología mágica, quizá porque paliaban los efectos de la escasez del invierno y eran un gran regalo que se hacían sus gentes.

 

La liebre y el conejo

Como hemos comentado, la diosa Eoste iba acompañada de una liebre, que eran numerosas y conocidas en el Norte de Europa. Tanto la liebre como el conejo son conocidos por ser muy prolíficos, por tanto, no es de extrañar que simbolicen la fertilidad y la prolongación de la vida. Es por ello que se les reconoce como símbolos de la fertilidad y el renacer de la primavera. A demás se las consideraba mágicas.

           El Fuego Nuevo.

Al parecer existía la costumbre en las culturas antiguas de encender una hoguera que simbolizaba el “fuego nuevo” como símbolo de renovación, de vida y de luz. Esta, al contrario que otros fuegos de otras festividades era una hoguera diurna, en honor a esa vuelta a la vida ya  la luz. Esa regeneración del ciclo vegetativo que mostraba una vez más lo que para ellos formaba parte de su cultura y creencias, que la muerte y la vida eran parte del mismo ciclo y que había que morir para poder renacer de nuevo a la vida.

 


La leyenda del huevo y la liebre

Investigando un poquito para escribir este artículo me he encontrado con una leyenda muy bonita sobre el origen del huevo y la liebre que quiero compartir con vosotros. Es del blog de acovadameiga.com.


 “Huevos de los Deseos de Ostara”

 Cuenta la leyenda que la Diosa Madre convocó a todos los animales del bosque para celebrar el final del invierno. Todos quisieron obsequiarla con los mejores regalos, pero la liebre era muy pobre. Buscó y buscó en su madriguera pero lo único que tenía era un huevo. Lo cogió con cuidado, lo vació para preparar un postre que ofrecer a su Diosa. Luego, con todo su cariño lo decoró con los colores de la primavera, llenó su interior de tierra fértil y sembró unas semillas de amaranto.

El día de la fiesta, todos los animales le ofrecieron a la Diosa Madre piedras preciosas, nidos confeccionados con hilos de plata de los telares de las hadas. Sin embargo Hade, que así se llamaba la liebre, se acercó con humildad sujetando en sus patitas su presente de colores brillantes con una flor en su interior.

La Diosa cogió el huevo entre sus manos y sonrió. Su sonrisa iluminó el cielo y cubrió el bosque de colores vivos.

¡La primavera había llegado!

Desde entonces la liebre es su animal favorito y está bendecida con el don de la fertilidad y el huevo de Ostara se convirtió en el símbolo de la prosperidad y el renacimiento. 

 

 

Cómo celebrar Ostara

Ostara nos ofrece un tiempo muy íntimo para conectar con la Tierra y a la vez con nosotros mismos. Es un buen momento para meditar en contacto directo con la Tierra y agradecer por este despertar a la vida y a los nuevos proyectos. También es momento de centrarnos en nosotros mismos y en nuestro propio crecimiento. Saber qué queremos y elaborar nuestras propias estrategias para conseguirlo. Pasar tiempo con nosotros mismos, nos ayuda a centrarnos y si esos momentos pueden ser en la naturaleza, mucho mejor.

Como siempre recomiendo en cada sabbat, porque así lo siento, es pasear por la naturaleza, observar los cambios que se van produciendo a nuestro alrededor. Es muy enriquecedor visitar el mismo lugar en las distintas estaciones para comprender mejor los ciclos de la naturaleza y sus cambios, para poder sincronizarnos con ellos y aceptar de manera más natural esos cambios que se produce con el paso de las estaciones y que también nos afectan a los humanos. Cuanto mejor sepamos aceptar estos cambios e incluirlos en nuestras vidas, antes sentiremos esa comunión con la naturaleza y sus ciclos y viviremos más conectados con ella y ligados a la Madre Tierra.

En este momento en el que la vitalidad vuelve a nosotros, también lo hace a nuestras plantas y es tiempo de dar nueva vida también a nuestras plantas, revisar nuestro jardín, nuestra macetitas, limpiarlas, cuidarlas y nutrirlas e incluso plantar nuevas semillas y que podamos ser testigos directos de ese renacer a la vida, de ese crecimiento, en primera persona.

Para aquellas personas que tengan un altar en casa, la llegada de la primavera nos anuncia que también ha llegado el momento de renovar el altar, de limpiarlo y darle nueva vida con una decoración distinta que esté más acorde con ese cambio de en los matices de la luz, con más color y quizá con símbolos primaverales que nos hagan sentir bien, a mí particularmente me gusta poner flores frescas recogidas del campo. Sin olvidarnos de bendecirlo y agradecer por las infinitas posibilidades que nos ofrece la vida y seguir vivos.

Podemos hacer algún ritual de protección, algún hechizo brujil para celebrar este tiempo que simboliza el final del invierno y la vuelta a la luz, a la calidez del Sol, al renacer, a la resurrección, a la explosión de color de esa nuevas flores que tapizan los campos con sus variopintos colores y sus almizcleños aromas. Nuestros cuerpos se renuevan, se llenan de vitalidad y energía indicándonos que es momento de celebrar la vida.

Para mí todas las celebraciones de las de la Rueda del Año Celta van acompañadas de velas, son un símbolo imprescindible, tal vez porque me gustan las velas, me aportan paz, serenidad, luz, claridad mental,… En los últimos años las fabrico yo misma. Hago mis velas con cera de soja, que personalizo con flores, cristales, aceites esenciales… y ritualizo poniéndoles una energía determinada dependiendo de para qué sean y también hago velas de miel con cera de abeja, que suelo utilizar los 11 y 22 de cada mes a modo de agradecimiento por todas las bendiciones que hay en mi vida y que llegan a ella continuamente.

 


Hay muchas actividades que podemos hacer con huevos, sobre todo si tenemos niños en casa.

* Se pueden hervir y decorar de forma personalizada al estilo tradicional.

* Se puede vaciar haciendo pequeños agujeros en la parte superior e inferior y rellenarlo con plantas mágicas y papelitos donde hayamos escrito nuestras intenciones o peticiones. Después podemos decorar el huevo con runas, símbolos mágicos y colores que sean relevantes para nosotros. Ponemos en el huevo todas intenciones y visualizamos que todas ellas están en camino de convertirse en realidad llegado su momento. Entonces, tras el ritual, enterramos el huevo para dejar que esas intenciones se nutran y crezcan.

* Se puede hacer un semillero con las cáscaras de los huevos, para ello, vaciamos los huevos con cuidado, podemos escribir una petición en la cáscara o bien en un papelito que pondremos en su interior. Se llena de tierra fértil y se siembra amaranto o cualquier otra semillita que sintamos y deseemos ver crecer. Después se cuida de esa semilla, del mismo modo que se cuidan los sueños, con amor, con cariño, con dedicación, con palabras y gestos bonitos, con buenos sentimientos, con unas gotitas de magia cada día. Y veremos como esas semillitas crecerán día a día.

* Otra idea es hacer huevos de chocolate para compartir en familia. Mucho mejor que comprarlos, pues el tiempo que compartimos haciendo actividades juntos es lo más valioso que existe.

* Se pueden vaciar abriéndolos por arriba y hacer velas, bien utilizando la cáscara de molde para quitarla después, o utilizando la cáscara como recipiente para la vela. Podemos colorear la cera y también decorar la cáscara si decidimos dejar la cera en ella.

La fecha de la celebración suele coincidir con el equinoccio de primavera, entre el 20 y el 23 de abril en el hemisferio norte y el 20 y 23 de septiembre en el hemisferio sur.

Celebréis lo que decidáis celebrar, divertíos mucho y disfrutar de ello.

¡Feliz Renacer!

©Paqui Sánchez

 

 ©Paqui Sánchez