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jueves, 8 de agosto de 2019

LUGHNASADH O DÍA DE LAMMAS



Lughnasadh o Día de Lammas

En la actualidad la celebración de este Sabbat mayor tiene lugar el 1 de agosto. Quienes siguen el calendario Celta de la rueda del año lo celebran el día de luna llena más cercano al punto medio entre el solsticio de verano y el equinoccio de otoño.

También es conocido como la fiesta de la primera cosecha, fiesta del pan o Harvest Home. Es el festival que celebra la fertilidad de la Gran Madre, como dadora de toda vida. Los antiguos bendecían y agradecían en este día la abundancia de esa primera cosecha estival honrando al dios del Sol celta, Lugh, también conocido como el poeta o el del largo brazo, identificado con el Sol y Mercurio.

Teniendo en cuenta la rueda del año celta, es la penúltima celebración que tiene lugar antes de comenzar el nuevo año.

Como ya sabéis para los celtas el año daba comienzo el 1 de noviembre, en Samhain. Es por tanto una festividad solar y como todas ellas, está asociada a un nuevo evento en la naturaleza, la recogida de la primera cosecha que además proporcionará las semillas que asegurarán la cosecha venidera. El trabajo en el campo era duro y sigue siéndolo, pero este día, era el primero de tres en los que se recogía el fruto del esfuerzo de todo el año. Con el primer cereal recogido se hacía un ritual, se le ofrecía a la Madre Tierra a modo de agradecimiento una parte del mismo, que era enterrado en ella para bendecirla y agradecerle toda la abundancia que había proporcionado.

Lammas fue el nombre cristiano medieval que se le dio a esta celebración, significa “loaf-mass”, misa de la hogaza, puesto que en esta fecha se horneaban las hogazas del pan con el grano de esa primera cosecha. Estas hogazas eran ofrecidas en el altar. También se realizaban muñecos de paja que después eran quemados en las hogueras y se recogían los primeros frutos.



En este Sabbat se cosechan los frutos de las semillas que se plantaron en Ostara y se recogen así mismo las semillas nuevas que serán plantadas durante el invierno. Ocurre lo mismo a nivel personal, es momento de hacer balance, de recoger el fruto de los proyectos y las semillas que plantamos en Ostara, es momento de hacer una lista de aciertos y cosas fallidas, de desterrar o desechar aquello que encontramos que no nos hace bien para dar la bienvenida a lo nuevo, también es momento de hacer cambios para mejorar aún más aquellos aspectos que consideramos que pueden tener otro enfoque más positivo. Siempre tenemos la posibilidad de hacer cambios que mejoren nuestras vidas. Meditemos pues sobre todo lo obtenido en este tiempo, sobre las ganancias, los tesoros encontrados, los amigos, los éxitos y todo aquello que queramos agradecer.

A nivel energético comenzamos a prepararnos para la inminente oscuridad, pues el otoño está cada vez más cerca y llega el momento del recogimiento. Los días se van haciendo cada día más cortos, la luz se nos escapa, como si se escurriera entre nuestros dedos. El sol se va debilitando, por ello, además de ser una fiesta de plenitud, luz y vida donde tenían lugar nuevos matrimonios, el famoso “Handfasting” del que ya hablamos en Beltane (este era el matrimonio de la unión de manos que celebraban las parejas con una duración de un año y un día, si durante ese tiempo la pareja se había llevado bien, al término de su período juntos se volvían a casar para restablecer sus lazos para siempre, si por el contrario no querían seguir unidos, cada uno se podía marchar por su lado). Es también una fiesta de muerte. Pero si alguien entendían bien que debemos morir para poder renacer de nuevo, eran los celtas, por tanto era una “muerte” bien entendida, una muerte que daba lugar a un nuevo comienzo.

Hablábamos de la celebración de la “muerte” y en esta festividad se honra precisamente la muerte de la diosa Tailtiu (Tailte en español), madre adoptiva del dios Lugh. Según cuenta la leyenda, la fue a última reina de los Fir Bolg y ella sola preparó todas las tierras limpiándolas para prepararlas para que los hombres pudieran cultivarlas. El esfuerzo fue tan grande y tan agotador, que murió después de la gran limpieza. Cuando los hombres de Irlanda se reunieron en su lecho de muerte, acordaron celebrar los juegos fúnebres en su honor. Mientras los llevaron a cabo, ella profetizó que Irlanda no sería nación sin canto.



¿Qué podemos hacer estos días de celebración?

·       Siempre en este tipo de fiestas solares se recomienda salir a pasear por el campo al ser posible, admirar los árboles, la vegetación, los cultivos… y agradecer por ellos, por todo lo que nos aportan y por ser unos verdaderos maestros que nos ayudan a reconectarnos con los ciclos de la naturaleza y con nosotros mismos.

·     Podemos prestar más atención a nuestra alimentación, comer más fruta y verduras, alimentos poco procesados, bajos en azúcares y sin harinas refinadas.

·       Podemos cocinar, hornear pan y por qué no, darnos algún caprichito y aprovechando el horno encendido hornear también algunos pastelitos u hojaldres con mermeladas caseras y chocolate del 85% de cacao en adelante.

·    Tomarnos también un tiempo para nosotros mismos y darnos un merecido baño purificante con algunas flores, aceites esenciales de nuestro gusto, sal, jabones elaborados en casa o de algún lugar que nos dé confianza, encender unas velitas con colores dorados, granates… y música relajante. Dependiendo de qué queramos de ese baño añadiremos unos aceites esenciales u otros y lo mismo con las hierbas aromáticas y/o flores que deseemos ponerle. Incluso podemos poner algún cuarzo dentro de la bañera para que nos ayude a superar algo en concreto, a materializarlo o simplemente a purificarnos y relajarnos.

·       Preparar y decorar un altar con cereales, trigo o cualquier alimento de la cosecha de la temporada, velas de colores otoñales como doradas, marrones o granates; piedras de color naranja o rojo como la cetrina, la cornalina, el ojo de tigre, el ámbar o el citrino. Flores o alguna planta. Y como siempre, aquello que para ti es importante, tus talismanes.

·     Podemos hacer un “hechizo” para recalibrar y cultivar nuevos comienzos. Para ello necesitarás: un bolígrafo, papel, un cuenco resistente al fuego o un caldero, aceites de cítricos o agua florida, salvia, palo santo o cedro y una planta si es posible.


Purifica el espacio con humo sagrado de salvia, palo santo o cedro.
Ánclate y conéctate con la energía de la Tierra.
Crea un círculo de seguridad.
Dobla el papel por la mitad y piensa en los próximos dos meses y el inicio del otoño. En la parte derecha del papel anota todo lo que te nutre y en la izquierda lo que ya no te nutre. Tómate un tiempo para ser lo más precisa posible.
Separa las dos secciones.
Echa un vistazo a lo que merma tu energía y escribe en un papel aparte (puede ser tu grimorio o diario) cinco ideas para cambiar esas cosas e invertir el resultado o cinco ideas para encontrar nuevas formas de alimentar tu energía.
Rompe la parte del papel que contiene las cosas que merman y agotan tu energía y quémalo.
Puedes sumergir la lista que sí te alimenta en el aceite o en el agua florida siguiendo el orden de un pentagrama, es decir, empezando por la esquina superior izquierda hacia la esquina inferior izquierda, después hacia la derecha, hacia la izquierda, hacia la parte inferior derecha y, por último, la esquina superior derecha.
Cuando así lo sientas, dobla el papel por la mitad y déjalo debajo de tu planta o sobre el altar hasta la próxima luna llena. También puedes enterrarlo en un lugar al aire libre después de completar el ritual.
Cierra los ojos y visualízate respaldado, alimentado y cuidado durante tus aventuras.
Eleva tu energía, para ello puedes cantar, tararear, bailar o masturbarte.
Cuando alcances el clímax imagina un cono de poder expandiéndose por todo el círculo y después emergiendo de tu cabeza hacia el universo: esta es tu declaración de nutrición y salud.
Es una promesa.
Cierra el círculo.
Ancla tu energía.
En la próxima luna llena dedica unos minutos a comprobar si te sientes plena y nutrida y, dado el caso, que estrategias puedes utilizar para despojarte de todo aquello que te impide sentirte protegida y respaldada.

Este “hechizo” ha sido extraído del libro Cómo ser una bruja moderna de Gabriela Herstik.

·       Y por supuesto cualquier otra cosa que se te ocurra y que te nutra y ayude a estar bien. Participa en juegos de tu agrado, visita a tu familia, cena con amigos o familiares…

¡Feliz, abundante, agradecido y nutrido Lughnasadh!

¡Sé Inmensamente ­Feliz!
©Paqui Sánchez
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¡¡¡Gracias!!! ¡¡¡Bendiciones!!! 





©Paqui Sánchez

2 comentarios:

  1. Gracias, he copiado tu entrada y te he enlazado... me ha gustado tu blog, te he añadido en mi lista de blogs.
    Un saludo

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    Respuestas
    1. Hola Dama Blanca, muchas gracias por tu comentario, me alegro mucho que te haya gustado. Gracias por mencionar al "Mágico Despertar" en tu entrada.

      Un abrazo enorme.

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