Lughnasadh o Día de Lammas
En
la actualidad la celebración de este Sabbat mayor tiene lugar el 1 de agosto.
Quienes siguen el calendario Celta de la rueda del año lo celebran el día de
luna llena más cercano al punto medio entre el solsticio de verano y el
equinoccio de otoño.
También
es conocido como la fiesta de la primera cosecha, fiesta del pan o Harvest
Home. Es el festival que celebra la fertilidad de la Gran Madre, como dadora de
toda vida. Los antiguos bendecían y agradecían en este día la abundancia de esa
primera cosecha estival honrando al dios del Sol celta, Lugh, también conocido
como el poeta o el del largo brazo, identificado con el Sol y Mercurio.
Teniendo
en cuenta la rueda del año celta, es la penúltima celebración que tiene lugar
antes de comenzar el nuevo año.
Como
ya sabéis para los celtas el año daba comienzo el 1 de noviembre, en Samhain. Es
por tanto una festividad solar y como todas ellas, está asociada a un nuevo
evento en la naturaleza, la recogida de la primera cosecha que además
proporcionará las semillas que asegurarán la cosecha venidera. El trabajo en el
campo era duro y sigue siéndolo, pero este día, era el primero de tres en los
que se recogía el fruto del esfuerzo de todo el año. Con el primer cereal
recogido se hacía un ritual, se le ofrecía a la Madre Tierra a modo de
agradecimiento una parte del mismo, que era enterrado en ella para bendecirla y
agradecerle toda la abundancia que había proporcionado.
Lammas
fue el nombre cristiano medieval que se le dio a esta celebración, significa
“loaf-mass”, misa de la hogaza, puesto que en esta fecha se horneaban las
hogazas del pan con el grano de esa primera cosecha. Estas hogazas eran
ofrecidas en el altar. También se realizaban muñecos de paja que después eran
quemados en las hogueras y se recogían los primeros frutos.
En
este Sabbat se cosechan los frutos de las semillas que se plantaron en Ostara y
se recogen así mismo las semillas nuevas que serán plantadas durante el
invierno. Ocurre lo mismo a nivel personal, es momento de hacer balance, de
recoger el fruto de los proyectos y las semillas que plantamos en Ostara, es
momento de hacer una lista de aciertos y cosas fallidas, de desterrar o
desechar aquello que encontramos que no nos hace bien para dar la bienvenida a
lo nuevo, también es momento de hacer cambios para mejorar aún más aquellos aspectos
que consideramos que pueden tener otro enfoque más positivo. Siempre tenemos la
posibilidad de hacer cambios que mejoren nuestras vidas. Meditemos pues sobre
todo lo obtenido en este tiempo, sobre las ganancias, los tesoros encontrados,
los amigos, los éxitos y todo aquello que queramos agradecer.
A
nivel energético comenzamos a prepararnos para la inminente oscuridad, pues el
otoño está cada vez más cerca y llega el momento del recogimiento. Los días se
van haciendo cada día más cortos, la luz se nos escapa, como si se escurriera
entre nuestros dedos. El sol se va debilitando, por ello, además de ser una
fiesta de plenitud, luz y vida donde tenían lugar nuevos matrimonios, el famoso
“Handfasting” del que ya hablamos en Beltane (este era el matrimonio de la
unión de manos que celebraban las parejas con una duración de un año y un día,
si durante ese tiempo la pareja se había llevado bien, al término de su período
juntos se volvían a casar para restablecer sus lazos para siempre, si por el
contrario no querían seguir unidos, cada uno se podía marchar por su lado). Es
también una fiesta de muerte. Pero si alguien entendían bien que debemos morir
para poder renacer de nuevo, eran los celtas, por tanto era una “muerte” bien
entendida, una muerte que daba lugar a un nuevo comienzo.
Hablábamos
de la celebración de la “muerte” y en esta festividad se honra precisamente la
muerte de la diosa Tailtiu (Tailte en español), madre adoptiva del dios Lugh.
Según cuenta la leyenda, la fue a última reina de los Fir Bolg y ella sola
preparó todas las tierras limpiándolas para prepararlas para que los hombres
pudieran cultivarlas. El esfuerzo fue tan grande y tan agotador, que murió
después de la gran limpieza. Cuando los hombres de Irlanda se reunieron en su
lecho de muerte, acordaron celebrar los juegos fúnebres en su honor. Mientras
los llevaron a cabo, ella profetizó que Irlanda no sería nación sin canto.
¿Qué
podemos hacer estos días de celebración?
· Siempre
en este tipo de fiestas solares se recomienda salir a pasear por el campo al
ser posible, admirar los árboles, la vegetación, los cultivos… y agradecer por
ellos, por todo lo que nos aportan y por ser unos verdaderos maestros que nos
ayudan a reconectarnos con los ciclos de la naturaleza y con nosotros mismos.
· Podemos
prestar más atención a nuestra alimentación, comer más fruta y verduras,
alimentos poco procesados, bajos en azúcares y sin harinas refinadas.
· Podemos
cocinar, hornear pan y por qué no, darnos algún caprichito y aprovechando el
horno encendido hornear también algunos pastelitos u hojaldres con mermeladas
caseras y chocolate del 85% de cacao en adelante.
· Tomarnos
también un tiempo para nosotros mismos y darnos un merecido baño purificante
con algunas flores, aceites esenciales de nuestro gusto, sal, jabones
elaborados en casa o de algún lugar que nos dé confianza, encender unas velitas
con colores dorados, granates… y música relajante. Dependiendo de qué queramos
de ese baño añadiremos unos aceites esenciales u otros y lo mismo con las
hierbas aromáticas y/o flores que deseemos ponerle. Incluso podemos poner algún
cuarzo dentro de la bañera para que nos ayude a superar algo en concreto, a
materializarlo o simplemente a purificarnos y relajarnos.
· Preparar
y decorar un altar con cereales, trigo o cualquier alimento de la cosecha de la
temporada, velas de colores otoñales como doradas, marrones o granates; piedras
de color naranja o rojo como la cetrina, la cornalina, el ojo de tigre, el
ámbar o el citrino. Flores o alguna planta. Y como siempre, aquello que para ti
es importante, tus talismanes.
· Podemos
hacer un “hechizo” para recalibrar y cultivar nuevos comienzos. Para ello
necesitarás: un bolígrafo, papel, un cuenco resistente al fuego o un caldero,
aceites de cítricos o agua florida, salvia, palo santo o cedro y una planta si
es posible.
Purifica el espacio con humo sagrado de salvia, palo santo o cedro.Ánclate y conéctate con la energía de la Tierra.Crea un círculo de seguridad.Dobla el papel por la mitad y piensa en los próximos dos meses y el inicio del otoño. En la parte derecha del papel anota todo lo que te nutre y en la izquierda lo que ya no te nutre. Tómate un tiempo para ser lo más precisa posible.Separa las dos secciones.Echa un vistazo a lo que merma tu energía y escribe en un papel aparte (puede ser tu grimorio o diario) cinco ideas para cambiar esas cosas e invertir el resultado o cinco ideas para encontrar nuevas formas de alimentar tu energía.Rompe la parte del papel que contiene las cosas que merman y agotan tu energía y quémalo.Puedes sumergir la lista que sí te alimenta en el aceite o en el agua florida siguiendo el orden de un pentagrama, es decir, empezando por la esquina superior izquierda hacia la esquina inferior izquierda, después hacia la derecha, hacia la izquierda, hacia la parte inferior derecha y, por último, la esquina superior derecha.Cuando así lo sientas, dobla el papel por la mitad y déjalo debajo de tu planta o sobre el altar hasta la próxima luna llena. También puedes enterrarlo en un lugar al aire libre después de completar el ritual.Cierra los ojos y visualízate respaldado, alimentado y cuidado durante tus aventuras.Eleva tu energía, para ello puedes cantar, tararear, bailar o masturbarte.Cuando alcances el clímax imagina un cono de poder expandiéndose por todo el círculo y después emergiendo de tu cabeza hacia el universo: esta es tu declaración de nutrición y salud.Es una promesa.Cierra el círculo.Ancla tu energía.En la próxima luna llena dedica unos minutos a comprobar si te sientes plena y nutrida y, dado el caso, que estrategias puedes utilizar para despojarte de todo aquello que te impide sentirte protegida y respaldada.
Este “hechizo” ha sido extraído del libro Cómo ser una bruja moderna de Gabriela Herstik.
· Y por
supuesto cualquier otra cosa que se te ocurra y que te nutra y ayude a estar
bien. Participa en juegos de tu agrado, visita a tu familia, cena con amigos o
familiares…
¡Feliz, abundante, agradecido y nutrido Lughnasadh!
¡Sé Inmensamente Feliz!
©Paqui Sánchez
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¡¡¡Gracias!!! ¡¡¡Bendiciones!!!
©Paqui Sánchez