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martes, 22 de septiembre de 2015

POR UN MUNDO SIN QUEJAS...



 Por un mundo sin quejas…

Os propongo un juego y un desafío para empezar a hacer mañana miércoles 23 de septiembre.

Mañana dará comienzo el equinoccio, el otoño en el hemisferio norte y la primavera en el hemisferio sur. Dos estaciones de renovación, de limpieza, de soltar lo viejo para poder agarrar lo nuevo respectivamente. De recoger y guardar lo necesario, para poder despertar a la vida en todo su esplendor.

El juego que se me ha ocurrido proponeros, no es un juego nuevo, seguro que lo habréis hecho en otras ocasiones, no tiene estación, se puede hacer en cualquier momento, en cualquier parte del mundo, pero en este momento me parece muy adecuado, por eso lo propongo.

Se trata de eliminar la queja de nuestra vida, o al menos reducirla a la mínima potencia y apartarla de nuestro camino lo máximo que podamos.

Si observamos a nuestro alrededor, nos damos cuenta que pasamos mucho tiempo quejándonos de todo, si no lo hacemos nosotros directamente, lo hacen las personas que están a nuestro alrededor. Estamos llenos de quejas, de quejicas y quejicosos.

No nos damos cuenta de que la queja es la antítesis al agradecimiento y si estuviéramos más tiempo agradeciendo por todo aquello que colma nuestras vidas y que no siempre somos capaces de ver, no estaríamos quejándonos de todo continuamente.

Además, cuando estamos en el agradecimiento, estamos potenciando que todo aquello que hay en el Universo para nosotros llegue antes, porque sabe que será bienvenido y lo agradeceremos (por ello está desenado llegar a nosotros), sin embargo, cuando no somos lo suficientemente agradecidos, lo que nos espera, ¡espera! porque sabe que cuando llegue no le daremos la bienvenida como se merece y que siempre estaremos esperando que llegue lo siguiente sin estar nunca contentos ni satisfechos con lo que tenemos.

La queja es tóxica, enferma el cerebro, ya que estar expuesto a una negatividad continua perjudica el funcionamiento del mismo.

Según Trevor Blake, un emprendedor serial y autor de Tres Simples Pasos: Un Mapa para el Éxito en los Negocios y en la Vida. (There Simple Steps: A Map to Success in Business and Life). “El cerebro trabaja más como un músculo de lo que pensábamos.”  “Por lo que si estás clavado en un rincón por mucho tiempo escuchando a alguien siendo negativo, es probable que actúes de esa misma forma.”

Además es un poco extraño, pero si de nuevo prestamos atención a los quejicas, nos daremos cuenta que las personas que se quejan continuamente no buscan ninguna solución, sólo quieren que te unas a ellos para seguir denigrando aquello de lo que se están quejando y hacerlo cada vez más grande.

Puedes alejarte de los quejumbrosos, puedes bloquear sus quejas para no perjudicar tus neuronas, puedes intentar ayudarles a que solucionen el problema que les causa las quejas… pero yo veo una forma más eficaz para conseguirlo y es trabajar con uno mismo. Sí, sí, me has entendido bien, trabajar contigo mismo.

Me da la sensación de que la única forma de eliminar la queja y a los quejicosos de nuestra vida, es prestar atención a nuestros propios pensamientos y palabras (a nuestros propios lamentos) y cada vez que nos demos cuenta que estamos en la queja, frenarla y pasar conscientemente al agradecimiento.

Conforme vayamos sanando la queja en nosotros, nos daremos cuenta que las personas quejicosas y las quejas se irán alejando de nuestro entorno. El motivo es que habremos dejado de atraer esa energía de la que también nosotros formábamos parte porque la utilizábamos consciente o inconscientemente.

Como ya hemos comentado, escuchar a personas quejándose todo el tiempo nos enferma. Por ello os invito a alejarnos de la queja mostrándolo con nuestro propio ejemplo.

Por tanto, para estos 21 días que durará el ejercicio para quienes decidáis uniros, propongo observar continuamente nuestros pensamientos y nuestras palabras y cuando nos descubramos en una queja, dejamos lo que estamos haciendo, nos felicitamos por habernos dado cuenta que estábamos en esa queja y la sustituimos por un pensamiento positivo y un agradecimiento.

Esta es una forma muy agradable y divertida de cambiar nuestras vidas.

Sabed de entrada, que no va a ser fácil, pero tenemos mucho que ganar y podemos pasarlo realmente bien en el proceso. Es un juego, tomémoslo como un juego y juguemos. No se trata de estar mal porque nos damos cuenta de que nos quejamos mucho más de lo que pensábamos, sino de ir mejorando y superándonos a nosotros mismos cada día.

¿Te apuntas? ¡¡¡Pues bienvenido seas!!!

¡Por un mundo sin quejas!

Iremos haciendo un seguimiento diario a través de Facebook donde habilitaré un espacio diario para quienes queráis compartir. Pero los que queráis hacerlo desde el blog, sabéis que podéis dejar comentarios en el post. Miraré todos los días por si hay alguien que necesite algún tipo de ayuda.

Quienes aceptemos este reto, estaremos ayudando a la Madre Tierra, porque dejaremos de contaminar con esos pensamientos negativos que se desprenden siempre de las quejas. Por tanto estaremos siendo solidarios con la Tierra y el medio ambiente.

¡Os animo a que os unáis e informéis a quienes creáis que puedan estar interesados o necesiten hacer este ejercicio!

¡Felices 21 días sin quejas!

Paqui Sánchez


©Ahava Iesu

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