A cada uno nos bendicen con el regalo de una vida propia. Por ello, ayuda y vive prestando servicio desinteresado todo lo que puedas, pero no olvides que no puedes vivir la vida destinada a otra persona ni otro puede vivir la tuya. Venimos a vivir nuestras propias experiencias y a aprender nuestras lecciones personales. Por todo ello, tenemos que aprender a ser responsables y la primera responsabilidad siempre es hacia nosotr@s mism@s y después hacia los demás. El tema de la responsabilidad es fascinante porque su significado es contrario al que la mayor parte de la gente entiende por "responsabilidad". En breve os prometo que desmitificaremos la "responsabilidad" y explicaremos lo que realmente significa ese concepto. Si os ocurre como me sucedió a mí, haceros responsables liberará parte de vuestras cargas, con lo cual disminuirán los dolores de espalda y os sentiréis más livian@s porque os desharéis de un gran peso.
Ya sabéis que este juego supone un trabajo interior duro y constante cuya finalidad es haceros despertar tomando consciencia de vosotros mism@s y de vuestro entorno, de lo que sucede aquí y ahora en vosotr@s y fuera de vosotr@s. Cuando algo no os guste cortad con ello, no le permitáis que llene vuestra mente o que os contagie con su negatividad, no prestéis vuestros oídos a que eso pueda pasar, no prestéis vuestra boca para que se llene de críticas hacia vosotr@s mism@s o hacia los demás. Aprended a vivir sin críticas, pues la crítica es un veneno que emponzoña el alma y cuando el alma está mal dentro, también lo está por fuera el cuerpo físico. Y como decía Hipócrates "No intentes curar el cuerpo, sin haber sanado antes el Alma".
A través del olfato nos ponemos en contacto con los olores, huele bien o huele mal, huele dulce, a tierra mojada, a hierba recién cortada, huele a flores, a bebés recién bañados, huele a almizcle, huele a aire fresco, a brisa, a mar, huele a especias, a bizcocho recién horneado, a chocolate, a manzanas recién cogidas, a naranjas a penas exprimidas... Huele a vida, a naturaleza, a necesidad de seguir luchando.
Y a ti, ¿a qué te huele la vida?, ¿te duele la vida? Si la vida te duele y sabes dónde te duele ya tienes hecho parte del camino, pues así sabrás dónde tienes que trabajar contigo mism@ para alejar ese dolor, para eliminarlo.
La nariz también nos pone en contacto con la respiración, nuestra primera reafirmación en el mundo, nuestro primer aliento de vida, es el momento en el que decidimos vivir o morir, respirar o no por nosotr@s mism@s. Y la respiración nos acompaña durante el resto de nuestra vida, es lo primero y lo último que hacemos estando vivos. Podemos vivir si otros sentidos no funcionan bien, pero no podemos vivir sin respirar, sin oxígeno.
Otro problemita que nos surge aquí, es que cuando somos niños sabemos respirar perfectamente, pero cuando crecemos nos olvidamos de respirar correctamente y nos olvidamos de llenar nuestros pulmones del modo adecuado y nos olvidamos de que nuestra respiración debería de ser abdominal. Es más, en muchas ocasiones nos olvidamos de respirar, cuando estamos enfadad@s, con ira o rabia, solemos dejar de respirar, cuando "perdemos los papeles" es porque nos hemos olvidado de respirar. Para volver a nosotros es necesario que nos concentremos de nuevo en respirar, tomando respiraciones profundas, llenando los pulmones poco a poco y soltando el aire muy lentamente.
Otra apreciación que trabajaremos durante la semana es la de qué respiramos, ¿respiras aire limpio o contaminado? No me refiero a la polución, me refiero a cómo estás cuando respiras, cómo son tus pensamientos. Cuando tus pensamientos son positivos y respiras conscientemente se eleva la calidad vibratoria del aire que respiras. Cuando tus pensamientos tienen una baja frecuencia vibracional, el arie que respiras es nocivo y contaminante no sólo para tu cuerpo, sino para tu alma.
Otra apreciación que trabajaremos durante la semana es la de qué respiramos, ¿respiras aire limpio o contaminado? No me refiero a la polución, me refiero a cómo estás cuando respiras, cómo son tus pensamientos. Cuando tus pensamientos son positivos y respiras conscientemente se eleva la calidad vibratoria del aire que respiras. Cuando tus pensamientos tienen una baja frecuencia vibracional, el arie que respiras es nocivo y contaminante no sólo para tu cuerpo, sino para tu alma.
Durante esta semana vamos a aprender a respirar y a apartarnos de los olores desagradables que no queremos que estén a nuestro lado.
Te propongo que seas más consciente cuando respiras, estate atent@ a tus pensamientos, a tu entorno, a cómo te encuentras y qué sientes cuando respiras conscientemente, ¿qué te distrae? Anótalo en una libreta y cuando quieras nos lo cuentas.
Te propongo que seas más consciente cuando respiras, estate atent@ a tus pensamientos, a tu entorno, a cómo te encuentras y qué sientes cuando respiras conscientemente, ¿qué te distrae? Anótalo en una libreta y cuando quieras nos lo cuentas.
Si no te gusta cómo te huele la vida o cómo huele tu entorno,
no hay problema,
cambia de nariz hasta que encuentres la apropiada,
no te pre-ocupes porque hay muchos modelos,
seguro que acabas encontrando el más adecuado para ti.
©Paqui Sánchez
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