Imbolc, el último sabbat del invierno
El sabbat mayor de Imbolc nos marca el punto medio entre
el solsticio de invierno y el equinoccio de primavera para el hemisferio norte.
En el hemisferio sur correspondería celebrar Lughnasadh o Día de Lammas según
la rueda del año de los antiguos pueblos celtas.
Los pueblos celtas se caracterizaban por estar en
perfecta sincronía y armonía con los ciclos de la naturaleza, los celebraban
todos y cada uno de ellos honrando y agradeciendo en todo momento a la Madre
Tierra. Como ya hemos mencionado en otras ocasiones, celebraban 4 sabbats
mayores y 4 sabbats menores haciéndolos coincidir con el cambio de las estaciones
(sabbats menores) y los puntos intermedios de una estación a otra (sabbats
mayores). Además ellos también honraban y celebraban las lunas (esbats), por
tanto calcular los días exactos de estos “cambios” de estación o puntos medios
entre ellas, dependía de las lunas llenas. La celebración exacta sería la noche
de luna llena más cercana entre el solsticio de invierno y el equinoccio de
primavera. De cualquier modo, nosotros hoy en día podemos establecer más o
menos unas fechas fijas, pero teniendo en cuenta que podemos celebrar unos días
antes o después (o el día exacto si seguimos las celebraciones según los
esbats). No es tan importante el día, al menos para mí, si no el sentir la
celebración y el cambio que ese momento produce en nuestra propia vida.
Yo no me considero “nada” en particular y sin embargo siento
que lo soy “todo”. Cada vez me cuesta mucho más identificarme con etiquetas o
etiquetar a los demás. Soy cristiana, soy pagana, soy hija de la Madre Tierra y
del Padre Sol, soy trocitos de luna, estoy hecha de luz, de pedacitos de
estrellas y en mí habitan universos enteros. Soy raíces y también soy alas. El hada, la bruja, la doncella, la
chamana, la sabia, la madre… Todas estas mujeres viven en mí y a través de mí,
en cada momento se manifiesta aquella que es requerida para cada vivencia. Puedo
ser todas en un mismo día, ellas se van manifestando según mi estado de ánimo…
y como lo sé, no me altero pues tengo la certeza de que no me pasa nada malo,
he sido bendecida con ser mujer y eso equivale a que soy cíclica como la luna y
voy cambiado de estado en cada fase lunar. Por mí corren las estaciones con
cada ciclo de vida, cada semana, cada día, cada segundo y es por ello que he
aprendido a bendecir y honrar cada momento de mí misma.
No sé si podría definirme como celta, a veces rememoro de
forma natural otros tiempos y siento que lo soy, como otras muchas cosas; sin
embargo dentro de mí siento que soy naturaleza y que estoy ligada a ella y a
los cambios que se producen en la Tierra con el paso de cada estación. Los cambios
que cada estación hace que sintamos en nuestro propio interior. Cuando llega el
invierno, necesitamos soledad, silencio e introspección; en primavera aumenta
nuestra energía, nos renovamos y ponemos nuestra atención en nuevos proyectos. Durante
el verano aparece nuestra etapa fértil, donde se potencia la autoestima y la
seguridad y, llegamos al otoño con la bajada de la energía, de concentración y
de memoria, alcanzando el mejor momento para sanar y avanzar.
Si tenemos en cuenta la rueda del año celta y que el año
para los celtas comenzaba en el sabbat de Samhain, octubre/noviembre, Imbolc
sería el tercer sabbat de la rueda del año.
¿Qué simboliza Imbolc?
Principalmente la llegada de la luz. Las noches comienzan
a hacerse más cortas, empieza a amanecer más temprano y los segundos de luz van
incrementando cada día un poquito más. En esta rueda de la vida, la luz se impone
de nuevo sobre las sombras anunciando renovación y renacimiento.
Imbolc es una palabra gaélica que significa literalmente “en
el ombligo” o “en el vientre” (de la Madre), haciendo alusión a todas esas
semillas que se plantaron en el solsticio de invierno y que empiezan a
germinar, del mismo modo que lo hacen las semillas que se hallan en el vientre
de la Madre Tierra despertando a una nueva vida, a un nuevo ciclo de renovación
y expansión. Oilam es el nombre celtíbero que se le da a este sabbat mayor,
significa “cordero” y también “lactancia” y
hace alusión a que es por estas fechas cuando tiene lugar el nacimiento
de muchos animalitos que se amamantarán de sus madres hasta valerse por sí
mismos.
Dentro de la tierra, dentro del vientre de la Madre,
donde se está produciendo la germinación de las semillas todavía está oscuro,
debemos recordar que esa oscuridad y asilamiento son necesarios para que se
pueda gestar nueva vida que está por llegar.
Los antiguos celtas celebraban el día de Brigid, la diosa
del fuego y del sol, honrando así a la triple diosa en sus tres facetas
principales: la Doncella, la Madre y la Anciana, que simbolizaba a su vez la
fertilidad, la fuerza y el poder. Esta deidad celta fue cristianizada convirtiéndose
después en Santa Brígida, representada con una llama en la mano. Imbolc fue
sustituido por la celebración cristiana de la fiesta de la luz, la Candelaria, teniendo
lugar el 2 de febrero.
Esa llama que Brigid portaba se dividía en tres llamas o
aspectos que la definían. Brigid era la llama de la sabiduría englobando la
faceta de las artes y la creatividad, era la diosa de la poesía, la música, la
historia, la inspiración y del lenguaje. Era la diosa de la adivinación, la
intuición y las profecías. La segunda era la llama del hogar, diosa de la familia,
la fertilidad, los partos, de la mujer, la sanación y medicina. La tercera
llama era la de la transformación, incluyendo las artes o artesanías que
utilizan el fuego para transformar una cosa en otra, es decir, la herrería, la
orfebrería, fermentación de la cerveza o el tejido.
Créditos de la imagen, Marcus Rodríguez |
¿Cómo se celebraba Imbolc y cómo puedes celebrarlo tú?
Imbolc era celebrado, como todos los sabbats mayores con
fuego, se encendían hogueras para honrar a Brigi, la triple diosa. Los agricultores
veneraban esta deidad festejando alrededor de las hogueras que ofrendaban a la
tierra, danzando alrededor de ellas, pidiendo fertilidad y abundancia para las
cosechas. Se bendecían las semillas y se consagraban las herramientas
destinadas a la agricultura.
Imbolc simbolizaba un nuevo ddespertar y un nuevo renacer.
Algunos de los rituales de Imbolc son:
* Este día se creaban, ritualizaban y bendecían todas las
velas que se iban a utilizar durante los sabbats del año, se prendían velas en
todas las ventanas del hogar y se dejaban encendidas durante toda la noche previa a la víspera. Esto se hacía en honor a Brigid, que al pasar por los hogares y encontrar las velas prendidas en las ventanas los bendecía en protección y prosperidad.
* Se hacían rituales de limpieza y purificación para la
casa.
* Se honraban las artes poéticas y femeninas, dado que es
uno de los sabbats dedicados a la mujer.
* Las doncellas ofrecían rituales para encontrar pareja y
para la fertilidad, mientras que las mujeres casadas los ofrecían para que sus
relaciones prosperaran y su fertilidad continuara.
* Se honraban las semillas, tanto las que ya germinaban
bajo la tierra, como las nuevas semillas para plantar en primavera.
* Se pedía inspiración y guía para que los nuevos
proyectos se cumplieran exitosamente.
* Los druidas oficiaban matrimonios y celebraban rituales
de adivinación.
* Tejían con ramitas de heno, juncos, mimbre, madera o
cuerdas las cruces de Imbolc, conocidas como “la cruz de Brigid o Brigantina”. La
cruz de Brigid simbolizaba la protección y prosperidad del hogar, un buen lugar
para colocarla sería detrás de la puerta de entrada a tu casa.
* Puedes crear tu altar de Imbolc con todo aquello que
sientas que es importante para ti. Sobre todo semillas y mucha luz.
* Es el momento de centrarte en los nuevos comienzos y
proyectos y pedir inspiración para llevarlos a cabo.
Además de todas estas cosas, hoy es un buen día para
pasear por la naturaleza, para pensar en tu alimentación y empezar a
alimentarte de forma más natural, más consciente y más sana. Es un buen día
para sonreír, para sentir, para hacer planes, plantar semillas, regar tus
plantas y vigilar su despertar, observar cómo empiezan a florecer los bulbos. Crear
tus propias velas. Es un buen día para la poesía, la música, la escritura, la
lectura, para bordar o coser, para crear en sí y sobre todo para cuidar a la
mujer que eres y si eres hombre para honrar tu parte femenina, tu yang.
Hoy es un buen día para vivir intensamente, honrar a la
Madre Tierra y cuidarte y honrarte a ti misma.
Hay una leyenda muy bonita que cuenta que la diosa Brigid aprovechaba el día para pasear por los bosques e iba recogiendo la leña que
encontraba. Si hacía muy buen día, la diosa recogía mucha leña, eso significaba
que el invierno todavía sería largo. Si por el contrario el día no era
demasiado bueno, la diosa recogía poca leña, porque simbolizaba que quedaban
pocos días de frío y nieve y que pronto llegaría la primavera. Por eso la diosa
iba a necesitar poca leña, porque los días de frío también serían escasos.
¡Feliz Imbolc!
©Paqui Sánchez
©Paqui Sánchez