¿Te vienes?
- Me apetece volver ¿sabes?
- ¿Volver? ¿A dónde?
- No es a donde, es a qué…
…me apetece perseguir
atardeceres, bañarme bajo la lluvia, caminar con los ojos cerrados, danzar en
el bosque y bailar con los árboles, tocar el arpa entre las flores y cantar
dulces melodías llenas de magia donde un río pueda hacerme los coros y arrancar
unos cuantos acordes.
Quiero volar con el viento como
si fuera una hoja de otoño y dibujar corazones en el cielo llenándolo de
colores mientras siga pintada de vida antes de caer de nuevo al suelo y
convertirme en sustento iniciando así otro ciclo de vida.
Me apetece trepar por el cielo,
saltar de nube en nube y saludar al Sol cada mañana con una reverencia de
gratitud, un abrazo y un beso por regalarme un nuevo día en la Tierra para
disfrutarlo como yo decida hacerlo.
Quiero irme de fiesta con las
estrellas y brindar con hidromiel mientras dejamos destellos de polvo de hada
surcando los cielos y nos deslizamos por los arco iris iridiscentes llenos de
colores y alegrías.
Me apetece volver a correr por
el bosque sin cargas, sin pesos, sin equipaje, ni excesos. Jugar con los lobos
y dormir bajo el manto estrellado de las noches sin luna. Y una vez al mes
subiré de nuevo al cielo para pasar la noche con la luna llena y hablarle de
mis alegrías y contarle mis anhelos.
Quiero visitar lugares que ya
conozco aunque nunca haya estado en ellos, disfrutar de la brisa que alborote
mi pelo. Y sentir, sentir esas piedras que en círculos susurran recuerdos de
druidas, de dioses y diosas, de brujos y brujas, de hechizos y hierbas, de
duendes, de hadas, de pócimas secretas y sabiduría plena.
Me apetece reír, cantar y
danzar entre el pasado, el presente y el futuro para armonizar todos mis
momentos y sanar todas mis relaciones desde el regalo que es este momento. Que
el sonido del tambor ancestral de la mujer medicina vibre en mi corazón y la
Madre Tierra se haga una conmigo en una sinfonía de comprensión, gratitud y
perdón.
Quiero danzar con mis largas trenzas
alrededor de la hoguera prendida en mi corazón, quiero danzar con las mujeres,
con las diosas, con las sacerdotisas, las hadas y las brujas, con las chamanas…
quiero ayudar a sanar la herida sagrada para que deje de sangrar por sus hijos
e hijas. Es tiempo de reconciliación y de unión. No permitas que tu ego siga en
separación.
Me apetece saltar en un charco
y mancharme hasta las cejas de fango, volver a hacer tartas de barro, a hablar
con mis amigos invisibles aunque vuelvan a decir “¡¡¡mira qué loca!!!”,
ahora... ya no duele, sino que saca una sonrisa de mi boca.
Quiero volver a correr por los
espigones con los pies descalzos, no sé cómo era posible pero os aseguro que no
me hacía ni un arañazo. Y bañarme… ¿por qué no? sí, bañarme desnuda en mi playa
adorada, en aquellos mares de mi infancia dorada.
Me apetece bañarme mientras cae
la lluvia nadando hacia dentro con brazadas certeras y seguras, dirigirme hacia
el horizonte, hacia ese punto donde confluyen dos tonos de azul, donde el mar y
el cielo se juntan para amarse.
Quiero sumergirme en el brillo
de tus ojos y mirarlos fijamente para verme en ellos, ser el reflejo de tu
sonrisa cuando va recorriendo mi piel y sentir tus manos haciendo magia en todo
mi ser. Escuchar como vibra tu risa, sentir tus caricias y tu aliento en mi
cabeza besando mi pelo, absorbiendo mi esencia y dándome a cambio la tuya
completa.
Me apetece susurrarte un
"te quiero", escribirte mil palabras con diez mil sonrisas en prosa y
otras tantas risas que rimen en verso. Y llenarte de besos, de abrazos y poesía
que hagan que tu alma también sonría.
Quiero dibujar tu piel con mis
dedos, mientras mi cabeza reposa en tu pecho. Desvelarte mis secretos, contarte
mis sueños y pasar el resto de esta vida sintiendo y amando junto a ti, mi
cielo...
¿Te quedas conmigo?
- Ummm…, claro, sí que me
quedo.
- ¡Oh! ¡Bien! Vente, juguemos a
ser niños de nuevo.
©Paqui Sánchez
©Paqui Sánchez