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viernes, 17 de noviembre de 2017

¿TE VIENES?


 
 ¿Te vienes?
- Me apetece volver ¿sabes?

- ¿Volver? ¿A dónde?

- No es a donde, es a qué…

…me apetece perseguir atardeceres, bañarme bajo la lluvia, caminar con los ojos cerrados, danzar en el bosque y bailar con los árboles, tocar el arpa entre las flores y cantar dulces melodías llenas de magia donde un río pueda hacerme los coros y arrancar unos cuantos acordes.

Quiero volar con el viento como si fuera una hoja de otoño y dibujar corazones en el cielo llenándolo de colores mientras siga pintada de vida antes de caer de nuevo al suelo y convertirme en sustento iniciando así otro ciclo de vida.

Me apetece trepar por el cielo, saltar de nube en nube y saludar al Sol cada mañana con una reverencia de gratitud, un abrazo y un beso por regalarme un nuevo día en la Tierra para disfrutarlo como yo decida hacerlo.

Quiero irme de fiesta con las estrellas y brindar con hidromiel mientras dejamos destellos de polvo de hada surcando los cielos y nos deslizamos por los arco iris iridiscentes llenos de colores y alegrías.

Me apetece volver a correr por el bosque sin cargas, sin pesos, sin equipaje, ni excesos. Jugar con los lobos y dormir bajo el manto estrellado de las noches sin luna. Y una vez al mes subiré de nuevo al cielo para pasar la noche con la luna llena y hablarle de mis alegrías y contarle mis anhelos.

Quiero visitar lugares que ya conozco aunque nunca haya estado en ellos, disfrutar de la brisa que alborote mi pelo. Y sentir, sentir esas piedras que en círculos susurran recuerdos de druidas, de dioses y diosas, de brujos y brujas, de hechizos y hierbas, de duendes, de hadas, de pócimas secretas y sabiduría plena.

Me apetece reír, cantar y danzar entre el pasado, el presente y el futuro para armonizar todos mis momentos y sanar todas mis relaciones desde el regalo que es este momento. Que el sonido del tambor ancestral de la mujer medicina vibre en mi corazón y la Madre Tierra se haga una conmigo en una sinfonía de comprensión, gratitud y perdón.

Quiero danzar con mis largas trenzas alrededor de la hoguera prendida en mi corazón, quiero danzar con las mujeres, con las diosas, con las sacerdotisas, las hadas y las brujas, con las chamanas… quiero ayudar a sanar la herida sagrada para que deje de sangrar por sus hijos e hijas. Es tiempo de reconciliación y de unión. No permitas que tu ego siga en separación.

Me apetece saltar en un charco y mancharme hasta las cejas de fango, volver a hacer tartas de barro, a hablar con mis amigos invisibles aunque vuelvan a decir “¡¡¡mira qué loca!!!”, ahora... ya no duele, sino que saca una sonrisa de mi boca.

Quiero volver a correr por los espigones con los pies descalzos, no sé cómo era posible pero os aseguro que no me hacía ni un arañazo. Y bañarme… ¿por qué no? sí, bañarme desnuda en mi playa adorada, en aquellos mares de mi infancia dorada.

Me apetece bañarme mientras cae la lluvia nadando hacia dentro con brazadas certeras y seguras, dirigirme hacia el horizonte, hacia ese punto donde confluyen dos tonos de azul, donde el mar y el cielo se juntan para amarse.

Quiero sumergirme en el brillo de tus ojos y mirarlos fijamente para verme en ellos, ser el reflejo de tu sonrisa cuando va recorriendo mi piel y sentir tus manos haciendo magia en todo mi ser. Escuchar como vibra tu risa, sentir tus caricias y tu aliento en mi cabeza besando mi pelo, absorbiendo mi esencia y dándome a cambio la tuya completa.

Me apetece susurrarte un "te quiero", escribirte mil palabras con diez mil sonrisas en prosa y otras tantas risas que rimen en verso. Y llenarte de besos, de abrazos y poesía que hagan que tu alma también sonría.

Quiero dibujar tu piel con mis dedos, mientras mi cabeza reposa en tu pecho. Desvelarte mis secretos, contarte mis sueños y pasar el resto de esta vida sintiendo y amando junto a ti, mi cielo...

¿Te quedas conmigo?

- Ummm…, claro, sí que me quedo.

- ¡Oh! ¡Bien! Vente, juguemos a ser niños de nuevo.

 ©Paqui Sánchez


 
 ©Paqui Sánchez