Chat gratis

Gracias por estar aquí

Somos puentes de Luz que unen la Tierra con el Cielo

Somos puentes de Luz que unen la Tierra con el Cielo

viernes, 22 de septiembre de 2017

¿DESDE DÓNDE ESCRIBES?




¿Desde dónde escribes?


- ¿Desde dónde escribes? – Me han preguntado alguna vez.

No necesito pensarlo, la respuesta aparece por sí sola.

- Desde el silencio, escribo desde el silencio. Todo lo que tengo que contar está escrito en el silencio.

- ¿Y si hay ruido?

Sonrío.

- No importa, yo siempre encuentro la quietud del silencio allá donde esté. No sé cómo lo hago, pero consigo escuchar el silencio dentro de este mundo de caos, bullicio y ruidos.

Para que nazcan las palabras necesito silencio. Para tejerlas necesito la paz que encuentro en el silencio. Para leerlas en las estrellas, necesito silencio. Para escribirlas en el viento, necesito silencio. Para inhalarlas y exhalarlas, necesito silencio. Para engendrarlas, alimentarlas y parirlas, necesito silencio.

Necesito entrar en el espacio sagrado de mi corazón y conectarme con la sabiduría ancestral. Con mi verdadero YOSOY. Y para ello, no hago nada, absolutamente nada especial…

…Salvo cerrar los ojos y respirar, respirarme el alma.

Y así comienzan a fluir en armonía, sin forzarlas, sin pensarlas.

- ¿De dónde sale lo que escribes?

- No sé realmente de dónde sale lo que escribo.

Quizá es una combinación de mente, corazón y alma conectados a algo que es mucho más grande que los hombres, que el Universo, que el Cosmos, que el Infinito… y que fluye a través de mis manos que son las que cogen la pluma o se deslizan revoloteando como mariposas de colores por el teclado.

Pero sí sé que a veces siento que no soy yo, no es mío lo que escribo. Yo sólo soy un instrumento que afina el Universo. Lo que llega, lo que fluye a través de mí, las palabras, lo que escribo... no es mío. Es de todos. Es para todos.

La palabra es un don y una herramienta de poder. No nos damos cuenta de la importancia de las palabras, de lo que decretamos con ellas al hablarlas. Hay palabras que sanan, hay palabras de aliento, hay palabras bellas, hay palabras que construyen, edifican y crean. Hay palabras de paz y armonía. Hay palabras que salen del corazón para alcanzar al alma. Hay palabras mágicas de brujas y hadas que curan los corazones y liberan las almas.

También hay palabras que lastiman, que hieren, que te hacen sangrar, que duelen, que son feas, groseras, soeces. Palabras que descalifican y humillan. Que destruyen… que matan.

Presta mucha atención a tus palabras. Elígelas bien así como la energía con la que las lanzas, pues puedes crear vida con ellas y también quitarla.

Escucha cómo hablas, cómo te hablas y desde dónde hablas y te hablas. No te desprecies con tus palabras, ni quieras despreciar a nadie con ellas al pronunciarlas. 

Recuerda que cada vez que hablas decretas, que las palabras tienen un enorme poder y su vibración cambia según salgan desde el amor o desde el miedo (que no es más que ausencia de amor).

Deseo que tus palabras nazcan siempre en tu corazón y que antes de pronunciarlas las envuelvas en amor.

Que el amor sea siempre tu elección.

©Paqui Sánchez




 ©Paqui Sánchez

lunes, 11 de septiembre de 2017

QUERIDO HURACÁN IRMA...




"Querido Huracán Irma:

Gracias por bajarle la temperatura al Océano Atlántico, de seguro los corales están de fiesta. Gracias por limpiar los bosques y renovar los ríos, y, gracias sobre todo por recordarnos que el planeta sigue vivo. Gracias por recordarnos que se sigue calentando y que todos los que vivimos en él tenemos que seguir trabajando y educando para hacer cambios al respecto. ¡Gracias por recordarnos que sólo somos humanos!, que NO SOMOS SUPERIORES AL PODER DE LA NATURALEZA.

Gracias por las familias que se quedarán en su casa y COMPARTIRÁN como desde hace mucho tiempo no lo hacían porque de esta manera podrán REENCONTRARSE. Gracias por el vecino que ayuda al vecino, por los pensamientos positivos y las oraciones que nos dedican los amigos y familiares en el extranjero, POR UNIR A DIFERENTES PUEBLOS EN UN SÓLO AMOR. Gracias por los que se dan la mano, gracias por lo que nos das y lo que nos quitarás. Quizás lo que nos quites nos ayudará a llevar una vida más simple, sin apegos banales y reenfocada en las cosas que son realmente importantes.

No creo que seas mala o furiosa, solo que tienes que hacerte sentir de esta manera para que comprendamos que NO ESTAMOS SOLOS. Que tenemos millones de especies en esta gran casa llamada Tierra de la cual somos unos inquilinos más y que debemos aprender a convivir y principalmente a RESPETAR..."

Texto original de Bibi Román publicado en facebook el 6 de septiembre de 2017.


Deducimos que Norgyelid Oliveros añade algunas cosas al texto original y lo publica unos días después.

Hago esta anotación nueva, porque yo encontré el texto en el grupo Círculo Hijas de la Tierra y venía firmado por Norgyelid Oliveros (es el que está aquí), pero investigando por facebook he visto el error en la autoría. Y como dicen "demos al César lo que es del César".

Fuente: Círculo Hijas de la Tierra.


Una forma diferente de mirar, un enfoque distinto, pero importante para aprender a ver las cosas de otra manera. 

Con todo el respeto hacia la Madre Tierra y todas las personas, sobre todo a los damnificados.

Siempre podemos cambiar el modo en el que “vemos” las cosas. Siempre podemos cambiar la vibración y transformar el miedo para elevarlo al amor y poder trabajar desde donde sí podemos ayudar a quien lo necesita, ya sean personas y/o a nuestro querido planeta.

 ©Paqui Sánchez

HOY SOY BOSQUE


  Hoy soy bosque


Necesito respirarte intensamente,
sanarme entre tus verdes hojas,
limpiarme con tu agua,
enraizarme en tu suelo.

Necesito mirarme en tus ojos,
abrazarme entre tus árboles,
enredarme en tus raíces.

Necesito inhalarte con profundidad
y sentir tu savia recorriendo mis venas.

  
Que tus briznas de hierba acaricien mis pies
y se cuelen entre mis dedos.
Sintiendo, latiendo, siendo.

Soy bosque cuando pienso en ti.
Y te siento suave, fresco, libre…

Hoy necesito deslizar mis manos por la rugosidad de tus troncos
y sentir tu energía vibrar entre mis dedos hasta alcanzar mi corazón.
Y tocarlo como sólo tú sabes hacerlo.
Con delicadeza, con amor y con respeto.

Necesito tu olor a pino, abetos, cedros, alcornoques, robles y hayas.
Necesito pasear entre tus arbustos y deleitarme en algunas de tus piedras.
Quizá tomar asiento en alguna de ellas
y entrar en ese silencio donde se escuchan las respuestas.
Esas que llegan del alma y te indican el camino.

Hoy me paseo en ti y me asombro de tu magnificencia.
Hoy me pierdo dentro de tu inmensidad
y me quedo ahí,
callada, quieta, en silencio.

©Paqui Sánchez






©Paqui Sánchez